Ella.

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Llego a su cuarto y cerró la puerta tras entrar, asegurándose de que la enfermera azabache no había llegado aún con su desayuno.

Al ver que la enfermera no estaba alli solto un suspiro aliviado, dirigiéndose a su cama para sentarse en esta frotando un poco sus ojos. Siempre dormía bastante poco así que no sería difícil sobrellevar el día sin haber dormido nada en toda la noche.

Sus pensamientos en calma fueron interrumpidos por el sonido de la puerta abriéndose y el molesto ruido de las ruedas tropezando con el final e inicio de las baldosas blancas del suelo.

— ¿Qué tal con tu príncipe azul? — Fue lo primero que escucho cuando la azabache entro al cuerto, su rostro estaba acompañado por una sonrisa algo lasciva.

— ¿Qué dices? — Le contesto el rubio de mala forma, sabía bien a qué se refería, pero, ¿Como es que ella sabe que estuvo con Ky? ¿Y porque le dice "Príncipe azul"? Es molesta.

— Te vi saliendo de la 4.K — Explico dejando el carrito con comida a lado de la cama del chico y luego acercándose a ver su vía, la cual estaba movida, otra vez. — Debes de tener más cuidado, si te hubiera visto otro con tu amor desconocido no te hubieran dejado volver a salir a solo

— No es "mi amor desconocido" es mi mejor amigo. . — Le contesto evitando mirarla mientras sentía una pequeña molestia en su brazo, le estaba colocando de nuevo la vía.

— Si tu lo dices. . . — Solto un pequeño suspiro aún sin quitar su ligera sonrisa a forma de bromearle. — Bueno, para la próxima vez acuérdate de la mascarilla, sabes que no puedes salir sin ella

— Esa mascarilla es una mierda, apenas y puedo respirar — Le contesto de mala manera, cruzandose de brazos dejando ver una expresión de molestia.

Aquella azabache ya estaba acostumbrada a aquellas palabras, el rubio solía quejarse de bastante cosas, era obvio que odiaba estar allí.

El día paso realmente lento y aburrido, tan solo eran las 5 de la tarde y ya sentía como si hubieran pasado 200 horas. . . Aunque todo ese tiempo se la paso pensando en una cosa.

"¿Porque Kyle esta ingresado en el hospital?"

Esa pregunta recorría su mente por completo, había demasiadas opciones, quiso descartar el daño físico ya que cuando estuvo con él no tenía ningún tipo de venda o herida, o al menos no vio ninguna, ni tampoco alguna mueca de dolor al moverse o cosas así, pero de igual forma, las posibilidades eran casi infinitas.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por unos toques en su puerta, miró a esta, viendo como se abría con cuidado dejando ver a un pelirrojo bastante alto entrar saludandole con la mano.

— Hola — Saludó el pelirrojo sonriente acercándose al rubio el cual al verlo se sentó sobre la camilla que el debía considerar su cama.

— ¿Qué haces aquí, Ky? — Pregunto el rubio mirándole con curiosidad, recibiendo una pequeña mueca por parte del contrario, ni siquiera le había saludado.

— Me aburría y pensé en venir a verte — Le contesto sin quitar ese leve sonrisa que dejaba ver sus brackets, viendo como el rubio se acomodaba en una de las esquinas de su cama y le hacía un gesto para que se sentará a su lado, cosa que hizo. — ¿No es muy aburrido estar tanto tiempo sin hacer nada?

El rubio asintió con delicadeza; aunque podría dejar de serlo si ahora estaba con el pelirrojo en aquel lugar tan aburrido; mientras que el pelirrojo se dedicaba a ver la habitación con detalle, eran completamente idénticas, no había ningún tipo de cambio, aunque se fijo en un pequeño cajón que estaba abierto, estaba lleno de cartas y tenían algo escrito con un rotulador negro "Kyle" ¿Qué serian todas esas cartas?

— Stan. . — Dijo el pelirrojo en voz algo baja, recibiendo la atención del nombrado. — ¿Te acuerdas de nuestra promesa? — El rubio asintió, no entendía muy bien a donde quería llegar. — Aún tengo tu gorro — Confesó el pelirrojo recibiendo automáticamente la mirada del rubio el cual tenía los ojos abiertos como platos, ¿Tanto le sorprendía eso?

— ¿Enserio? — Se sorprendió un poco al oír esto, si hubiera estado en el lugar del pelirrojo probablemente no lo habría mantenido por tanto tiempo.

— Si quieres te lo puedo traer — Dijo mirando al suelo blanco, habia pensado en eso el tiempo que estuvo en la 4.K, queria cumplir por completo su parte de la promesa, cuido de ese gorro por 7 años y era hora de devolverselo a su propietario.

— ¿Lo trajiste aquí? — El rubio se mantenia viendo al chico a su lado, no podía evitarlo.

— Si. . Pensé que si volvías a South Park y yo estaba aquí, me visitarias o algo asi — Le confeso con una pequeña sonrisa avergonzada poniendo la mano en su nuca.

— Ohh, estaría bien si me lo trajeras otra vez, pude notar que aún no te quitaste el tuyo — Le sonrio ampliamente elevando su mano hasta el gorro verde que llevaba el contrario, se lo quito recibiendo un "¡Eh!" del pelirrojo el cual intentaba que aquel gorro volviera con el. — No te voy a devolver el tuyo hasta que no me traigas el mio — Río un poco evitando que el contrario le quitara el gorro para luego ponerselo, cubriendo las raices negras de su cabello despeinado.

— Esta biennn. . . — Suspiro levantándose de su cama, no le agradaba estar sin su gorro, su pelo no era precisamente lo que más le gustara de él.

Salió de la habitación escuchando la risas del rubio, cosa que hizo que inevitablemente saliera de allí sonriendo con algo de ternura, extraba aquellas risas.

Pasaron unos pocos minutos y entró Naomi, la misma enfermera de siempre, la misma que siempre entraba en los momento mas inoportunos y de alguna forma u otra, siempre se enteraba de todo.

— Marsh, tienes visitas — Anuncio con una leve sonrisa, hacia tiempo que nadie visitaba a su paciente, sabía que sus familiares, y amigos incluso, habían perdido toda la esperanza en saliera de allí. — Otra vez riendo y con un gorro nuevo ¿Qué pasó mientras no estaba? — Le sonrio esperando a que las visitas que iba a recibir el chico llegarán hasta aquella habitación.

— Callate. — La risa del chico se borro con rapidez reemplazandola por una pequeña mueca, haciendo que la azabache del lugar pusiera una pequeña cara de decepción, era difícil llevarse bien con aquel chico. — ¿Quien es? — Cuestiono con ese tono serio de siempre, no quería recibir visitas, y mucho menos de sus padres, hacia tiempo que lo habían dejado ahí tirado, lo abandonaron en aquel hospital asi sin más.

— La chica esa de pelo negro y boina rosa ¿Era tu novia, no? — Contesto formulando aquella pregunta que hizo al chico poner mala cara.

Mientras que afuera de la habitación se encontraba el pelirrojo sosteniendo aquel gorro azul, estaba apunto de entrar.

Novia.

Esa palabra resonó en su cabeza y retrocedió unos pasos ¿Qué le pasaba? Volvió hacia su habitación cerrando la puerta, pensó que devolverle el gorro podría dejarse para otro momento, no queria interrumpir su visita.

Novia.

Se sentó sobre su cama, abrazándose a sus rodillas y dejando aquel gorro tan especial a su lado, se sentía raro, se sentía mal, ¿Porque se sentía mal? Solo era la novia de su mejor amigo, debia alegrarse ¿No es así?

Sentía un pequeño dolor en su pecho, en el lado izquierdo.

El lado del corazón.

También sentía unas enormes ganas de soltar algunas lágrimas por esos ojos verdes que poseia. No entendia porque se sentía así, no debía sentirse así.

No quería que Stan tuviera una novia, no quería que hubiera otro "alguien especial", quería ser su persona favorita, ser el único especial en su vida.

Era egoísta.

No quería ser egoísta.

De pronto aquel sentimiento de que siempre le consumía volvió, volvió junto a las ganas de soltarlo todo, como suele pasarle.

La razón por la estaba allí.

La culpabilidad.

𓈒  ࣪   🪐 ᵂᵉ'ˡˡ ᵐᵉᵉᵗ ᵃᵍᵃⁱⁿ ⭑   私 ⤾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora