Revelaciones PT.2

164 28 14
                                    

Bajé las escaleras y fui a la cocina. Bible estaba bebiendo una taza de té y comía una tostada silenciosamente mientras ojeaba el periódico. Cuando me apoyé sobre la mesa, él alzó la vista y sonrió apretando un poco los ojos. Fuera se veía que hacía un día hermoso, aunque algo pesado para ser otoño, de modo que acerté en ponerme una camiseta de mangas cortas y mi short de jeans. Dejé las converse de lado por el día, si iba a mojar mis pies, mejor estar de sandalias o descalzo.

- ¿Quieres? -Me ofreció señalando las tostadas.

Negué con la cabeza.

-Es extraño que casi nunca desayunes por la mañana, Biu. Yo me levanto como si nunca hubiera comido nada.

Me reí.

-El té estuvo bien. Además, últimamente desayuno en la cafetería de la universidad.

-Sí, ya imagino con quien -masculló intentando que no lo oyera, pero lo hice- ¿Una galleta? -insistió.

-Nop.

- ¿Nop? Vaya, luces y te oyes de muy buen humor. Cualquiera diría que has soñado conmigo -bromeó.

Comencé a toser.

«Sí, y ha sido el sueño más maravilloso que he tenido. Lástima que sea eso, solo un sueño»

-No, solo estoy de buen humor y punto, ¿vamos a lo nuestro?

Él alzó una ceja, divertido.

-Ya sabes a lo que me refiero, bobo, dijiste que podría ayudarte a lavar el auto.

Una sonrisa se expandió por su rostro.

-Es verdad. -Bebió lo que quedaba en su té, le dio el último mordisco a su tostada y luego de dejar todo en el fregadero añadió-: Vamos, precioso. El tiempo nos apremia.

Tragué saliva. Precioso, cada vez que lo decía, mi corazón vibraba como las alas de un colibrí.

-Vamos -dije cuando me aseguré de que no iba a desarmarme allí mismo.

Cuando puse el pie izquierdo sobre el primer peldaño del porche, comprendí que mi ofrecimiento de ayuda hacia Bible había resultado ridículo y una muy mala idea. Así que además de estar como estaba, se sumaba el hecho de verlo con ese ligero bronceado que lo hacía lucir como un pecado andante. Respiré profundo y, sin poder evitarlo, clavé la mirada en su camiseta que se había ido humedeciendo por razones obvias. Me regañé a mí mismo por mis estúpidas decisiones, y más aún, por mi poca contención ante mis emociones.

- ¡¿Vas a ayudarme o piensas quedarte toda la tarde allí?! Admirándome por cierto -gritó desde la otra esquina.

Resoplé y rodé los ojos. Bible hizo una serie de muecas graciosas y yo le saqué la lengua. Todo lucía tan infantil, y aún así era divertido. Siempre que estaba con él era divertido. Cuando centré mi atención en el auto, comprobé que Bible ya lo había rociado por completo con la manguera. Las puertas estaban cerradas y había comenzado a enjabonarlo de a poco. Él también estaba bastante enjabonado.

« ¿En serio, vas a seguir con esto? Cabeza fría, Build, FRÍA»

- ¡Ay! -grité al sentir el agua helada sobre mi brazo; o mejor dicho, unas esponja con agua helada.

- ¡Te dije que la tomaras! ¡No es mi culpa que estés en las nubes, Build! ¡Si andas enamorado...! -dijo e hizo silencio de inmediato. Frunció el cejo antes de decir algo más-. Bueno, si lo estás, no necesito que me lo cuentes.

Arqueé las cejas. ¿Era una broma?

- ¿Estás bromeando? -repliqué mientras tomaba la esponja del suelo y luego me dirigía hacia el auto-. Se supone que eso es lo que hacen los mejores amigos. Se cuentan secretitos sobre sus amoríos -reí al ver su ceño fruncido y cómo apretaba la esponja escurriéndole toda el agua-, sobre cómo les fue con el chico o la chica con el que salieron durante toda la noche -acabé diciendo, con tono teatral.

MI DULCE DESTRUCCIÓN [BibleBuild]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora