¿MALDICIÓN O PODER? (²)

20. Ayuda

Tomo a Mía de los hombros, pues está débil por lo poco que come, enseguida ella se esconde detrás de mi.

— ¿Pero que diablos te pasa? — le digo a la estúpida de Eun, ella por supuesto me ignora y toma a Mía del brazo haciendo chocar sus cuerpos con el abrazo que le da

— Te extrañé, te extrañé maldita — mía también la abraza — eres una idiota Mía, si sabes cuando te quiero y tú ni un solo mensaje me mandaste, sabes que te patearé el trasero ¿verdad?

— Tan cariñosa como lo recordaba — le dice la rubia — perdón, pero no estaba en mis mejores días, es más, aún me cuesta mucho estar aquí — Eun la suelta

— No parece, no parece que te estés esforzando por estar con este otro idioma — las dos me miran, y es mía la que se acerca y me abraza

— Pues si me cuesta mucho estar con él

— Mía tu...

— Si, lo sé todo, Yoongi me contó todo, desde el estúpido trato de su padre hasta lo que ha hecho en estos meses

— Joder por fin, Mía tengo varios planes con Jk y Tae para deshacernos de esa perra estúpida — mía sola la observa — lo que aun no sabemos es cómo esconder el...

— Cállate y déjanos pasar — tomo a Mía de la mano y entro al departamento de Eun, mía observa detalladamente el lugar y habla

—Jamás me habías invitado a tu casa — voltea y la ve — y yo también te extrañé — abre sus brazos esperando que Eun la abracé, ella lo duda por un momento pero al final camina hacia ella hasta rodearla con las manos

— Te ayudaré a sanar todas la heridas, te juro que traeremos a la Mía que tanto sé que anhelas volver a ser, estaré a tu lado amiga, estaré siempre contigo, saldremos adelante, ya no estarás sola, no debí dejarte ir, perdóname — su voz casi no se escucha

— Sabías que necesitaba hacerlo, necesitaba irme, pero todo lo que me ha pasado, como ya se lo dije a Yoongi, no es culpa de nadie — toma el rostro de Eun entre sus manos — no es tu culpa, ni la de nadie — la vuelve a abrazar

— Te patearé el trasero si te vuelves a ir

— ¿Cómo me iría?  Si ahora más que nunca necesito de mis amigos — me alegra saber que sepa que aquí hay mucha gente  que la quiere — arráncame, que donde me pongas florezco 

— De eso estoy mas que segura, pues Mia Harris tiene el don de florecer por muy marchita que esta esté.

— Gracias Eun — la abraza nuevamente 

Mía regresa a milado, nos sentamos en el sofá de la loca de nuestra amiga mientras ella va por té

— ¿A qué venimos aquí?

— Te quedaras aquí ... — rápidamente me interrumpe 

— ¿Que? ¿Por que? ¿y tu? ¿me dejarás? dijiste que no lo harías — tomo su mano para tranquilizarla 

— No te dejaré Mía — beso  su mano y ella pega su cuerpo aun más al mio — pero habrá momentos en donde tendré que salir y no quiero que estés sola, por eso vinimos aquí — lo piensa por un momento 

— ¿Te irás por mucho tiempo? — niego — ¿Te irás hoy? — asiento

— Regresaré en la noche 

— ¿Me lo prometes?

— Pero claro que si, si soy yo el que no quiere dejarte ni un solo minuto, pero hay cosas que debo arreglar de una vez por todas

— ¿Qué haré aquí?

— Su majestad Harris — aparece Eun — creo que las horas que Yoongi saldrá no bastará ¿Me concede un par de horas de charla? — Mía sonríe