~El contrato~ Bowuigi (+18)

Capítulo 9. ¿No soy lo suficiente?

Advertencia: Hoy no hay contenido +18 ovejas negras 🤨. Pero sí corazones rotos, sobre aviso no hay engaño 😞.

De pronto, los ojos de ambos se encontraron, tenían un brillo particularmente extraño, fue entonces que Bowser decidió hablar:

-Luigi, y-yo... ~expresó con vacilación~

-¡¿S-sí?! ~preguntó emocionado, pues era la primera vez que el otro lo llamaba por su nombre~

-C-creo que me gus...

-¡Señor, la princesa Peach está aquí!.. ~llamó a la puerta Kamek~

-M-mierda... ~pensó para sus adentros~ Lo siento, Greenie, tengo que ir con mi prometida... ~mencionó no muy convencido, por alguna extraña razón~ quédate aquí y no salgas a menos que de que yo te lo pida ~ordenó, mientras se colocaba sus accesorios, de manera apresurada~

-¡P-pero s-señor! ~ pronunció con tristeza, mientras observaba al contrario marcharse de la habitación~

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Mientras tanto, la princesa Peach se encontraba esperando al Rey Bowser en la sala de estar, puesto que este le había solicitado a Kamek que la dirigiera hacia ese lugar. En cuanto Bowser llegó, lo primero que notó fue la presencia imponente que emergía de Peach y no su belleza. Es decir, claro que era hermosa, solo un ciego no se daría cuenta de ello, pero, por alguna razón, ése no había sido su primer pensamiento aquél día, como siempre lo era cada vez que la veía.

-P-princesa, es un honor tenerte aquí, pero, ¿Qué te trae por mis tierras? ~preguntó curioso~

-Hola Bowser, me alegro de que mi presencia sea un honor para ti ~mencionó de manera sarcástica~ solo venía para asegurarme de que nuestro contrato siguiera en pie ~expresó nerviosa~

-Ohhh, ¿te refieres a la propuesta de matrimonio y dejar en paz a la gente de tu reino? ~pronunció con una sonrisa divertida~

-Emmm... sí, a eso me refiero ~comentó insegura~ Pero también acordamos que dejarías libre a Luigi ~expresó de manera firme~

-Mmm... respecto a eso, me temo que será un problema ~mencionó dudoso~

-¿Q-qué es lo que quieres decir? ~preguntó con intriga~

-Bueno, la verdad es que Luigi es un buen tipo ~expresó sin vacilación~ por lo que no me gustaría dejarlo ir... es decir, creo que me sería de gran ayuda tenerlo en mi reino ~comentó con una sonrisa, mientras lo recordaba~

-¡P-pero eso no quita el hecho de que él tiene a su propia familia y amigos! ~exclamó exaltada~

-Dudo mucho que alguien más aparte de su hermano lo extrañe ~mencionó de manera engreída~

-¡O-oye, eso es muy cruel! ~expresó con enfado~ ¡Tú no eres nadie para privarlo de su libertad! ~comentó con molestia~

-Ey, ey, princesita, tranquilízate, solo fue un comentario ~pronunció con indiferencia~ Además ya te había dicho que a mi nadie me da órdenes ~expresó con enojo~