Libro dos
Min Yoongi eligió el rumbo que tomaría su vida, ahora tendrá que vivir con su desicion, a veces el Poder es mas fuerte que el amor, la mujer que ama esta a miles de kilómetros de él pero, ni la distancia podrá borrar lo que siente por Mía...
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Yoongi
Suspira varias veces y cierra sus ojitos, no ha comido nada y sé que está muy débil, se duerme en mis piernas, llamo a la farmacia del edificio y pido algo para hidratarla, además de llamar a mi doctor y pedirle que venga inmediatamente, tengo que centrarla, tiene que estar estable porque estas condiciones, acaricio su cabello con una de mis manos y con la otra sostengo una suya, mi teléfono suena con un nuevo mensaje, es su padre, y sé que antes no me llamo o escribió para darnos algo de espacio y se lo agradezco pero sé que necesita saber y yo necesito respuestas.
—Necesitamos hablar — respondo enseguida.
—Tiene mucho que explicarme
—Mañana iré a tu departamento
—Ok, le autorizaré la entrada, mientras tanto estabilizaré a Mía
—Gracias
Después de un rato mi puerta suena y Mía reacciona sentándose asustada, el tomo de la mano tranquilizándola, le sonrío y se tranquiliza, la dejo en la sala yendo a la puerta.
—Pase— le digo al Doctor, primer error, ella lo ve enojada y luego me ve a mi
—No quiero — dice dando pasos atrás
—¿No quieres que?
—Me van a encerrar.
—Nadie te va a encerrar — le afirmo mientras camino hacia ella, me deja acercarme — ya lo habíamos hablado preciosa, nadie te va a encerrar, solo que no estás bien y quiero que lo estés ¿recuerdas al gusano blanco? — asiente— comencé a comer, a ejercitarme a cocinarme, porque quería que tú me veas bien
—Y lo estás
—Lo hice porque tú siempre me quisiste ver bien y ahora yo quiero que te veas bien
—¿Me veo mal? — niego
—Estas hermosa, pero puedes estarlo mejor, necesito que comas, que cambies de hábitos y por eso está aquí el doctor, para ayudarte a que comas, ¿vas a acceder verdad? Vas a dejar que te revise y vas a seguir todas las indicaciones porque ya me dijiste que quieres estar bien.
—Okey, lo haré, solo no te vayas
—No me iré a ningún lado mi amor
—Gracias — de besa la mejilla
—Siga a mi habitación por favor — dirijo al doctor ala habitación y llevo a Mia de la mano, la recuesto en la cama, me alejo un poco con el doc. y le explico breve pero detalladamente lo que está pasando, me comenta que debe limpiar su cuerpo, desintoxicarla, es el primer paso, así que manda a pedir todo lo necesario pues soy claro al decir que ella de aquí no sale, el doctor espera en la sala a su asistente mientras yo platico del procedimiento a Mía para que no se resista, pero no tengo las palabras adecuadas y ella no está segura, pasados los minutos tocan la puerta de mi habitación.
