Capítulo 7: El mural

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Yori

Revise mis chats, recordando a esa persona, el resumen era sencillo, pero si complicado conocía a la maestra Hane Satomi, le encantaba que fueran muy emocionantes referentes a los sentimientos de los personajes debido a que le encanta el análisis psicológico. Note la conversación con aquella persona, un deje de curiosidad me pico, en serio y mucho... bueno, también preocupación... bueno ni que fuera malo preguntar. Además, y si no le sirvieron los libros, aunque...

—¡Rayos!, se me olvidaron las anotaciones que hice y los rayones, espero eso no lo haya complicado, pero así es como estudiaba...—. Sentí un calor en mis mejillas, la verdad me avergonzaba, tenía esa costumbre de tener anotaciones de aquí y allá en la páginas de los libros.

—Mejor le pregunto... ahora no fracase por mi culpa—. suspire, agotada sintiendo vergüenza ajena y preocupada de ocasionarles problemas a otro.

Yori-san  
buenos días.                                         
¿Te fue bien?                               
Tsuinaoi menciono un resumen.

Escribí  rápido y seguí mi camino a la preparatoria; esperaba ser la primera y así fue acomode las cosas en el salón, fui sacando algunas piezas, busque la tela con la profesora, la cual me vio encantada.

—Gracias por ayudarme, pronto llegarán tus compañeros, recuerden que espero sea emocionante... espero que demuestre la verdadera hipocresía—. Su cara se ensombreció, tuve que casi arrebatarle los materiales, por tanto parecían correr peligro en sus manos.

—Sí, jaja ja, ja, ja—. Me dio nervios que tanto daño le hicieron se nota su sed de venganza. —uhm... profesora, ¿estás bien? —.

—¡Oh! Jajaja, si ya liberé mi ira contenida je, je, je pobre de quien me la hizo—. Su rostro era sonriente como angelical... solo me transmitió escalofríos.

—Ehm... Si—. Desvié la mirada mientras acomodábamos los materiales.

—Por cierto, Yori-Chan, ¿Cómo te sientes?

—Muy bien, es agradable y muy ameno—. Estábamos ya terminando, así que nos agachamos solo para sacar las pinturas y paletas.

—¡Bu!—. Escuchamos decir.

¡Bum!

—Najimi... ¿Qué crees estar haciendo?—. Pregunto la profesora, luego de darle un golpe.

—Te dije, que no debías hacerlo Najimi, tú nunca cambias—. Menciona Tadano, entrando junto a los demás.

—Hola, chicos y chicas, ¿Cómo les fue?—. Pregunte.

—Yori-San, Muy bien, aunque tuve una riña con mis hermanos—. Suspiro con cansancio Onemine para luego sonreír con alegría.

—Tadano-kun, recuerdo que tienes una hermana, ¿no?—.

—Si, se llama Hitomi, estudia en el mismo salón que el hermano de Shouko—. La mencionada se mostró detrás de HitoHito enseñando un letrero que decía: secundaria Kisai.

—Ahí estudian mis dos primas y un amigo mío... vaya en ese salón está Tsuinaoi y Ameashi—. Dije.

—Espera, tienes primas... uy, pero muestra, muestra ¿Cómo son? Verdad Komi-san quieres saber también—. Dice Najimi, mientras giro a donde Shouko, viéndola con sus orejitas y esos ojos llenos de curiosidad, definitivamente ahora me va a presionar la mayoría.

—Solo lo haces para saber más de Yori-san, ¿no?—. Hitohito, miro hacia Najimi, quien reía a no más poder y fingía ver un avestruz.

—De verdad podemos verlo mira Komi-san quiere—. Dijo un compañero.

Una Voz Distante,Un Amor Silencioso.(reescribiendo historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora