CAPITULO VIII

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JUNGKOOK


La primera semana de Jungkook, no fue tan horrible como en un principio pensó que seria y quizás tenia algo que ver que a penas había visto a Taehyung, lo que le permitía sentirse algo mas relajado cuando llegaba a la casa.

Si a eso le añadías que el lunes Hoseok le fue a buscar al termino de su clase de danza urbana, para contarle que venia de la clase del profesor Hwan y le había confirmado que en efecto iban a haber unas audiciones para un par de puestos en los bailarines de la nueva gira de Star y que esas audiciones eran libres y se efectuarían el lunes siguiente en el edificio de la empresa que llevaba al grupo, Jungkook decididamente estaba viviendo un cúmulo enorme de emociones.

Y es que seguía de duelo por la perdida del que hasta ahora era como su padre, la única persona que prácticamente había cuidado de él desde que había perdido a su madre.

Duelo que aliviaba ligeramente cuando dejaba las clases y volvía a la casa familiar de los Kim, donde Chin Sun le recibía con la mas suave de las sonrisas, interesándose por como le había ido el día, en cierta manera a Jungkook le recordaba a su madre, pues con ella era que siempre solían preparar las comidas cuando estaba en casa y no tenia nada que hacer, mientras los dos se ponían al dia de sus respectivos quehaceres diarios, ahora mientras ayudaba a Chin Sun en la cocina para preparar la cena, a la espera de que volviese el joven Kim, la sensación era casi la misma, aun sabiendo que por muy tranquilo que se sintiera esa no era su madre y por muy agradable que fuera con él, no debía olvidar que era la niñera de Kim Taehyung y su lealtad siempre iba a estar con él, por muy bien que lo tratase.

Luego cuando se acercaba el momento en que Kim Taehyung volvía a la casa, se llenaba de ansiedad, sin saber donde esconderse, ni que decirle cada vez que aparecía por la puerta y alzaba una de sus cejas al verle y es que esa era de las pocas expresiones que recibía de su parte, por que el resto eran miradas intensas sin ninguna expresión que Jungkook no entendía, por suerte el horario que Taehyung llevaba en el hospital Universitario de Chung- Ang junto al seminario que estaba haciendo le hacia irse a dormir relativamente temprano, por lo que Jungkook respiraba tranquilo al menos un rato antes de retirarse el mismo a su habitación.

Así durante le mitad de la semana, por que cuando Chin Sun le dijo que esa tarde Taehyung volvería antes y juntos irían al centro Kim, como habían hablado con SeokJin, Jungkook casi sufrió un ataque de ansiedad, con la sola idea de tener que quedarse a solas con el joven que ni siquiera le daba las buenas noches.

De todas las hipótesis que se le pasaron por la cabeza mientras le esperaba, ninguna ni se acerco a la realidad cuando se dio cuenta, que aunque seguía sin ser nada amable, su tono se había suavizado un poco, lo malo de eso es que había pasado de ser duro a sarcástico.

Por no hablar de lo incomodo que se sintió a la hora de conducir, notando las largas miradas que tuvo que aguantar por parte de Taehyung, sentando a su lado, estando a punto en mas de una ocasión de preguntarle por que le estaba mirando tanto, mas temiendo en demasía la respuesta, al final opto por callar.

El centro Kim siempre fue de las pocas cosas de las que Taeyang nos les hablo mucho, si bien les contó en su día su proyecto y después les dijo cuando lo creo, no era un tema de lo mas recurrente en casa, tal vez por eso Jungkook sentía tanta curiosidad y también emoción por ir a visitarlo, pues siempre había sentido un enorme orgullo hacia el hombre por haber sacado de la nada un refugio para niños, de los que su familia no podía hacerse cargo o en los peores casos habían dejado de tenerla.

Lo que no esperaba era comprobar que era un lugar casi mágico, con un ambiente casi mágico, seguro y tranquilo, ni tampoco esperaba el recibimiento de esos pequeños de miradas curiosas y en algunos también llena de miedo y timidez. Que Jungkook se enamoro de Hana en cuanto la vio con sus preciosos ojos mirándole entre asustado y llene de curiosidad, era un hecho constatado, que se sintió mas que bien al ver que la niña no le tenia miedo, le hizo sentir cierta sanación en su alma triste.

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