11.

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Luca se encontraba en frente de la señora Guardis, había puesto su mejor cara, o por lo menos, la más adorable que pudo.

Volvió a ser amenazado por Agustín diciéndole que si no lo ayudaba con lo de su salida con Marcos le gritaría al mundo todo lo que sabía.

Y no, Luca no podía dejar que todos se enteraran de ese secreto que casualmente él igual se enteró. Además, él era muy buen amigo y amenazado o no siempre ayudaba a su Agus.

Así que ahí estaba, ignorando a Juan quien se cruzaba de brazos mientras fruncia el ceño, frente a la madre de Agustín y sonrojado por lo caliente que estaba la cocina, si era por la cocina y no por el gran bulto que se notaba en los pantalones del hermano mayor de Agustín ¿verdad?

— Bien, entonces queres que Agustín se quede con vos el fin de semana — Luca asintió lentamente — Los dos días.

— Sí, señora Guardis.

— Decime tía.

— Bueno, tía, estaba pensando que tal vez sería genial que ahora invadieran mi casa y no la suya. A veces Maxi y yo somos muy molestos.

— No me digas — Murmuró Juan y Luca solo puso los ojos en blanco.

— ¿Tu mamá que dice?, no quiero que tenga problemas por culpa de Agustín.

— Por dios, Agustín nunca haría algo para molestar a mi mamá. Por favor tía, deje que Agustín esté conmigo este finde.

— Por fisss — Siguió Agustín poniendo cara de perro bebé.

Finalmente, Mariel suspiró y asintió volviendo a la estufa.

Los dos menores asintieron, Juan bufo y se enderezó para salir de la cocina e irse a su habitación. Era el hermano mayor y cuando su padre no estaba, él, se podría decir, que era el hombre de la casa.

Por eso es que no le gustaba que Agustín saliera a otras casas, se imaginaba que Luca y su novio le hacían cosas raras, o simplemente lo tapaban para irse con algún nuevo novio.

Aunque Agustín no se veía con señales de querer estar con alguien, así que solo por eso se quedaba tranquilo.

Finalmente, Luca y Agustín corrieron escaleras arriba, chocándose con Juan a la mitad de estas y empujándolo sin cuidado estampándolo en la pared.

Agustín bueno qué se podía decir de él, estaba tan emocionado porque estaría con Marcos, solo una noche porque al día siguiente tenía que ir de nuevo con Luca y fingir que siempre estuvo con él.

Pero al final esa sería su noche.




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Agustín se movía nervioso detrás de Marcos, hace tal vez una hora había llegado a donde Luca vivía y ahora habían llegado a su casa.

Era muy bonita, de dos pisos, pero algo sencilla no era tan grande como otras.

Era una casa común y corriente.

Debía confesar que pensaba que vivía en uno de esos departamentos para solterones, después recordó que Marcos ya no era soltero.

Pero después pensó que si vivía en una casa tan bonita por fuera tal vez su mamá estaría ahí, pero después recordó que Marcos no lo llevaría con su madre sabiendo el riesgo al ser menor de edad.

𝙿𝚁𝙾𝙵𝙴𝚂𝙾𝚁 ; 𝙼𝙰𝚁𝙶𝚄𝚂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora