Cap 10 Guardian

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En una obscuridad absoluta descansa una bestia marina, orgullosa de sus tesoros, todos brillan y son hermosos, tienen formas únicas y diferentes tamaño pero entre lo más preciado para este gigantesco animal hay algo pequeño e insignificante, es verde y en algunas ocasiones brilla y eso le encanta.

Comer y morder cada tramo de tierra, siempre tiene hambre.

Hace una luna, pequeñas cosas brillantes se acercaron mucho a sus tesoros, normalmente los ignoraba, ya que tiene tesoros más bonitos.

Desde cuando tiene su tesoro, no lo recuerda, solo sabe que tiene hambre, morder, morder y juntar un nuevo tesoro solo si es hermoso, las rocas son deliciosas este es su hogar, a veces hay pececillos interesantes que nadan cerca, son pececillos curiosos así que no debe comerlos solo observarlos, le gustan las cosas lindas.

Una vez intentó quedarse con uno de esos pececillos pero dejó de moverse, es triste cuando un pececillo muere.

Una cosa brillante, se mueve rápido querrá jugar?.

Huele a comida, comida diferente.

Un nuevo tesoro.

Tengo sueño y debo dormir.

Mi tesoro, ¿a donde vas?.

Tesoro feo se lleva tesoro.

yo recuperarlo.

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Oscar miró fijamente este collar, era sin duda algo único pero también podría tratarse de una baratija.

Justo a un lado lejos de la vista de los tripulantes un enorme pez con desproporcionadas mandíbulas y un cuerpo alargado, si este hubiera deseado habría partido ese bote como si se tratara un juguete.

Pero algo se acercó a una enorme velocidad e impactó de lleno con el pez contra las paredes de este lugar, un enfrentamiento se originó bajo el agua, mordiendo y golpeando entre los estrechos canales.

Oscar maldecía el momento pero agradece su suerte casi salían de esos canales hasta que una enorme roca cayó justo en la proa del barco empujando a sus pasajeros, haciendo que el bote perdiera el control temporalmente y saliera disparado sin rumbo a mar abierto, en cuanto se recuperó Oscar detuvo el bote.

— ¿Estás bien? — Oscar volteo a ver a su amiga

Hope se levantó firme con una lágrima escurriendo — Creo que estoy bien, yo solo debo recostarme un momento, volvamos a casa quieres —

Oscar no lo pensó dos veces, miró al horizonte y pudo vislumbrar el faro, encendió los motores y aceleró sin perder el rumbo.

EL camino fue silencioso, ninguno de los dos tenía ganas de hablar tras unos minutos Oscar solo noto que su mano temblaba solo aguantó y siguió su rumbo.

Fue rápido, no supo cuánto tardo pero cuando se percató ya estaba por aparcar en el muelle.

— Es mejor que lo ocultemos en el taller — Hope mencionó.

— Comprendo — Oscar modificó un poco la ruta para resguardar su nave.

Apago el bote, cerro y respiró hondo era difícil procesar lo que había pasado, ya había estado en peligro pero nunca había tenido que tratar de cubrir a alguien mas, Hope aun estaba decaída o al menos eso parecía, sentada en la orilla con la cabeza cabizbajo entre sus piernas.

Oscar se sentó a su lado y trató de animar a su amiga — Todo está bien solo es una piedra, si quieres no comentamos nada así nos alejamos de cualquier lío, te parece — Oscar mencionó tranquilo.

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