Capítulo 3

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Academia de Holmes Chapel, Lunes.



Había pasado una semana desde que había ingresado a la academia y ya la sentía como su casa. Ya tenía un grupo de amigos, había quedado en el equipo después de las pruebas físicas que hicieron el jueves por la tarde y sus clases de piano eran lunes y miércoles, así que los entrenamientos que eran martes, jueves y sábados por la mañana no se interponían. Lo único que faltaba que era ver en qué momento tendría que juntarse con Styles para el maldito trabajo.

Las clases habían finalizado y los muchacho irían por un café para sentarse en la gran sala que contaba con una chimenea, sillones, alfombras, una televisión, un piano de cola, un equipo de audio y gigantescas bibliotecas con libros populares entre adolescentes de toda clase. Se sentaron cerca de la chimenea, Niall con su guitarra y Louis en el piano mientras componían música Liam cantaba sobre la base buscando buenos tonos que fueran con la melodía. Varios de los chicos que pasaban por allí se sentaron a disfrutar y a cantar con los chicos. La escena parecía saca de High school musical.

Louis la pasaba tan bien allí. Miro la hora y salió corriendo a su clase de piano, se le había olvidado por completo.

La maestra Cora era una mujer de unos 67 años muy dulce y que amaba la música, los transmitía cuando enseñaba y cuando tocaba viejas melodías en el piano.

Luego de que su clase haya terminado salió con bastante hambre, así que se dirigía a su habitación a ducharse y luego iría a la cafetería por algo de comer, seguro encontraría a Niall por ahí.

Mientras se ponía sus auriculares y escuchaba como había sonado la melodía que toco en clases de piano para ver que mejorar y que dejar tal como estaba sintió que alguien lo jalaba del brazo. Gracias a la fuerza que aquella persona había puesto en ese jalón Louis tropezó y choco contra el pecho de un muchacho—Que torpe resultaste ser—Louis lo miro con mucho enfado dispuesto a darle un buen puñetazo en los dientes, pero se contuvo—No era más fácil tocarme el hombro o algo por el estilo? Casi me hago mierda contra el suelo, idiota—Louis pensó que tendría al rizado sobre el dándole golpes pero solo rio de lado haciendo que se le forme un hoyuelo. Louis había pensado que nunca vería un gesto tierno salir de ese chico peor ahí estaba, era lo más tierno que había visto en el mundos. De inmediato se dio cuenta de lo que estaba pensando y se soltó del agarre de Harry.—Tienes carácter, pensé que eras un idiota más pero veo que no tienes miedo de enfrentarme, me gusta.—Harry se lo quedo observando por unos segundo y luego lo tomó del brazo para arrastrarlo por el pasillo a Dios sabe dónde—Te piensas que soy una muñeca de trapo o qué? Que te cuesta decirme sígueme, o no lo sé vámonos. Se nota que eres alguien de pocas palabras—Louis se soltó del agarre y simplemente siguió al rizado mientras este reía delante de él. Hoy estaba de buen humor, hoy haría suyo a Zayn por primera vez hoy nada podría salir mal y es por eso que quería arreglar sus asuntos lo más rápido posible para enfocarse mejor en sus planes de hoy en la noche.

Cuando llegaron a un salón oscuro y muy frio Harry encendió la luz y se dio a conocer un gran salón en desuso.—Bien esto será rápido, que quieres hacer de proyecto, cuando tienes tiempo libre para hacerlo y en donde lo haremos?—El rizado habló muy lento y con una voz ronca—No lo sé no lo había pensado, tú tienes algo en mente?—Harry se estaba cansando un poco quería hacer aquello rápido—Mierda, creí que ya tendrías algo. Bien yo había pensado en hacer remeras. En la academia hay un estúpido taller de costura podríamos hacer dos remeras y ponerles alguna estampa o algo así—Louis se quedó algo pensativo y a decir verdad no era una mala idea, para nada.—Bien haremos eso—.

Harry estaba tan emocionado, puso velas y una manta bajo las gradas del campo, había llevado una botella de vodka y 2 paquetes de cigarros, la pasarían de puta madre.

Una vez que estuvo terminado todo fue corriendo a buscar a Zayn a su habitación mientras que se aseguraba de que no hubiese nadie. Entró y lo vio profundamente dormido. Se quedó observándolo por un rato bastante largo, era tan perfecto y único para él, no podía creer como había sido tan cobarde para lastimarlo durante tanto tiempo siendo que lo único que hacía era perder tiempo hermoso y valioso tiempo junto con esa persona.

No sabía por qué pero vinieron a su mente todos los momentos que tuvieron juntos, cada beso, cada caricia, cada susurro y cada te amo que se había dicho al odio antes de quedarse profundamente dormido uno abrasado al otro. Sin Zayn estaría perdido, seguiría siendo el mismo idiota alcohólico de antes, aunque seguía tomando ya no lo hacía como antes, aunque seguía siendo algo violento ya no lo era como antes, porque él era así por simple naturaleza, porque la vida lo había llevado a ser así porque se encontraba desprotegido pero Zayn había llegado a su vida para ser su cable a tierra y no se podía imaginar una vida que no sea junto a él.

Se recostó a un lado de su novio y lo observó muy de cerca, le beso los parpados, la frente, lo pómulos, la punta de la nariz y por ultimo sus hermoso labios. No lo aguantaba más tenía que ser suyo, tenía que llevarlo debajo de aquellas gradas y darle la noche de su vida. Comenzó a moverlo y a susurrarle—Zayn, despierta idiota...Zayn..—No hubo respuesta alguna, Harry comenzó a reír—A con que así quieres jugar?—Lo beso por todos lados, lo sentó en la cama pero el moreno seguía sin despertar, Harry comenzó a alterarse un poco—Zayn vamos no es gracioso.. Zayn me enojare contigo si sigues así...Zayn..—Harry comenzó a zamarrear al chico de atrás para adelante y gritar su nombre lo más fuerte que podía. Zayn seguía sin mover un musculo. Él estaba en coma.

Harry veía con los ojos llorosos, tratando de ocultarlo, como su novio estaba conectado a todos esos aparatos y como sus padres lloraban al lado de su cama mientras el doctor les decía que el muchacho tenía un tumor cerebral que tenía que ser operado, pero que probablemente no saldría con vida. El tumor estaba demasiado avanzado, no se lo había detectado a tiempo ya que se habían pasado por alto esas fuertes jaquecas que el joven tuvo durante toda su vida desde muy pequeño.

Allí estaba Harry, estático, viendo como se le iba el alma del cuerpo y como su corazón se endurecía por cada pitido que daba esa máquina que controlaba los signos vitales de un cuerpo que ya no era el de Zayn por que Zayn ya no despertaría, porque él se había ido para siempre y eso Harry lo sabía perfectamente. Con Zayn se iría su alma, con Zayn se iría su corazón y con Zayn se iría la posibilidad de amar, de eso estaba seguro.

Después de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora