CAPITULO XXXVI

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JUNGKOOK


Con la sombra de un secreto que tarde o temprano le iba a reventar en la cara y del que Jungkook ya no tenia ni idea de como iba a salir cuando Taehyung lo supiera, es que Jungkook paso su primera navidad en la residencia de los Kim, una navidad que por cierto fue tan especial que por momentos eso que le estaba quemando por dentro, incluso quedo olvidado, pues Jungkook ya era incapaz de luchar contra esa dulce sensación de levitar cuando Kim Taehyung le miraba y le miraba como si no hubiera ni deseara nada mas en el mundo, y esa mirada junto a sus manos descaradas que no perdían ni una sola oportunidad de resbalar por alguna zona de su cuerpo, aunque fuese un simple roce que hacia que los dos se sintieran satisfechos y relajados.

Y si Jungkook estaba mas que enamorado y pasar esos días entre el centro y la casa de los Kim haciendo que la ausencia de su madre y de Taeyang fuese un poco, solo un poco menos dolorosa.

Y ese dolor hubiera sido aun mas pequeño, si Taehyung hubiera aceptado ir con él a llevarles flores a sus padres, aun con su suave rechazo, Jungkook se prometió a si mismo y a sus padres que no importaba el tiempo que tendría que tardar, algún día Taehyung le acompañaría y juntos presentarían sus respectos a sus progenitores.

La felicidad de los niños del centro al ver sus regalos, siendo otra de las cosas que elevaron el corazón de Jungkook a un nivel mas alto, era increíble como unas sonrisas tan genuinas podían hacer tanto, cuando recibían tan poco, Jungkook hizo su primera promesa, prometiendo que parte del dinero que iba a ganar en el tour lo gastaría en esos niños que sin hacer ruido y poco a poco le habían robado el corazón.

Y mientras las manecillas del reloj iban descontando horas y con ellas se iba quedando sin tiempo es que llego la noche de la fiestas en casa de Park Jimin y aunque Taehyung le había asegurado y asegurado que esta vez nada malo iba a pasar, Jungkook no pudo evitar el sentirse ligeramente agobiado, pues ni siquiera sabia que ropa elegir del fondo del armario, sabiendo que los amigos de Taehyung eran de un nivel social ligeramente exquisito.

El estomago encogiéndose un poco cuando llegaron al caro y coqueto apartamento en el que el joven Park vivía y definitivamente sintiendo el corazón latir un poquito mas veloz de lo normal cuando sintió sobre él las miradas que alguna vez le juzgaron sin motivos, ni ningún derecho.

Pero como le había asegurado Taehyung, poco a poco su incomodidad se fue diluyendo al ritmo de la suave música que sonaba en el apartamento acompañada de las cervezas que le iban pasando.

Y aunque un par de horas después apenas se sentía fuera de lugar y tenia que reconocer que los amigos y amigas de Taehyung estaban haciendo un esfuerzo para que se encontrara cómodo, Jungkook no dejo de notar cierta tirantez en el comportamiento delicado y excesivamente amable de Chae Soo, confirmando casi definitivamente lo que siempre sintió de la amiga de Tae y es que si no estaba enamorada de él, al menos si lo consideraba de su propiedad, lo que no estaba seguro es que Taehyung supiera eso o simplemente no le daba ninguna importancia.

Incluso el dueño del apartamento se porto como todo un caballero, aunque Jungkook le hubiera pillado en un par de ocasiones mirandole el trasero con los ojos como platos y a punto de babear sobre la camisa de seda que llevaba.

Y con todo ese panorama es que Jungkook fue relajándose, al tener a Taehyung casi toda la velada a su lado, tan tranquilo y seguro se sintió que después de la medianoche mientras la mitad de los que allí estaban, se dedicaban a bailar y consumir alcohol, Jungkook en una esquina junto a los ventanales que daban a la terraza se contoneaba al ritmo de la música, sonriendo entre feliz y divertido cuando Taehyung a su lado termino por imitar sus suaves movimientos haciendo que los dos sonrieran en grande.

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