Capítulo 11: Una Noria Y un mensaje inesperado

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Narrador Omnisciente

La noria o también conocida rueda de la fortuna, uno de los aparatos mecánicos de las festejadas ferias muy buscadas por amigos o también parejas, quienes desean un lugar más íntimo, con grandes vistas, llenas de ilusión tanto brillo, que logran cautivar y transmitir aquel ambiente de privacidad como especial, sintiéndose los únicos en ese instante. O eso mencionaban algunas personas. Ya había terminado una sesión y las personas en la fila estaban ansiosas, aunque no se veía tan aglomerada como otros que superaban a más de 50 personas haciendo cola por montarse.

—¡Vamos, vamos Onii-san! ¡Entremos!—. Tsuinaoi, empujaba a su amigo moreno a que se subiera, aunque este parecía no querer cooperar mucho.

—¿Eh?... no quiero solo dar vueltas—. Se notaba incómodo más al ver que en donde ella le empujaba era una cabina cerrada. —No podemos ir a los juegos de premios, tengo ganas de pescar—.

A pesar de sus súplicas, la chica lo termino llevando hacia la cabina, ya con más facilidad dejando la fuerza, solo se tomó asiento dentro de ese reducido espacio le daba sensación a una pecera, pero antes de poder entrar Tsuinaoi, con su amigo, esta le impidió el paso a una persona que por el ceño en su frente no le agradaba.

—¿eh? ¿Por qué no me dejas pasar?—. Pregunto Najimi, en semblante confuso.

—Dah, No, y más aún luego de querer ingresar con todas las chicas—. Señalo ya algunos cubículos en suspensión en donde saludaban algunas de sus compañeras.

—Pero si yo soy un...

—Sí, si como sea—. Tsuinaoi le ignoro, pero cuando quiso ingresar a la cabina con su amigo este ya no estaba ahí. —¿eh?—. Su semblante cambió de confundida a enojo.

—Jóvenes, por favor ingresen— dijo el muchacho que operaba el juego. Tsuinaoi, solo empujó adentro a Najimi, cerrando la cabina y mirando tan profundo al operador que este solo subió la cabina y paso otra en donde se terminó metiendo junto a 4 chicos.

—Uhmm...—. Estaba molesta y comenzó a chatearle al joven Kaito.

Tsuinaoi
Hey, ¿Dónde estás?
¿estas con alguien?

Ameashi
¿Por qué termine así?
Estoy con Onemine
pero... luego te cuento.

—Ya que estamos aquí déjenme ver si me aprendí bien sus nombres—. Los tres chicos asintieron. —Son... Narcisista, Chuushaku, y Makoto—. Dijo con una sonrisa haciendo que Naruse se exalte agarrándola de los hombros diciéndole lo grandioso que es.

En cuanto a Kaito, este conservaba una gran coloración en sus mejillas, aunque parecía mirar hacia cualquier dirección menos hacia al frente.

Onemine, también parecía algo nerviosa como consternada, en cambio, ella miraba hacia sus pies.

«¡Cómo terminamos así!» Era lo que se repetía en su mente Ameashi.

Su mente no para de repetir la escena, de cómo la chica termino sobre él por culpa de esa persona y de su pequeña hermana, ni se dieron cuenta de que en medio que Tsuinaoi detuvo a quien iba a subirse, empujaron sin notarlo a Onemine, la cual termino cayendo sobre él, aunque la posición no fue nada extraña, sus rostros quedaron muy cerca, no estaba acostumbrado a tanta cercanía por una persona y más aún una chica... solo sus dos grandes amigas, de ahí era difícil que fuera tan cercano a alguien. Cuando se dieron cuenta, la chica se apartó de él con rapidez y quedaron en la situación actual.

—¡jajaja! Vaya, es algo inesperado, entrada épica jajaja—. La castaña le restó importancia tratando de reírse.

—Uhm... jajaja sabes, aunque creo que...—. Ameashi se reía al leer los mensajes de su teléfono, pensó que su amiga no le volvería a chatear, pero con lo que le acaba de enviar no pudo reprimir su risa.

Una Voz Distante,Un Amor Silencioso.(reescribiendo historia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora