BDSM ¿Quieres ser mi Sumiso? | MINSUNG

Capitulo 32

6 meses después

Jisung caminaba por las calles de Londres.

Lo que lo había lastimado en el pasado no importaba más. Él había sobrevivido. Se fue para alguna vez dentro de un par de años regresar, pero hoy ya no estaba tan seguro.

Londres era un buen lugar para vivir, para establecerse. El idioma le había costado, sin embargo a esta altura lo hablaba casi a la perfección.

Los Londinenses eran amables con él,  y había hecho grandes compañeros aquí.

No podía decir que eran sus amigos, no al grado de Jeongin, sin embargo las relaciones eran buenas.

Jeongin y él se comunicaban por video llamada al igual que con Hyunjin.

Se contaban su día, logros y problemas al estar separados.

Hyunjin le había dicho que en las primeras vacaciones que tuvieran lo irían a visitar, quería sorprender a su novio con ese viaje.

Jisung estaba feliz.

Caminaba tranquilamente en una zona llena de bazares en una avenida cerca de su casa.

Le gustaba curiosear por ahí, vio de pronto un puesto de accesorios, hermosas bufandas de todo tipo de textiles se extendían en un estante.

Tomó uno dentro de sus manos, la tela era suave y parecía escurrirse entre las manos. Decidió comprar una de textura suave, al tacto le recordaba a algo, pero no sabía a qué...

Se dirigió a pagar a la zona de caja, extendió el productor y el dinero para cancelar. El chico le dirigió una sonrisa, muy hermosa.

Sin embargo...no era la que su corazón anhelaba ver.

Se dio un golpe mental alejando esos inútiles pensamientos en su testaruda cabeza.

¿De qué servirían? Exacto, de nada.

Solo servían para martirizar su pobre y estrujado corazón.

- ¿Jisung? -

Esa voz...esa maldita voz resonaba nuevamente en su cabeza.

Y lo vio ahí, de pie con un gesto indescifrable en el rostro.

Era ¿burla? o tal vez, pena.

- H-hola, no espere encontrarte aquí- su voz temblaba al hablar.

- Yo tampoco- dijo serio.

- ¿Podemos hablar?- preguntó.

- ¿Hablar? No te parece que hablamos suficiente la última vez que nos vimos, no es necesario hablar.- el resentimiento salió a flote- así que si me permites, me voy.

Intento avanzar pero no lo logró, la mano contraria se afianzó en el brazo de Jisung.

- Tenemos que hablar.

Se vieron a los ojos buscando alguna clase de trampa, alguna duda, una razón para no hacerlo, pero habian muchas cosas inconclusas entre ellos.

Era hoy o nunca.
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Jisung se encontraba sentado frente a él, esa persona que fue el causante de sus desgracias.

Lee Felix lo veía de forma tímida o quizás hasta arrepentida.

- Gracias por permitirme aclarar las cosas- movió su mano nerviosa sobre la taza de chocolate caliente que sostenía-

- Te escucho- Jisung luchaba por no arrancarle los ojos.

Aunque sabía que el inviduo frente a él no se merecía mayor desprecio que Minho, al final era con él con quien había tenido esa "relación", si se le podía llamar así.

- Y-yo - los ojos comenzaron a llenarse de lágrimas- cometí un error.

Era eso de lo que se trataba, iba Felix tratar de excusarse frente a él, le diría que Minho y él se acostaron de forma accidental, se podía ser tan cínico. No quería escucharlo. Simplemente no podría soportar escuchar que Felix le dijera que fue Minho quien lo busco y quien le rogó que tuvieran algo.

-Yo te mentí- una lágrima descendió por su mejilla- Minho no te engañó, todo fue una artimaña  mía, porque estaba dolido y obsesionado, sé que lo arruine y probablemente sea muy tarde para disculparme pero no puedo dejar pasar esta oportunidad, necesito limpiar mi consciencia de algún modo, esto me ha perseguido por meses y no me deja disfrutar mi felicidad, la felicidad que tengo con Changbin por la culpa que siento.-

Todas las palabras eran como un balde de agua fría tirados al cuerpo moribundo de Jisung.

¿Consciencia? Acaso Félix tenía una.

¿Culpa? Nunca sería suficiente.

¿Felicidad? Era acaso justo que disfrutará cuando él había sido capaz de arruinar la felicidad de dos personas que se amaban.

Se sintió el ser más estúpido del planeta. ¿Cómo pudo dudar? ¿Cómo pudo dudar del amor que Minho le demostró? Y más importante ¿Cómo remediarlo?

Como un robot controlado por algo más Jisung lanzó su bebida que por suerte era un té frío al rostro de Félix,  se levantó en automático y salió nuevamente rumbo a su hogar.

Al llegar se derrumbó una vez más, lleno de arrepentimiento.

6 meses habían pasado de su partida, el tiempo no avanzaba en balde, y aunque él amara a Minho todavía probablemente el mayor lo había olvidado.

Jisung se había auto engañado estos meses, le habia hecho creer a su corazón que ya no existía ningún sentimiento por el pelinegro.

Todo era mentira.

Los sentimiento seguían ahí.

La pregunta era ¿Estaría dispuesto a pelear por ese amor?

O todo había muerto.