Reborn As Hayley Marshall

6. Pizza

Cuando escucharon que Elijah regresaba, también escucharon a otra persona caminando con él, haciéndoles saber que Klaus había venido. Pero eso no era en lo que estaba concentrada Hayley, estaba concentrada en la caja de pizza que él llevaba.

Esperó con impaciencia mientras escuchaba a las brujas discutiendo con los dos hermanos.

—No, es imposible, —dijo Klaus.

—Yo mismo dije lo mismo —, le dijo Elijah mientras me entregaba mi pizza.

—Gracias, —le dijo sonriendo.

—Esto es una mentira. Todos ustedes están mintiendo. Los vampiros no pueden procrear. —Escuchó decir a Klaus. Sabía que le llevaría tiempo procesar y asimilar la información. Era muy paranoico, pero pasó como 1000 años huyendo de su padrastro, por lo que es comprensible.

—Pero los hombres lobo pueden. La magia te convirtió en vampiro, pero naciste hombre lobo. Eres el híbrido original. El primero de tu especie, y este embarazo es una de las lagunas de la naturaleza. —Sophie le dijo entrecerrando los ojos hacia mí y dándome una mirada crítica que Klaus y Elijah vieron.

Elijah se sentía muy protector con Hayley, no sabía por qué, pero lo descartó por ahora. Tenían problemas más importantes en este momento.

Klaus vio a Sophie entrecerrar los ojos de manera juzgadora hacia Hayley y sintió la necesidad de destrozarla. Nunca antes se había sentido así, pero estaba demasiado paranoico para reconocer esos sentimientos en este momento.

—¡Has estado con otra persona, admítelo! —Klaus le gritó a Hayley. Pero sus propias palabras hicieron que su corazón se sintiera como si estuviera estacado al pensar en ella con otro hombre. —¿Qué diablos me pasa? —pensó para sí mismo.

—¡Ey! He estado cautiva durante días porque creen que estoy embarazada de un bebé milagroso. ¿No crees que lo habría confesado si no fuera tuyo? —dijo haciendo una pausa en su comida para regañarlo.

Hayley sabía lo que Sophie estaba a punto de decir y, sinceramente, le dio ganas de golpearla de nuevo. —Bueno, le dije a Elijah que golpearía a otro brujo cuando regresara. —Pensó para sí misma.

—Mi hermana dio su vida para realizar el hechizo necesario para confirmar este embarazo, debido al sacrificio de Jane Anne, las vidas de esta niña y su bebé ahora están controladas por nosotros. Podemos mantenerlos a salvo, o podemos matarlos. Si no nos ayudas a derrotar a Marcel, ayúdame a mí o Hayley no vivirá lo suficiente para ver su primer vestido de maternidad. —Sophie amenazó pensando que el hechizo de las brujas funcionó.

Tal como prometió, Hayley volvió a golpear a Sophie antes de agarrarla con fuerza por el cuello y asfixiarla. Usó su agarre para levantar a Sophie del suelo.

—¿Qué dije sobre las amenazas, bruja? —Hayley cuestionó en un tono amenazante que hizo que tanto a Elijah como a Klaus les apretaran los pantalones.

Elijah tomó medidas rápidamente antes de que Hayley terminara matando a Sophie. —Cálmate, el estrés no es bueno para ti —dijo poniéndole una mano en el hombro para calmarla.

Hayley lo miró por un segundo antes de arrojar a Sophie a un lado para que pudiera volver a comer su pizza.

—Además, si tu hermana y tú os metierais en vuestros propios asuntos, ella seguiría viva. Así que no tenéis a nadie más que a vosotras mismas a quienes agradecer su muerte. —Hayley replicó con una sonrisa en su rostro a la bruja que estaba agarrando su cuello y sin aliento.

—Basta de esto. Si quieres a Marcel muerto, está muerto. Lo hare yo mismo. —Elijah dijo desviando la atención de Sophie de la mujer lobo embarazada antes de que pudiera hacerle algo.

—No. No podemos, todavía no. Tenemos un plan claro que debemos seguir, y hay reglas. —Sophie le dijo sacudiendo la cabeza.

Hayley y Elijah se volvieron hacia Klaus para ver su reacción. Y tal como esperaban, explotó porque alguien trató de decirle qué hacer.

—¿Cómo te atreves a mandarme, a amenazarme, con lo que erróneamente percibes como mis debilidades? Esto es patético engaño. No oiré más mentiras. —Klaus dijo enojado.

—¡Niklaus! Escucha. —Elijah lo instó, sus palabras hicieron que todos se callaran.

Hayley siguió comiendo su pizza pero sabía que Klaus y Elijah estaban escuchando los latidos del corazón del bebé. Él la miró, y cuando sus ojos se encontraron, ella pudo ver la vulnerabilidad en sus ojos, pero rápidamente se dio la vuelta.

—Mátala a ella y al bebé. ¿Y a mí qué me importa? —Klaus dijo antes de darse la vuelta para irse, sabía que si pasaba más tiempo allí, cedería y aceptaría que la dejó embarazada y que sus sueños de tener una familia propia se estaban haciendo realidad.

—Nadie toca a la chica. Arreglaré esto —, dijo Elijah con un tono de firmeza antes de que alguien hiciera algo precipitado.

Mientras Elijah fue a hablar con Klaus, Hayley terminó el resto de su pizza.

—Marcel y sus vampiros están fuera de control, había que hacer algo —, dijo Sophie.

—¿Y la solución es traer más vampiros? —la perra- uh quiero decir bruja Agnes dijo.

—Estos no son vampiros cualquiera, Agnes. Son los Originales. —Sophie discutió.

Los planes que Hayley está haciendo en este momento sobre cómo torturar a Sophie se vuelven cada vez más largos. Como, vamos, qué clase de imbécil usa a un bebé para controlar a alguien.

—¿Qué te hace pensar que puedes controlar al híbrido? —Agnes la interrogó.

—No puede. —Elijah dijo apareciendo de la nada apoyándose en la pared: —Yo tampoco estoy del todo seguro de poder hacerlo. —Pero ahora que tu aquelarre ha provocado su ira, tengo una pregunta. ¿Qué impide que mi hermano te asesine en lugar de cooperar? —Elijah cuestionó.

Sophie tomó una aguja y se la mostró al Original. Ella pinchó su mano.

—¡Ay! —Hayley gritó con dolor falso mientras hacía una ilusión del pinchazo de una aguja en su mano.

Elijah rápidamente se acercó a ella solo para ver una gota de sangre en su mano, exactamente en el mismo punto donde Sophie se lastimó.

—¡¿Qué demonios?! —Hayley gritó con ira, fingiendo que no sabía lo que pasó.

—El hechizo que realizó mi hermana, el que hizo que la mataran, no solo confirmó el embarazo. Me unió a Hayley. —Sophie dijo con una mirada arrogante en su rostro, pensando que tenía la sartén por el mango.

—Así que todo lo que me pasa a mí, le pasa a ella, lo que significa que su vida está en mis manos. —Seguía sin recordar cómo Hayley no se lastimó cuando la golpeó o la estranguló.

—Puede que a Klaus no le importe su propio hijo, pero está muy claro lo que ya significa para ti. Si tengo que lastimar a Hayley, o algo peor, para asegurarme de que tengo tu atención, lo haré. —Terminó con una molesta mirada de culo en su rostro.

—¿Te atreverías a amenazar a un Original? —preguntó divertido.

—No tengo nada que perder. —Ella replicó con confianza: —Tienes hasta la medianoche para hacer que Klaus cambie de opinión —, le dijo con una amenaza subyacente a sus palabras.