~El contrato~ Bowuigi (+18)

Capítulo 5. Lección 2: ¿Mordidas de amor?

Primero que nada, antes de comenzar, les ofrezco una sincera disculpa por la broma que les hice el día de ayer jajaja, solo quería ver si había personas al pendiente de mi historia y al parecer sí, enserio se los agradezco mucho <3

Otra cosita, el siguiente capítulo contiene escenas +18 así que quedan advertidos 🌝

Sin más qué decir, comencemos con el capítulo, espero que sea de su agrado, gracias :)
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Después de lo acontecido el día anterior, Luigi no paraba de darle vueltas al asunto, debido al gran impacto y sobre todo shock, que la situación le había provocado, ya que practicamente le habían robado su primer beso y no solo había sido un toque ligero de labios como él previamente se había imaginado, sino también había ocurrido con una criatura que muy apenas conocía.

Se sentía humillado, triste y avergonzado. Su madre le había dicho que tales actos solo deberían llevarse a cabo con una persona especial, sin embargo, aquí estaba él siendo la excepción. No es que el beso no le haya gustado, al contrario, lo disfruto mucho más de lo esperado, pero jamás admitiría eso frente a Bowser.

Lo que lo desconcertaba de cierto modo era que había sido con un hombre (si es que se le puede llamar así) puesto que él jamás se había sentido atraído ni emocional y mucho menos físicamente hacia uno, aunque más bien nunca se había fijado en alguien en específico.

Pensó que tal vez estaba exagerando la situación, por lo que decidió dejar de lado sus pensamientos e irse a dormir, sin embargo, no logró conciliar el sueño en toda la noche, por lo que pasó en vela la mayor parte del tiempo, esperando a que el mayor volviera a hacer su aparición al día siguiente...
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Por otro lado, la persona que había visto a Luigi "huir" de la habitación asignada a la princesa Peach había sido nada más y nada menos que Kamek. Se encontraba merodeando a los alrededores, asegurándose de que todo estuviera en orden, cuando de pronto visualizó una silueta pequeña y delgada corriendo a toda velocidad. Por el tamaño, supuso que había sido el humano, quién huía de... ¿Bowser?...

Oh sí, el estúpido trato. Cómo no recordarlo, si por eso el amo se había enojado con él anteriormente. ¿Por qué le molestaba tanto? No estaba del todo seguro, pero sabía que tarde que temprano su querido Bowser saldría lastimado. No le importaba si el otro (Luigi) sufría, al fin y al cabo él no era de su interés.

Cuando estaba apunto de ir a ver cómo se encontraba su amo, vislumbró a lo lejos unas siluetas peculiares, las cuales, no logró reconocer a primera vista, pero una vez que se colocó bien los anteojos, se dio cuenta de que se trataba de un pequeño ejército de... ¡¿Toad?!

No lo dudó ni un segundo y rápidamente, con ayuda de su magia, hizo aparecer un muro para que estos no pudieran avanzar más allá de donde se encontraban. Enseguida se lo comunicó a Bowser para que este tomara cartas en el asunto.

-S-señor, lamento mucho la molestia, p-pero un ejército de Toad se encuentran invadiendo nuestro palacio... ~exclamó nerviosamente~

-Maldición, ¿Qué demonios hacen esos imbéciles aquí? ~exclamó frustrado~ Llama a algunos de los Koopa para que te acompañen y llévalos directamente a las mazmorras, así mismo, interrógalos sobre su presencia aquí, que no se te escapen, ¿Entendido? ~preguntó seriamente~

-S-sí señor, como usted lo ordene... ~expresó sin más~
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Al cabo de unas horas, después de la intromisión de algunos enemigos dentro de su reino, Bowser decidió que primero debía aclarar algunas cosas con Luigi, antes de hacerle frente a los intrusos, ya que Kamek se haría cargo de ellos, por lo que inmediatamente se dirigió a la celda donde se encontraba el del sombrero verde.