Libro dos
Min Yoongi eligió el rumbo que tomaría su vida, ahora tendrá que vivir con su desicion, a veces el Poder es mas fuerte que el amor, la mujer que ama esta a miles de kilómetros de él pero, ni la distancia podrá borrar lo que siente por Mía...
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MIN YOONGI
Conduzco a toda velocidad, mientras busco rastros de ella en mi auto pero no hay nada, llego al pueblo que dijo la de la tienda, es uno de mala facha, pues hay varios hombres de mala cara viendo mi auto, no bajo, rodeo las calles conduciendo lento, viendo a todos los lados, pero no está y la verdad no creo que se haya metido aquí, por que es muy frágil y estando sola es fácil que le hagan daño, así que abandono el pueblo y continuo hacia la cuidad, debió tomar mi dinero para ir en taxi, ya que sabe que no tenia como regresar sin dinero ni auto, pero me va a escuchar, se lo dije, yo no dejaré que se aleje de mí otra vez.
Es navidad y las calles están vacías por los festejos, en menos de dos horas llego a la cuidad, apenas va amaneciendo y voy directo al hotel, pregunto en recepción y no me quieren dar información sobre Mía y menos a las seis de la mañana, estoy recién follado y no bañado, así que hasta que sea una hora razonable me iré a asear, necesito rastrear mi teléfono o ver si uso mis tarjetas, pero lo haré solo sino la encontro en el hotel.
Me ducho y salgo desnudo, busco ropa cómoda entre mis cosas, cuando ya estoy vestido saco la ropa que usamos los dos ayer y la pongo con mi otra ropa sucia, la mandare a lavar, apenas son las siete de la mañana, desde el teléfono del departamento llamo a mi teléfono pero este está apagado, insisto pero no tengo respuesta.
Seon debe conseguirme un teléfono o ayudarme a encontrarla, así que bajo a su departamento, el muy cabrón se mudó según él estoy mal emocionalmente y no quiere que me suicide, cosa que se lo reproché pero ahora se lo agradezco, sino fuera por Harris Eun y él la verdad no habría salido adelante, y ahora después de lo de ayer tengo más fuerzas para luchar por no perder ni mis empresas ni a mi mujer.
— Joder, que es ese olor ¿estuviste bebiendo? — digo cuando Seon me abre la puerta.
— Es navidad, al menos hoy déjame paz — me mira con mala cara
— Necesito que me consigas un nuevo teléfono
— Ah era por eso que mi noche buena la pasé recibiendo llamadas de tu prometida y su tío
— Me valen una mierda esos dos, necesito buscar a Mía no se en donde está
— Ya son dos — se quita abriendo la puerta y veo a Soo en el sofá recostado y el olor a alcohol es mucho más fuerte
— Y este, pensé que estaría lamiendole los pies a mi suegro
— ¿A Lee? — lo miro mal.
— ¿Que hace aquí?
— Pues ayer estaba buscando a Mía y asumió que tu sabias algo
— Ya, pero que hace en tu departamento y borracho ¿ya te perdonó?
— No le hecho nada para que me perdone, ese eres tú y si que tienes mucho por que pedir perdón
— Sabes bien por qué lo hice — me acerco al sofá — no me culpes
