~El contrato~ Bowuigi (+18)

Capítulo 3. El trato

Al día siguiente, después de lo ocurrido el día anterior, Bowser decidió llamar personalmente a Kamek, para contarle parte del trato que llevaría a cabo con Luigi, omitiendo algunas partes, a lo que este no muy convencido, trató de hacerle ver que esta no era la mejor idea, por lo que surgió una pequeña discusión entre ellos...

-Señor, ¿No creé que esta es una pésima idea? ~mencionó algo inseguro~

-Kamek, Kamek, mi querido Kamek, ¿Te a trevés a decirme lo que está bien y lo que está mal? ~pronunció molesto~

-Ah-ah no, no es a-así, señor, y-yo solo decía... ~exclamó nervioso~

-¡Cállate!, No me vuelvas a contradecir o de lo contrario te va a ir muy mal, tú solo eres uno más de mis secuaces, no te creas tan importante ~advirtió furioso~

-P-pero es que y-yo solo q-quería advertirle...

-¡Silencio, te dije!, Ya deja esto por la paz, solo te conté de mi plan por pura cortesía ~bufó molesto~

-E-está bien, señor, si no hay nada más, me retiro ~mencionó con un tono triste~
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Al paso de las horas, Luigi se encontraba confundido dentro de su celda, puesto que no recordaba del todo el día anterior, solamente que Bowser le había mencionado algo sobre un trato y posteriormente, que se había desmayado.

Tan solo unos minutos después, el anteriormente nombrado apareció de nuevo frente a él, con un aura distinta a la del día anterior, es decir, de cierta forma se veía menos intimidante pero aún así su presencia no dejaba de ponerlo nervioso.

-Buenos días, Greenie, ¿Cómo amaneciste? ~preguntó con incertidumbre~

-B-buenos días, s-señor, la v-verdad es que no muy b-bien, p-pero ¿Cómo e-está usted? ~contestó inseguro~

-Esa no era la respuesta que esperaba, pero, respondiendo tu pregunta, me encuentro de maravilla ~sonrío mostrando sus afilados dientes~

-O-oh, ya veo, m-me alegro de que s-ea así ~afirmó nerviosamente~

-Bien, basta de tonterías, es hora de pasar a lo interesante, vamos a un lugar más privado ~mencionó mientras abría la celda y le colocaba las esposas al de gorro verde~

-A-ah, s-señor, ¿A d-dónde vamos? ~preguntó asustado~

-Ya lo verás, Greenie ~comentó burlescamente~
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Después de algunos minutos de haber salido de aquél lugar, finalmente Bowser encontró un lugar cómodo y sobre todo, privado, para poder hablar con Luigi...

-Así que, ¿recuerdas algo sobre lo que hablamos ayer? ~preguntó curioso~

-Y-yo, b-bueno, creo recordar a-algo... ~afirmó tímidamente~

-Ya sabes, sobre lo de mi plan de conquistar a la princesa y hacerla mía ~sonrío malévolamente~

-O-oh-, sí, sí, c-claro que lo recuerdo...

-Me alegra de que lo hagas, pues bien, este es mi trato, quiero que seas mi muñeca de práctica ~declaró descaradamente ~

-¡¿Có-cómo?!, S-señor, ¿A-a qué se r-refiere? ~gritó mientras sus mejillas adquirían un color carmesí ~

-Creo que está de más explicártelo, pero aún así lo haré. Quiero practicar besos y algunas otras cosas más contigo ~explicó abiertamente~

-¡¿Quééé?!, S-señor, ¡No!, ¡E-eso es imposible!, y-yo no estoy listo, n-no tengo e-experiencia a-alguna y... ~exclamó con la cara ardiendo~

-No me importa tu opinión, eso es lo de menos, lo he dicho y vas a seguir mis órdenes, de lo contrario, te mataré con mis propias manos y posteriormente, mandaré a todo mi ejército a buscar a tu hermano para también asesinarlo ~declaró sin remordimiento alguno~

-P-pero y-yo... ~pronunció sollozando~

-Cállate Greenie, me estás haciendo que pierda la poca paciencia que me queda ~mencionó enojado~

-E-entonces... ¿e-esta es la única f-forma en la que me p-perdonará la vida? ~preguntó mientras algunas lágrimas comenzaban a escurrir y deslizarse entre sus mejillas~

-Así es, mi pequeña muñeca ~afirmó con voz ronca~

-D-de acuerdo ~afirmó inseguro~, p-pero, e-esta es la p-primera vez q-que hago a-algo así ~exclamó con la cara roja como un tomate~

-Eso lo hace aún más delicioso ~proclamó con una sonrisa divertida mientras pasaba su garra sobre el rostro de este~

-A-ah, e-está muy, m-muy cerca... ~pronunció en un suave suspiro con las mejillas encendidas~

-¿Ah sí?, ¿Qué tal si comenzamos con las lecciones de besos hoy mismo? ~preguntó con una sonrisa pícara mientras acercaba sus labios a los del otro~

-Señor, la princesa Peach le ha... ~Se quedó atónito frente la escena que presenciaban sus ojos~

-¡¿QUIÉN SE ATREVE A INTERRUMPIRME?! ~exclamó furiosamente~

-Y-yo, no sabía q-que usted e-estaba... Ocupado ~pronunció con cierto temor y un ligero tono de ¿molestia?~

-¿Kamek?, ¿Qué es lo que quieres?, ¿Qué no ves que estoy ocupando? ~mencionó más calmado~

-N-no es nada, señor ~pronunció inseguro~ Ya me voy, puede continuar con lo suyo ~mencionó mientras salía a toda prisa de aquél lugar~

-Pfff, ya se me quitaron las ganas ~declaró~ Llamaré a los guardias para que te escolten de nuevo a tu celda ~aclaró finalmente~

-A-ah e-está b-bien, s-señor... ~respiró aliviado de que por suerte todavía no ocurriera nada~

Hola queridas personitas, ¿cómo están?, ¿todo bien, todo correcto? Y yo que me alegro :D Como pueden ver, esta historia se va desarrollando de manera un poco lenta, pero no se preocupen, tal vez en uno o quizás dos capítulos empecemos con la parte 'interesante" jajaja, espero que disfruten de su lectura y sin nada más que decir me retiro, que tengas un excelente día :)