Agarro a Romeo entre mis brazos, está todo maltrecho, su brazo derecho está empapado de sangre y parece un poco más largo qué su brazo izquierdo... su yelmo está abollado y un poco de sangre brota de el, toda su armadura está sucia, golpeada y tiene fragmentos perdidos.
—¡Romeo, no te duermas!. -Grito, pero parece que no me escucha.
Lágrimas ruedan por mis mejillas, en consecuencia de la mezcla de mis sentimientos.
—Evs mosa. -Me dijo débilmente, mientras pone su mano suavemente sobre mi rostro.
Al escucharlo intentar decirme algo, siento un poco de alivio por un instante, sigue consciente, pero no entendí lo que dijo, entonces le pregunto.
—¿Qué dijiste, Romeo? -Pregunto con la esperanza de obtener una respuesta, pero su mano cae en la arena, sin resistencia y no me responde de vuelta.
—Hey, ¡Romeo! Ya no finjas. -Digo, pero tal vez lo digo para mí misma, quisiera que esto no estuviera pasando, lo sacudo un poco- ¿Romeo?.
Más lágrimas brotan de mis ojos, me siento impotente, impotente de ayudarlo cómo él me acaba de ayudar, llegó en el momento justo, antes de que pudieran hacerme algo.
Tengo miedo de hacerlo, pero debo revisar su pulso.
Sujeto su mano izquierda y le quito su guantelete, dejando su antebrazo visible y expuesto. Dudosa, coloco dos dedos en la cara interna de su muñeca.
Espero.
Recuerdo nuestras conversaciones y nuestras batallas codo a codo.
Recuerdo lo agradable y divertido que es escucharle hablar, no recuerdo cuando fue la última vez que me divertía así.
Espero.
A pesar de ser un caballero de élite cómo yo y estar en esta difícil situación, Él aún tiene esa luz qué me arrebataron a mí hace tiempo. Quiero volver a ver esa luz.
Y espero. Mientras deseo y anhelo sentir algún latido, lo que sea.
De repente ahí estaba. Un pequeño latido de esperanza, Romeo aún estaba con vida.
No puedo contener la felicidad y se manifiesta en forma de sonrisa, pero ahora más que nunca, debo darme prisa, debo sacarlo de aquí y reunirme con los demás tan pronto cómo sea posible.
Seco mis lágrimas, me coloco mi yelmo y me agacho para recogerlo.
"Podría quitarle su yelmo... No. Sí su herida es profunda podría perder más sangre." -Pienso mientras cargo a Romeo en mis brazos.
Sin perder más tiempo salgo por la puerta de la entrada a la celda.
Voy tan rápido cómo puedo a través del pasillo, al fondo puedo ver en el suelo, con algo de sangre al rededor, al sultán de la prisión del desierto, es increíble qué Romeo haya podido contra él estando sólo.
—Oye linda, ¿¡por qué no dejas a ese moribundo y vienes con un hombre de verdad!? -Dice uno de los prisioneros justo después de pasar por su celda.
Eso hizo que me hirviera la sangre, el maldito no duraría ni tres segundos luchando contra Romeo en buen estado, pero no puedo detenerme a darle una paliza, entonces le dije.
—Él pudo con el sultán de la prisión. ¿Y tú?.
Todos los prisioneros que estaban despiertos se rieron del hablador.
Mientras avanzo, los prisioneros empiezan a gritar cosas, no sé sí son alabanzas o insultos y realmente no me importa. Salgo del pasillo y doy a la habitación.

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¡Castle Wars!
Fanfiction¡Adaptación a historia del Videojuego Castle Crashers! Sigue las aventuras de los cuatro caballeros del videojuego castle crashers. Esta historia narra todo lo que pasó en el videojuego con una perspectiva nueva, una perspectiva más realista y tal...