INTRUDER

CAPITULO XIV

JUNGKOOK

Que la vida de Jungkook había tomado una velocidad inesperada, era un hecho, que no esperaba que pasara eso y que le había pillado un poco fuera de juego era mas que evidente, que no sabia como gestionar la emoción de esa llamada temprana en el lunes para decirle que le habían cogido para suplantar a uno de los bailarines de la gira del grupo Star, estaba claro, que casi había llorado como un crio hablando con Hoseok mientras volaba para ir a la universidad escuchando a su amigo pues a él también le había seleccionado, era muy típico en él, llorar de la emoción de ver cada vez mas cerca su sueño de ser bailarín profesional, con el sabor amargo que ni su madre, ni Taeyang iban a estar a su lado para poder disfrutarlo tanto como él, era algo que no sabia como iba a gestionar de momento, pero si ademas de eso se le añadía el comportamiento mas que inusual e inesperado de Kim Taehyung, eso ya si que se le escapaba de su control, pues una simple tutoría en la universidad le había explicado los pasos que tenia que hacer para solicitar una especie de excedencia en las clases para así poder irse de gira con el grupo, puro papeleo burocrático, del que Hoseok y él podían hacerse cargo mientras dejaban las clases para empezar a asistir a los ensayos con el grupo de bailarines para la gira, pues tenían menos de cuatro meses para aprender todas las coreografías de memoria y realizarlas a la perfección, gestionar el comportamiento de Taehyung no se solucionaba ni con todas las tutorías del mundo.

Y es que ahora que ya casi se había resignado a convivir con un Kim Taehyung frio y distante, decidiendo que lo mejor era alejarse de él para proteger su corazón enamorado, el propio Taehyung había dado un giro que no tenia previsto, ni mucho menos esperaba y ahora solo quería que se quedara en la casa de la familia.

Por eso había llegado a su habitación con el corazón desbocado y no por sus palabras, a si de bien se había sentido notar su nariz olisqueando su pelo.

Jungkook nunca fue un adolescente muy hormonal, quizás por que siempre tuvo en sus fantasías a Taehyung y nada de lo que pudo tener a su alrededor se podía comparar con él, pero esa noche le costo una eternidad dormir, escuchando su ronca y caliente voz casi susurrándole al oído.

Si, desde luego Jungkook no estaba preparado para eso, ademas del miedo creciente que nacía de lo mas escondido de si mismo a que fuese una trampa, una vil manera de hacerle daño, quizás había adivinado la fascinación que sentía por él y pensaba sacarle partido de esa forma?

Era capaz Taehyung de hacer algo así? Y si lo era, como iba a quedar de herido su corazón?

Jungkook se negaba a ser a si de mal pensado, había escuchado incontables historias de Kim Taehyung de la boca de su padre y el común denominador de todas ellas, era el gran corazón que tenia el joven, alguien así no debía de ser tan cruel como para poder planear algo como eso, a si que todas esas ideas absurdas que estaba teniendo mientras se duchaba rápido para ir a la universidad y solicitar los papeles de la excedencia debían de ser fruto del pánico por ser dañado por Kim Taehyung, desde luego Jungkook tenia que ser sincero consigo mismo, podía soportar el rechazo y el daño de casi cualquier persona, excepto de Taehyung, quizás era el único del que no podría recuperarse nunca.

Mientras se vestía con un jersey de lana por dentro de uno de sus vaqueros rotos, se planteaba la otra opción, tan descabellada como la primera, Taehyung hablaba en serio la noche anterior en la biblioteca? De verdad quería que se quedara en la casa, de verdad le gustaba tanto que le llamara hyung?.

De solo recordarlo Jungkook casi soltó un gemido, negó con la cabeza y saco del mini zapatero del armario sus botas militares, se las anudo diciéndose a si mismo que no debía de pensar tanto y mas cuando todo eran ideas absurdas, lo que debía hacer es centrarse en los papeles que tenia que rellenar en la universidad y luego acudir al edifico de la empresa del grupo de Idols, para recoger el resto de papeles y repasar el contrato antes de firmarlo, todo eso era lo suficientemente importante como para dejar a parte lo que Kim Taehyung pretendiese con su nueva actitud.