BDSM ¿Quieres ser mi Sumiso? | MINSUNG

Capitulo 31

El tiempo no perdona decían por ahí.

Y todos lo experimentamos, la diferencia es que para algunos era doloroso.

Minho decidió trabajar incluso horas extra, sumergido en el trabajo. La empresa y sus negocios crecían, pero cada noche al estar solo se derrumbaba. La perfección que mostraba en la oficina, reuniones y viajes a otras empresas e incluso al extranjero solo eran un método de matar el tiempo para Lee.

Jisung por su parte arreglaba los documentos para poder partir de su país.

Estaba decidido, iba a marcharse.

Hyunjin y Jeongin eran los testigos de como iba apagándose cada día.

Y Jeongin no lo soportó más, por eso un par de días antes de que su amado amigo se despidiera de él, fue a la empresa de Minho, esperó por más de una hora junto con Hyunjin al teléfono haciendole compañia y despues de firmar y brindar su contacto en recepción, la encargada le habia dado un carnet de visita, para poder subir a presidencia, había tenido que esperar debido a que Minho había tenido una conferencia.

Al ser anunciado un sorprendido Minho lo recibió, su mente imaginando los peores escenarios posibles.

Algo le había pasado a Jisung o sino su mejor y único amigo no estaría aquí, sin embargo fue grande su sorpresa cuando Jeongin le rogó que lo detuviera.

- Por favor haz algo- rogó- Minho tienes que arreglar las cosas con él antes que se vaya.

- Él no me cree- decía triste- no puedo hacer nada, ya lo intenté todo.

- Aun estas a tiempo- pedía- haz que mi amigo vuelva a ser el mismo de antes, por favor.

A Jeongin le dolía que Jisung no sonriera y sabía que a pesar que el irse de intercambio era una excelente oportunidad la mayor motivación de Jisung no era por lo académico, sino por algo emocional.

Porque a pesar de que trataba de  fingir cada día que todo estaba bien, ya no reía como antes.

Por eso esperaba que Minho ayudará, pero a este punto el mayor ya no estaba seguro de seguir luchando. Se largo de la empresa de Minho con mucha desilusión y dejando a un pelinegro peor de como lo encontró.

Mingo había amado a Sungie por unos cuantos meses y quizá simplemente no era suficiente.

Más tarde ese mismo día Jeongin enfrentó a Jisung.

- No seas cobarde- gritaba- estas huyendo-

-No estoy huyendo de nada ni de nadie- negaba

- Claro que sí,  lo haces!- reclamaba- y me estas llevando de encuentro Jisung-

- Yo no te he hecho nada- respondió confundido por la palabras del menor.

- Te parece poco quitarme a mi mejor amigo- sus ojos se llenaron de lágrimas, sollozando bajito. Hyunjin estaba por querer abrir la puerta a fuera de la habitación para consolar a su novio.

- Siempre voy a estar para ti Jeongin- sollozo de igual manera.

- No, te iras lejos y encontrarás a alguien más, me olvidarás-

- Eso jamás pasara- se acercó poco a poco fundiéndose en un fuerte abrazo.

- prometelo- extendió el dedo meñique- juralo.

-te lo juro- unieron sus dedos meñiques en una promesa que es inquebrantable.

Y se quedaron unidos en un abrazo por unos minutos hasta que llegó Hyunjin abrazando a ambos.
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Todo estaba listo para su viaje, el día en que partiría oficialmente llegó y tanto Jeongin como Hyunjin fueron a despedirlo al aeropuerto.

Jisung se dirigió a la sala de espera entre lágrimas. Sentía que estaba dejando la mitad de su corazón.

Minho miraba el reloj nervioso, sabía por Jeongin que Jisung tenia su viaje hoy por la tarde lo había mencionado en aquella visita que le hizo.

No sabía la hora exactamente, estaba pensando de más, pero se daba cuenta que su miedo más profundo era perder a Jisung definitivamente.

Por eso corrió como loco al área de recepción exigiendo que buscará el contacto de un tal Yang Jeongin que había llegado a sus instalaciones hace 2 días en el horario de las 2:30 pm.

Una vez dado el contacto Minho no dejo de marcar el teléfono, recibiendo una contestación al otro lado de la línea después de tres tonos.

- ¿Jeongin?

- H-hola, sí?- decía confundido.

- ¿Dónde está Jisung?

-¿Minho? Maldita sea Minho, está en el aeropuerto, va a largarse en media hora.

Su corazón bombeaba fuertemente en su pecho.

Minho colgó la llamada y condujo rápidamente hacia el aeropuerto de Incheon, esperaba con todo su corazón poder alcanzarlo.

Al llegar al lugar unos momentos que pareció una eternidad pasándose luces rojas de semáforos y rompiendo algunas leyes de tránsito en el proceso logró llegar.

Sus ojos se detuvieron en la pantalla, vuelo hacia Londres, Inglaterra había despegado.

Sin duda Jisung se había ido, y con ello se había llevado su corazón, dejando un cuerpo vacío y sin vida.

Minho no pudo soltar ninguna lágrima a partir de entonces, se sentía flotar por la impresión.

Era su culpa, nunca le impuso un alto a Félix, nunca le contó sobre él a Jisung, nunca le repitió hasta el cansancio que lo amaba.

Fueron muchos los te amos que quedarán atorados en su garganta, guardados dentro de su pecho, y cada uno era como espinas que envolvían su corazón y lo hacían doler y sangrar.

Pero todo eso ya no importaba.

Jisung...se había ido.