𓈒 ࣪ 🪐 ᵂᵉ'ˡˡ ᵐᵉᵉᵗ ᵃᵍᵃⁱⁿ ⭑ 私 ⤾

Roto.

Ese acontecimiento se había vuelto una pequeña rutina para el chico, pasaba días sin comer; se saltaba el desayuno yéndose de casa antes con la excusa de que el bus pasaba más temprano, se saltaba la comida diciendo que ya había comido antes de que sus padres llegarán a casa y la cena llegando tarde a casa diciéndole a sus padres que había cenado fuera con Kenny y Eric, o poniendo algunas otras excusas que se le ocurrian; para luego romper, lo que el consideraba un logro, dándose un atracón, principalmente en la oscuridad de la noche, donde tan sólo los muebles y la luz de la luna entrando por la ventana eran testigos de sus crisis, para luego irse directo al baño, a devolverlo todo.

Cada vez los días intermediarios entre vómito y vómito eran menos, el ácido pasando con tanta frecuencia por su garganta le generaba dolores y algunas heridas en el interior de su boca, eran molestias sin importancia, pues la satisfacción que sentía después de soltar la culpabilidad junto a la comida, le hacía pensar que valía la pena por completo.

Poco a poco se iba notando como su cuerpo se hacía más delgado, pero no lo suficiente, no para el pelirrojo.

Aún no se sentia cómodo.

Se sentía gordo.

Apesar de no estarlo, aún así lo pensaba, pensaba en su cuerpo como una bola de grasa, una pesada, una que debía adelgazar fuera como fuera.

La falta de comida le provocó otros cambios en el chico; su piel se hizo más pálida haciendo que las pecas, que adornaban cada parte de su fino cuerpo, se notarán más; sus ojos eran acompañados por unas ojeras anchas, con una leve oscuridad que las hacía notables; sus labios se veian agrietados y tenian algunas pequeñas heridas, haciendo que se vieran en un tono entre rojizo y rosado.

Y aparte de cambios físicos también le daba otros problemas, se cansaba mucho más rápido, cosa que hizo que las prácticas de baloncesto se volvieran más agotadoras.

Ahora mismo se encontraba al final de una, tenía leves mareos así que sentó en las gradas tomando algo de agua de su botella, estaba bastante sudado apesar de que no fue una de las prácticas más pesadas y uno de los chicos del equipo, Kenny, se dio cuenta de esto.

— Amigo, ¿Está todo bien? — Pregunto curioso el de cabellos rubios sentándose a lado del pelirrojo, su cara era cubierta con una máscara de color naranja ¿Como era capaz de siempre llevar esa máscara y aún asi poder hablar y respirar bien? — Se te ve mala cara.

— No dormi bien, eso es todo — Se excuso el pelirrojo tratando de evitar la mirada curiosa que le daba el contrario.

— Le saque a Cartman un paquete de oreos, ¿Quieres? Debo eliminar las pruebas antes de que se de cuenta — Menciono con una leve sonrisa, se le notaba en los ojos, hablaba con un tono de broma mientras buscaba esas galletas recién mencionadas.

— No quiero ser parte del crimen, gracias — Le contesto el pelirrojo con una risa pequeña acompañando sus palabras apesar de que en sus ojos se notaba una pizca de incomodidad.

— Tu te lo pierdes — Solto un suspiro negando con su cabeza después de terminar sus palabras.

Una vez encontró el paquete de galletas, lo abrió dejando que el delicioso olor mítico que tenía esas galletas llegarán hasta la nariz del pelirrojo, el cual se pensó bastante si quería o no caer en la tentación de comerse unas pequeñas galletas.

— Bueno, dame una, anda — Le dijo junto a una leve sonrisa amistosa.

Callo en la tentación.

Kenny le acerco el paquete y Kyle metió la mano en este sacando una de las galletas que estaban dentro. Estaba rota. La llevo hasta su boca y la degusto con satisfacción, hacia tiempo que no comía galletas. Pocos segundos después de que se terminó su galleta sintió como está era devuelta por su cuerpo.

Se escapó de Kenny lo más rápido que pudo y fue hasta los vestuarios entrando al baño de estos y luego vomitar. Él no provocó eso.

¿Estaba roto?

Se levantó del frío suelo, agarrando un poco de papel para limpiar su boca y luego tirarlo, para salir de allí, manteniendo una expresión rara, no entendía bien el porque la había vomitado, él no provocó ese vómito, solo, su cuerpo la rechazo.
La única conclusión a la que llegó fue el pensamiento de que

Estaba roto.

Salió de allí y pudo notar la mirada del rubio que permanecía en la gradas, era una mirada de confusión y preocupación, mientras que el pelirrojo trato de evitarla como pudo, recogió su bolsa y al ver que Kenny se estaba acercando a él, solo se fue, casi corriendo, dejando al chico mucho más confundido.