Una vida de cambios

Capítulo 1

Quién hubiera pensado que ahora mismo estaría colocando en mi nueva habitación las cosas que contienen las cajas de la mudanza más dura de mi vida. Ya que no solo me estoy despidiendo de mi casa, estoy dejando atrás mi ciudad natal; la ciudad en la que he conocido a mis mayores amistades hasta ahora y dónde he pasado toda mi infancia.
Es muy difícil hacer un cambio tan brusco en mi vida, pero aqui estoy, en Grecia.
Esto se debe al nuevo puesto de trabajo de mi padre en la famosa compañía star+.
Llevo un tiempo intentando asimilar todo lo que está pasando, pero por mucho que lo intento no lo consigo. Por lo que cuando terminé de colocar todas mis cosas, salí a dar un paseo para aclarar mis ideas.
Ahí fue cuando lo vi, un chico de mi edad estaba sentado tranquilamente en un banco escuchando música gracias a unos auriculares blancos.
Precisamente me llamó la atención porque no se parecía en nada a ningún otro chico de mi edad. Por mucho que me cueste admitirlo, sí, me fui pensando en él.
Al llegar a casa subí las escaleras para ayudar a mi hermana Lucía, de trece años a ordenar su habitación.
- ¡Ana, pero qué haces! - chilló al ver como revisaba una de las cajas.
EStuve alrededor de una hora ayudándola a ordenar todas sus cosas, pero mis intentos de ser amable fueron en vano, la habitación seguía igual.
Mi madre me llamo para que fuera a la cocina, donde ella se encontraba, para anunciarme algo.
- ¿Qué pasa mamá?
- Mañana tu hermana y tú empezáis el instituto, las clases comienzan a las siete de la mañana y terminan a las cinco de la tarde.
- Pero mamá, llevamos aquí menos de veinticuatro horas, no podríamos...
No pude terminar la frase porque me cortó de inmediato.
- ¡No te pongas a protestar ahora! Y agradece que puedes empezar las clases a estas alturas.
Salí de la cocina enfadada por su contestación. Era cierto que nunca habíamos tenido una muy buena relación, esto era porque exigía tanto de mí, que terminé respondiéndole. Esto sucedió cuando yo tenía nueve años y actualmente tengo diecinueve, por lo que llevamos diez años peleando constantemente.
El resto de la tarde la pasé en mi habitación leyendo, ya que era mi pasatiempo favorito.