𓈒 ࣪ 🪐 ᵂᵉ'ˡˡ ᵐᵉᵉᵗ ᵃᵍᵃⁱⁿ ⭑ 私 ⤾

¿Que pasó?

Entro.

No había nadie.

Estaba solo.

Quiso alegrarse por eso, no se habia metido sin querer en una visita familiar, pero de igual forma no podía evitar preguntarse a si mismo sobre el chico.

¿Donde estaba Kyle? ¿Lo habrían llevado para hacerle alguna prueba?

Penso un poco en el porqué de la soledad de aquella habitación, para luego girarse con intención de volver a su cuarto dando un suspiro de decepción, pero sus dudas sobre el paradero del chico se disolvieron cuando se cruzó que el pelirrojo, el cual justo estaba saliendo del baño.

Llevaba su mano, tapada por la manga del pijama, enfrente de su boca, como si estuviera limpiandose y tenía algunas lágrimas acumuladas en el borde de sus ojos, los cuales brillaban algo más de lo normal por la luz artificial que se reflejaba en efecto de cristal que se formaba por las lágrimas.

— ¿Qué haces aquí? — Pregunto el pelirrojo casi inconscientemente al verlo, tratando de ocultar su rostro dándole la espalda de forma poco disimulada caminando hacia el interior de su habitación.

Se detuvo en seco cuando sintió unos brazos rodear su cintura, unas manos finas y algo pálidas posarse sobre su pecho, y una frente apoyarse en su espalda.

— ¿Qué paso, Ky? — Sonó en un tono algo triste la voz del rubio que permanecía abrazándole. — ¿Quieres que lo hablemos?

— Esta. . .Esta todo bien, Stan — Trato de contestarle el pelirrojo en un tono serio aunque se le escuchaba un poco entrecortado aquel abrazo habian aumentado sus ganas de volver a llorar. — No te preocupes. . .

Puso sus manos sobre las del contrario y las agarró con intención de soltarse de aquel abrazado, aunque, tal vez, quería quedarse así un rato más.

Solo un poco más.

Se quedaron en silencio, el pelirrojo sentía como si no tuviera la fuerza sufiente para quitar aquellas manos débiles de su pecho, quería librarse de su abrazo pero a la vez había algo que no le dejaba hacerlo, y el rubio simplemente se negaba a soltarle, demostrandoselo al aferrarse cada vez más a él.

Kyle buscaba alguna excusa que le permitiera escaparse de aquella situación mirando al rededor de la habitación, hasta que llego a una, encima de su cama estaba tirado aquel gorro de lana tan apreciado el cual podría ser una buena excusa para que Stan le soltara.

— Tu gorro — Menciono de forma leve recibiendo un pequeño "¿eh?" confuso por parte del rubio. — Esta ahí

— No importa — Le respondió en un tono algo serio y de forma baja — Puedo tomarlo luego

Apretó un poco sus manos aferrándose al más alto el cual aún seguía estático, ni un solo movimientos desde que comenzó aquel abrazo.

Era reconfortante.

Pero raro.

El pelirrojo trago saliva con algo de dificultad, sintió un mal sabor pasar por su garganta, desagradable, y por fin logro dar un paso separándose del más bajo, sintiendo un pequeño escalofrío a lo largo de su cuerpo cuando se escapo de las manos del rubio.

Camino un poco más, siendo seguido por los pasos sordos del chico que tenia detras, parecia querer volver a aferrarse a el pelirrojo y esta vez no dejarlo ir; hasta que Kyle llego a su cama y tomo aquel gorro, estirando su brazo con intención de dárselo de vuelta a Stan

El rubio le miraba tratando de encontrarse con los orbes verdes del pelirrojo pero estos sólo lo esquivaban de mil formas, no entendía muy bien que estaba pasando.

¿Había hecho o dicho algo malo?

— Ky. . — Trato de continuar su frase pero fue interrumpido por el intento de tono seco del nombrado.

— Tómalo — Aún extendía el gorro y cuando el rubio lo tomó apartó su brazo de forma algo rápida, aún sin mirarle a la cara — Creo que lo mejor será que te vayas, en poco traerán la cena.

Este solo asintió con una expresion de lastima algo notable y se quito despacio el gorro verde para reemplazarlo por el azul, el pelirrojo tomó el que el rubio se acaba de quitar y se lo puso, cubriendo nuevamente esos rizos color rojo que tanto odiaba pero que el rubio amaba.

Luego de eso, Stan se dio media vuelta y salió de cuarto cabizbajo, sin decir nada más.

No quería llegar a enojar a Kyle.

. . .

— No se que hacer, chicas — Se quejaba Stan sentando sobre su cama ocultando su rostro de angustia entre sus rodillas. — Hace días que no me quiere ver, ¿Qué hize mal?

— Mm, quizá solo esté pasando un mal momento, no tiene que ser nada personal contigo, Stan — Le contesto Bebe mientras veia a Wendy tratando de consolar al rubio dandole pequeñas palmaditas en el cabello delicadamente.

— Eso, quizá puedas hacer con el para animarlo — La azabache mostraba una ligera sonrisa algo preocupada.  — Me entere que hoy va a haber una lluvia de estrellas, podrías verla juntos — Propuso en un pequeño intento de ayudarle.

— Wen y yo haremos un picnic en su jardín — Le apoyo la rubia con una sonrisa parecia a la de la azabache.

— Podría ser. . . — Levantó la cabeza con un expresión esperanzada. — ¿Creéis que aceptará?

— Eso solo lo sabrás luego de intentarlo — Le sonrio la azabache de forma esperanzada, sentía que realmente estaba pudiendo ayudar al chico con sus problemas de "Súper mejores amigos" o algo asi había dicho el chico.

— Pero pero, ¿Y si me rechaza que hago? — Le pregunto el rubio de forma apresurada volviendo a caer en sus pesimismos.

Una enfermera sonriente entro a notificarles que ya se tendrian que ir, la hora de visitas había finalizado, esta noticia hizo que Wendy soltara un pequeño suspiro de alivio, pudo saltarse la idea de responder esa pregunta. Ambas se despidieron del chico, dejandolo entre sus pesimismos e ideas malas para poder irse; lo último que se oyó en aquella habitación fue un "Buena suerte" por parte de la carismática rubia que salía de allí tomada de la mano con la azabache, su relación era definitivamente una de la más bonitas que había visto, era obvio que Wendy estaba mucho mejor con ella o al menos eso se hacia notar en aquellas visitas.

Pero ahora mismo ellas no eran lo principal, ahora era Kyle y la lluvia de estrellas. ¿Como haría? Podrían verlo desde su cuarto, tenía bonitas vistas. . .Aunque, ¿Y si Kyle no quería ir con el? ¿Que haría en esa situación? Podría traerlo sin decir nada, aunque a lo mejor se iba o se enojaba o empeoraba la situación del pelirrojo.

Eran tantas las opciones.

Muy pocas de ellas eran positivas y eso hacía que se sintiera algo asustado, no estaba de todo seguro si llevar a cabo la idea que le dieron, pero, según el, no le quedaba de otra o se quedaría sin la amistad de su apreciado Súper Duper Mejor Amigo.