Ya no sabia donde acumular tanta angustia, pensé en algún método rápido para acabar con todo este sufrimiento, pero sabia que si acababa con mi vida, destruiría la vida de mi príncipe.
-¿Estas bien? -Me pregunto Michel moviendo su brazo sobre mi cintura.
-Si, no te preocupes. Me levante para el baño y comencé a golpear todo, la puerta, pared, etc. Tuve diez minutos de rabia, de nervios incontrolables.
-TE PASA ALGO? Michel abrió la puerta del baño asustado, yo estaba sentado en el suelo. El puso una mano en mi cintura y otra en mi hombro, me llevo a la cama.
-Te quedas descansado- Me dijo enojado por mi comportamiento.
Yo me quede acostado, estaba mirando la luz que entrada desde la ventana. Cerré los ojos y caí en un sueño profundo. Escuche dormido a Mchel hablar con Annire sobre mi en la cocina. Así que preste atención, hablaban algo sobre un siquiatra y psicólogo, todos los pedazos se juntaron, necesitaba hablar de mi tema con especialistas. Entonces volví a dormir.
- 7:30! Tenes turno con el psicólogo.- Dijo Annie
-Y Michel? - Pregunte
-Esta en el colegio, rápido porque vas a perder el turno.
Yo no quería hablar con nadie, y menos con ese tema con una persona que no conocía, así que decidí no ir .
-Mejor no voy, mis brazos duelen.
-Esta bien, hoy te quedas, pero el psicólogo vendrá mas tarde.- Cuando escuche eso de la boca de Annie quería salir corriendo, no necesitaba a ningún psicólogo, no necesitaba a nadie.
-OK! -Respondió subiendo la escalera.
NO, NO, NO.. no quería a nadie, estaba planeando como salir corriendo cuando el venga y me haga todas esas preguntas estúpidas, sabia que no me iban a ayudar, tendría vergüenza de contar todo, solo no quería y ya.
-LLEGUE! -Michel llego del colegio, entonces baje corriendo y lo abrase, No quiero ver a ningún psicólogo -susurre en su oído -.
-Pero tienes que hacerlo, te queremos ver bien.
-Pero no quiero, prefiero hablar esas casas contigo, no quiero y ya, por favor.
-Esta bien. -
Yo sol sonreí, tome su mano y subí las escaleras.
-Vamos, tengo una sorpresa para ti.
En ese momento me emocione. Caminábamos por el pasillo y abrió una de las puertas.
-Entra aquí, prende la luz y te sorprenderás.
Entonces entre, prendí la luz y no había nada, siquiera una ventana.
-Lo siento, esto lo hago por tu bien.-
El maldito me encerró, en ese momento lo odie, seguro que es por el psicólogo.
Entonces me senté a llorar, no sabia que iba a preguntar, tenia muchos nervios, no dejaba de temblar. Cuando de repente alguien golpea la puerta.
-QUIEN ES? -Grite
-Soy Madison, la psicóloga.