Las islas

Cap 17 Crisis

El levantarse y ver por la venta este lugar era deprimente, el lugar estaba más solitario, la poca actividad del lugar estaba en ese lujoso hotel del que recientemente fueron echados si bien el no tenia culpa de nada estaban registrados como un mismo equipo, era una forma del hotel de protegerse por si alguien intentaba pasarse de listo y vaya que funciono ese metodo, terminaron pagando los platos rotos y echados del lugar.

La ducha era reconfortante, el agua caliente formaba ese vapor que lo ayudaba a despejar su mente, eran pocas las opciones que quedaban pero el estaba seguro que podría salir adelante, siempre lo hacía.

El prepararse para el día a día había perdido algo de importancia, aún seguían inmovilizados, había una migración de alguna especie marina que él no conocía y la navegación estaba restringida para la mayoría de los botes, con algunas excepciones pero no era su caso.

Al bajar al bar este estaba más solitario que de costumbre, cierto todos estaban llenándose los bolsillos, pidió un desayuno simple y un café para llevar.

Tal vez era el momento, su estado de ánimo, no estaba seguro pero sentía ese ambiente muerto, sin vida como estar en un pueblo fantasma.

Cuando llego al taller pensó que su amiga estaba reparando el bote pero el mismo seguía aun con esa enorme roca encima, fue a su cuarto pero estaba igual de solo las pocos estantes que tenían estaban llenos de herramientas o algún vaso de café vacío y en su cama solo había una pila de ropa limpia, el lugar era un completo desastre, Oscar no le dio importancia.

El único lugar que queda es el mismo muelle, ahí estaba sentada en la orilla del mismo, recargada en uno de los postes, su mirada estaba algo perdida, se veía cansada y sin energía.

Oscar le ofreció el café y se sentó a su lado — Ten cuidado esta caliente —

Hope recibió el café y agradeció el gesto de su amigo, tal vez el único además de Mortimer.

— Sabes he pensado en dejar este lugar — Hope comentó decaída.

— es una decision drastica — Oscar comentó calmado — y la verdad no sé qué decir —

— Solo dime que es una estupidez — Hope se recargo en su amigo — solo dime que debo pensar mejor las cosas—

— Solo se que podemos intentarlo una vez mas — Oscar comentó preocupado, su amiga estaba realmente decaida—

— No importa, al final solo es mi problema — Hope se levantó y estiró un poco y volvió su taller, lo cerró pues en esos momento solo quería estar sola.

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Esta prohibición se le hacía ridicula, por que no podrían navegar y pescar o simplemente repartir paquetes como se supone que el realizaría, pero no había más que esperar, su salario estaba asegurado por al menos seis meses y esta migración ya estaba contemplada pero a pesar de eso solo podía cubrir lo mínimo de su deuda con su amiga tenía que seguir mandando el resto a casa.

Un dia mas y su amiga seguía encerrada, solo decía que no tenía animo que prefería descansar aunque sus inconfundibles ojeras eran difíciles de ignorar a pesar de sus anteojos.

— Por qué no— pensó, así que pediría comida para llevar.

Oscar toco la puerta del taller pero su amiga no contestaba, así que con cuidado entro al lugar se veía sombrío y oscuro, solo un poco de iluminación que venía del cuarto de su amiga, este tocó la puerta pero no tenía respuesta, toco varias veces pero nada, con algo de duda decidió entrar anunciando su llegada.

Su amiga no estaba, su cama estaba vacía pero sobre la mesa había algo difícil de ignorar, Oscar solo noto algo incómodo, el taller había sido vendido y su nueva dueña esa molesta mujer llamada Susie.