Katsuki, casi una hora después, salió del local, sonriente y con una extraña felicidad naciendo desde su pecho, invadiendolo por completo. Caminó de nuevo a casa de Eijiro, encantado de poder decirle alguna buena noticia por una vez. Llegó en apenas unos minutos, ni siquiera se dió cuenta de que en ningún momento paró de caminar, se le hizo muy corto el trayecto. Abrió la puerta, y allí encontró a Eijiro, se acercó rápidamente a él.
-¡Buenas noticias!
Kirishima se giró a mirarlo, viendo sin moverse como Katsuki cerraba la puerta a sus espaldas. Sin mover ni un sólo músculo ni decir ni una sola palabra, esperó a que Bakugou comenzara a contarle las buenas noticias que traía consigo.
-He encontrado un buen trabajo.-Anunció, y la felicidad que derrochaba el rubio comenzó a contagiar también a Eijiro.
-¿Cuál es?
-Hay un restaurante a las afueras de la ciudad dónde hacen espectáculos. Me han contratado cómo cantante.
Eijiro tan sólo sonrió, pero tan sólo fue una mueca comparado con la gran sonrisa de Katsuki. Parecía estar más que feliz con haber sido contratado en aquel lugar. Él también se alegraba, pero a la vez, sentía algo extraño, ¿envidia, quizá? El sueño de Katsuki era cantar, y lo estaba consiguiendo una vez más. Él nunca ha estado cerca de lograrlo.
-Me alegro.
Tan sólo era una verdad a medias, se alegraba, pero a la vez deseaba con todas sus fuerzas que algo así también le pasara a él. Katsuki era bueno en lo que le gustaba y la gente podía verlo, todo lo contrario a él. Pero no va a mencionar nada al respecto, si lo hiciera, eso le convertiría en un verdadero idiota.
Katsuki estaba haciendo todo eso por él, y sólo por él. Eso era un verdadero acto que demostraba su amor.-Comenzaré la semana que viene. Y me pagan bastante bien.
El pelirrojo volvió a sonreír. Y esta vez, se vió algo más real. Katsuki, demasiado concentrado en narrar con sumo detalle como había conseguido el empleo, no se dió cuenta de la falsedad en la sonrisa forzada de Eijiro. Era genial que ahora fuera empleado en un trabajo como ese, uno que verdaderamente le gustaba y se le daba bien. Mientras las esperanzas de Eijiro se iban deteriorando, las de Katsuki no hacían más que crecer y fortalecerse.
Estaban en lugares tan distintos en ese momento, y cuándo se conocieron estaban en situaciones tan similares, que rápido pueden cambiar las cosas.-¿Que quieres que cante para mi primer espectáculo?-Preguntó Katsuki.-Tiene que ser algo bueno, para sorprender a todos y que me contraten de forma permanente. Pero lo que sea que elijas está bien.
-Oh... No sé, lo que tú quieras.
-Quiero que vengas a ese restaurante. Cuándo actúe, por supuesto.
-¿Yo?
-Sí, eres mi novio y es importante para mí que estés ahí.
¿Él? ¿Presentándose ante decenas de elegantes hombres de trajes caros y mujeres sofisticadas con joyas que cuestan más que su apartamento? Ni de broma. Su aspecto concordaba con todo menos con ese restaurante. Era todo lo contrario a la gente que solía cenar ahí. No tenía ropa para la ocasión, tampoco. Todo el mundo le miraría mal, y más si se presentaba cómo el novio del chico que iba a actuar, porque él no era una mujer.
Era su novio y no su novia, eso todo el mundo lo juzgaría.-¿Me estás pidiendo a mí que vaya a un restaurante como ese sabiendo que soy la persona menos elegante que puede existir?
El rubio rió ante esa respuesta.-No te preocupes. No está prohibida la entrada a los no-elegantes.
-Está bien, iré. Siempre y cuándo no digas en voz alta que soy tu novio.-Katsuki frunció las cejas.-Ya sabes, te despedirían inmediatamente, porque yo no soy una mujer.
-¿Por qué dices eso ahora?
-Tan sólo te estoy avisando. Lo mejor será que actúe cómo alguien de tu familia... Tu primo, por ejemplo.
-No nos parecemos mucho, no creo que nadie piense que somos familia.
-Eso es porque no seré tu primo hermano, sino tu primo lejano.
Esperó a que el otro volviera a reír, pero este no lo hizo. Tan sólo miró hacia abajo y frunció las cejas todavía más.
-Me gustaría decir que eres mi novio, Eijiro.
Eso era algo que él siempre pensaba.
Cuándo la vecina le preguntaba porque estaba tan dispuesto a ayudar a ese chico, él tan sólo decía que es porque era un buen amigo, y lo estaba pasando mal, alguien tenía que ayudarlo. Pero en realidad le quería decir lo mucho que le gustaba ese chico y que lo estaba ayudando porque lo quería. Pero, ¿cómo iba a decir algo cómo eso? Sería escandaloso si alguien supiera que el chico de la ópera era su novio.Le gustaría que Katsuki al terminar su actuación diga que él era su novio, y que lo quería, pero sabía que sólo recibiría miradas llenas de asco, cómo la que le dedicó su madre cuándo le dijo por primera vez explícitamente que le gustaban los hombres. Podría hacerse pasar por una mujer, pero por mucho que dejara crecer su cabello, se notaba a simple vista que era un chico. Y si cualquiera se enterara de quién era Katsuki, este tendría que decirle adiós a cualquier cosa que implique ser conocido, desde ser cantante en la ópera hasta ser cantante de rock. Y él lo último que quería era que Katsuki no lo consiguiera por su culpa.
-Yo también quiero decir que eres mi novio y que te quiero. Pero sabes que no podremos, a no ser que finja ser una mujer o algo así.
Katsuki asintió ante esto, y formó una sonrisa, para después decir, cambiando completamente de tema. -Me parece que eso de que finjas ser mi primo será lo mejor, con suerte se lo creerán fácilmente.
-Entonces, trato hecho. Actuaré como tu primo llamado Eijiro Bakugou.
-Ojalá te llamaras así por ser mi esposo y no mi primo.
Eijiro sintió en ese momento que su corazón iba a estallar. Estaba tan enamorado de Katsuki que no podía hacer más que sonreír.
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Ópera Y Lienzos | Bakushima
Fiksi PenggemarUn famoso y joven cantante de ópera era realmente infeliz, estaba triste y aburrido de todo en su vida. Pero, ese chico que conoció cuando se escapó de un ensayo, ese artista frustrado pero a la vez ilusionado, apareció para darle un poco de felicid...