Capitulo 29

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El destino, el cielo, un ser superior, la suerte, o lo que fuese estaba por responderle.

Toc Toc Toc

La puerta de su habitación sonó.

Hyunjin quien estaba más cerca emocionado porque se imagino que podía llegar a ser Jeongin adoptó una posición menos infantil, para abrir la puerta del dormitorio, grande fue su sorpresa en encontrarse a un hombre de cabello oscuro frente a él, que lo miraba con ojos gatunos, llenos de curiosidad.

- ¿ Sí, dime? - su voz salió un poco ronca.

- ¿Se encuentra Jisung?

El mencionado al escuchar su nombre pareció salir de su trance, donde todas las dudas se convertían en una densa bruma que lo cegaba.

Miró hacia la puerta y vio al personaje principal de sus más recientes sueños y fantasías.

Minho lo miraba con ojos llenos de tristeza y anhelo.

Jisung objeto de sus nervios, su ansiedad aumentando no quería enfrentarlo, no ahora.

No se veía capaz de controlar sus sentimientos, los mismos que comenzaban a salir en forma de lágrimas, llenando sus ojos.

Su respiración siendo rápida y ese dolor en el pecho tan característico, que contrastaba completamente con el deseo de correr a los brazos de ese hombre, olvidar todo, llenarlo de besos y entregarse una vez más. 

Pero no, no podía hacer eso. No cuando había sido según él utilizado de aquella forma, no cuando le prometió la luna y las estrellas y lo soltó  completamente, sin importarle que no llevara paracaídas, estrellándose en el piso, partiéndose en millones de fragmentos.

Fragmentos que se había encargado de ir recogiendo poquito a poco.

Pieza por pieza.

- Vete- dijo sin más.

Minho solo lo miro e intento avanzar hacia él, pero Hyunjin se interpuso en su camino.

Le colocó una mano en el pecho a Minho evitando que avanzará.

Hyunjin no solía ser un entrometido, es más, si se hubiese tratado de otra persona hubiese tomado su chaqueta  y se hubiese largado, no le interesaba.

Pero Jisung al igual que Jeongin despertaba un instinto protector en él. No sabía de dónde salía, y si ese chico le daba un puñetazo seguramente lo haría espárragos.

Sin embargo no se dejó amedrentar por la mirada furiosa de aquel que él suponía era alguien que por el gesto que se encontraba plasmado en la cara de Sungie, le habia hecho mucho daño.

Minho le dio retiro la mano de un solo golpe.

-QUÍTATE-

- Ya lo escuchaste, lárgate!-

- ¿Tú quien eres para interponerte?- dijo bruscamente.

- Soy...soy su novio- dijo serio.

En sus adentros Hyunjin ya veía la enfermería o el hospital más cercano. No porque él fuese malo para pelear, sino por el aura que comenzó a desprender aquel tipo.

- ¿S-su novio?- dirigió su mirada a Jisung.

Este bajo la vista al piso, sin poder decir contradecir a su amigo, quien había mentido para evitar que Minho entrará. 

- Sí, así que vete- repitió Hyunjin.

Minho sintió su pecho contraerse en dolor, y supo como se había sentido Jisung en su momento. 

Aunque claro, no se comparaba, porque él sabía que las fotografías y el "engaño" era mentira, solo una treta para separarlos.

Y le dolió.

Le dolió aceptar que Jisung lo había superado. Que nada de ese amor que creía sentir había sido tan fuerte como para resistir, pero no lo culpaba. Él en su lugar también lo hubiese creído, todas las pruebas estaban en su contra.

Y Han se había reparado de su repentina separación, y vaya que lo había superado, porque aún dentro de todo aceptaba que el nuevo novio de Jisung era un tipo guapo.

Maldito. Lo odiaba con todo su ser.

Él ahora tenía lo que tanto amaba y quería recuperar.

Recuperar algo que jamás quiso perder.

Dio vuelta sobre sus zapatos sintiéndose un intruso.

Intruso en la vida de Han.

Cabizbajo y limpiando las lagrimas que brotaron sin ningun permiso, camino a paso rápido hacia su auto y  estacionado no muy lejos de ahí, y una vez entrando en él, apoyó sus brazos en el volante, derrumbándose sobre los mismos.

La situación en la habitación no era muy diferente, su corazón había dolido al ver el rostro del mayor dar la vuelta e irse.

La promesa había sido rota.

Una vez más Jisung lloraba por Minho...
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Su madre llegó a su apartamento, lo encontró metido en su cama, sin bañarse, con sus cabellos revueltos, había muchas cajetillas de cigarrillo por todos lados, vicio al que le había cogido el gusto para apaciguar su ansiedad.

- Por lo que veo no resultó bien- pensó su madre.

Minho contó a groso modo como le había ido el día de su visita a Jisung, su encuentro con el tal Hyunjin.

Ya no salían lágrimas.

Lo lloró durante tanto tiempo que ya no había nada.

Su madre estaba preocupada, su hijo se había sumergido y encerrado en un mundo de dolor, sin embargo vio determinación en él aquella noche. .

-Voy a olvidarlo- le dijo seguro.

La señora Lee asintió, sin embargo conocía a su hijo, y sabía que los sentimeintos que tenía por el famoso Jisung no serían fáciles de arrancar, por eso decidió que debía hacer una visita.

Ahí estaba la señora Lee investigó el número de habitación, y recordaba su rostro por las fotos que Minho le había enseñado antes, se dirigió a paso seguro hacia el edificio buscando el número brindado, sin saber muy bien qué hacer o que decir, esperaba exponer la situación.

Sería difícil que Han Jisung creyera en ella, dado que ella hablaría como una madre.

Pero nada perdía con intentar, la felicidad de su hijo estaba en juego.

Llego a la habitación que buscaba, extendió la mano para tocar, pero esta se quedó congelada.

-mhggg, más-

Trato de enfocar su oído, no podía ser.

- Oh dios ahí, Hyunjin mghh-

Llevo su mano a su boca por la impresión.

El corazón de su hijo no lo hubiese soportado, y una lágrima rodó por el rostro de la señora Lee.

-No hay nada que hacer-

BDSM ¿Quieres ser mi Sumiso? | MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora