Tengo que ser siempre el mejor.

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¡Hola a todos! Espero estén pasando un buen día. Pero dejemos cualquier aclaración o comentario extra para el final... Disfruten la continuación. Recomendación: poner música épica en la batalla que presenciarán y una tristona al finalizar la pelea.

>«Parece que será un grandioso día» -pensó Ash, observando el lindo día que se manifestaba a través de la ventana de su habitación-. Todavía es temprano –faltaba alrededor de una hora para que saliera junto a Serena-, supongo que aprovecharé para alistarme con calma.

-Por el lado de Serena, no pudo evitar ser interrogada en la noche al llegar a su recámara. Bonnie y Korrina no paraban de mencionar lo grandiosa y linda que sería su cita, mientras Serena intentaba esconderse por el bochorno que estas le provocaban. Por la mañana, fue Korrina la primera en despegar pestañas, puesto que no iba a permitir que su amiga saliera impuntualmente a su encuentro con el entrenador. Despertó a Serena, diciéndole que se apurara a sacar aquel atuendo que compraron antes de viajar a la isla. Serena se frotó los ojos y soltó un muy leve <sí>, se dirigió al baño, donde tomó una ducha. Al salir se encontraba con su nueva vestimenta. Korrina le ayudó a realizarse un peinado distinto, con lo que seguro dejaba embelesado al chico. Estando lista, salió de la habitación, despidiéndose de su amiga y agradeciendo su ayuda, y algo aliviada de que Bonnie siguiera durmiendo, porque seguramente estaría armando un escándalo por todo el recinto.

Ash ya esperaba a su amiga, fuera de su propia habitación. Clemont estaba al tanto de su salida, a lo que simplemente le deseó lo mejor, mencionándole que había la posibilidad de que más tarde se encontraran, ya que él obviamente saldría con Korrina (y posiblemente Bonnie de mosca). Al escuchar unos pasos acercarse su corazón latió con mayor potencia, debido a que se hacía a la idea de quién podría ser. Llevó su mirada al lugar proveniente de aquel caminar y, efectivamente, era Serena. La vista del entrenador recorrió por completo el cuerpo de la performance, la cual se sintió avergonzada, no obstante, quedó en silencio, permitiéndole a «su» chico que la disfrutara a plenitud. Serena portaba una minifalda gris y una especie de top negro con mangas largas; dejando al descubierto sus piernas, abdomen, cuello y parte de los hombros. Sin dudas una vestimenta sencilla pero sexy. Su cabello lo tenía recogido con una larga cola de caballo. Serena terminó de acortar la distancia con Ash, quien la saludó alegremente, como de costumbre, como si todo aquello hubiese sido algo sin tanta importancia. La chica admiró a Ash, pues él traía puesto un pantalón negro recto y una playera que combinaba el color gris con turquesa, además, que no estaba usando su habitual gorra; para ella se veía muy apuesto.

La joven pareja salió del hotel. Estuvieron caminando a paso lento, platicando de lo bella que era la isla, lo agradable de su clima, Ash le contó a Serena algunas historias de las demás islas, omitiendo un detalle importante, ya que eso lo desvelaría una vez llegaran al Palacio de la Victoria. Pero antes fueron a desayunar. Se adentraron en un puesto local de comida, donde comieron algunos platillos a base de Magikarp y Krabby. Minutos más tarde, se encontraban camino al sitio que Ash deseaba mostrarle a Serena. Esta estaba curiosa, deseosa de saber qué es lo que Ash le podría mostrar allá-

>Serena –ella solo dirigió su vista a sus ojos-, aquí yace un momento de mi infancia, uno que es muy importante y significativo para mí.

>«Vaya, ¿así de importante es este sitio para él?» -cuestionó en su mente-. En ese caso, espero hagamos el recorrido VIP –se acercó al azabache, tomándolo por la mano-

-Ambos se pusieron rojos por tal acción, pero Ash sonrió, agregó que así sería, apretó ligeramente la mano de su acompañante y accedieron al lugar. Ash le iba platicando un poco sobre las cosas que iban visualizando conforme avanzaban. Serena se sorprendía de lo mucho que parecía conocer el lugar, las islas aledañas y los recorridos que había que hacer para llegar a cada una de ellas sin tantas dificultades. Lo que más la sorprendió es que Ash las había recorrido usando su Lapras. Momentos después, por fin se encontraban en la sala más importante, aquella donde permanecían los recuerdos de todos lo que alguna vez lograron derrotar al campeón de la Liga Naranja. Ash guio a Serena directamente a donde se encontraba una piedra, la cual poseía las huellas de sus amigos, los cuales le dieron la victoria hace tantos años-