Cuando llegamos a casa, mi hermana no estaba. Se había ido con Sofía para tranquilizarse porque Mateo se había enfadado muchísimo por lo que me había hecho.
- ¿Quieres descansar un poco? te vendrá bien después de todo esto.
Yo no quería dormir, quería quedarme con él. Quería pensar que todo esto era una pesadilla, pero desgraciadamente no lo era. Negué con la cabeza y él puso una mueca de pena, porque sabía que no podía hablar por culpa de mi hermana.
- ¿Qué quieres hacer entonces?
Nos señalé a nosotros y al sofá mirándolo a la cara.
- ¿Quiéres ver una película?
Volví a negar y eso lo dejó más confundido aún. Entonces agarré una libreta y un boli para escribir lo que quería. " Quiero quedarme contigo en el sofá". Se la entregué y me agarró de la muñeca para irse al sillón. Se sentó y yo me tumbé en su regazo llorando por lo que había pasado. Seguía enferma, por lo que todo esto me vino fatal.
- ¿Quiéres que esta noche me quede en el sofá para no dejarte sola? -
Cogí la libreta y escribí lo siguiente: " No, quiero que duermas bien, no te preocupes por mí". Se la entregué y asintió con la cabeza.
- Cualquier cosa me llamas.
Yo sabía que Mateo estaba muy cansado, así que me alegró que aceptara tan rápido. Al día siguiente teníamos clases y quería que descansara bien para enterarse de las explicaciones.
...
Mis padres llegaron de madrugada y vinieron a mi habitación para ver como estaba. Mi madre pegó tal chillido que hasta los padres de Mateo vinieron a ver que pasaba. Cuando me vieron así yo tenía una mueca de horror. Y lo peor fue cuando apareció Mateo. Se quedó pálido y se tapó los ojos. Me fui a ver al espejo y vi que se me había abierto la herida. Estaba llena de sangre.
Y ahí no pude más y empecé a llorar. Mateo vino corriendo y me abrazó ya que los adultos estaban histéricos llamando a una ambulancia.
Cuando mi hermana, medio dormida se asomó para ver que pasaba, abrió los ojos como platos y se puso a llorar. Tuvo que venir Sofía a por ella ya que yo estaba chillando de dolor. Estaba super mareada, pero no quería dormirme. Lo único que me faltaba era caer inconsciente. Mateo no paraba de llorar pero en silencio porque no quería que yo le viera. Me llevó al cuarto de baño y me lavó la herida con sumo cuidado para que no me doliera. No paraba de salir sangre cuando llegó la ambulancia. Mateo estuvo conmigo en todo momento.
En urgencias me llevaron a la sala en la que había estado antes. Esta vez me dieron 19 puntos y me dijeron que me quedara en el hospital esa noche para vigilarme. Yo estaba en la habitación y escuchaba como Mateo le gritaba a mi madre. ¿Qué estaba pasando? Mi madre entró en la habitación muy enfadada.
- ¡Tú tienes toda la culpa! ¡Si no le hubieras mentido a tu hermana y no hubieras sido tan cobarde no estarías así! - chilló mi madre.
- ¿De qué hablas mamá? - pregunté aterrada.
- ¡No me llames mamá nunca más! ¡No quiero saber nada más de ti!
Y se fue dejándome atrás llorando. Mateo entró en la habitación y me abrazó fuertemente.
- Ya sé a qué te referías el otro día. Lo siento mucho. Te puedes quedar en mi casa hasta que tú te encuentres mejor y hagas lo que quieras.
- ¿P-por qué to-todo m-me pasa a mí?
- No lo sé. Tú no mereces pasar por todo esto. No sabes cuanto lo siento.
- ¿A tus p-padres n-no le m-molestaré? - pregunté entre lágrimas.
- ¡Claro que no! están de tu parte y han sido ellos los que se han ofrecido para quedarte con nosotros.
- ¿De ver-verdad?
- Por supuesto que sí. - dijo quitándome delicadamente el pelo de la cara - Descansa Ana, me quedaré esta noche contigo.
Admito que me costó quedarme dormida, pero una vez lo hice, descanse tras esos días de caos.
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Una vida de cambios
Teen FictionLa joven Ana ha tenido que mudarse a Grecia por el trabajo de su padre en la famosa empresa star+. Ana se siente ignorada por sus padres hacia sus graves problemas. Tras una gran pelea madre e hija, Ana pierde a sus padres, quienes son denunciados...