La chica de los ojos grises (Albert x TN)

Pequeña Rubia

Annie se había marchado hace mucho, la extrañaba cada día que pasábamos jugando a las escondidas con Candy. Ella misma, la que hacía de el hogar de pony un parque de atracciones, parecía estar desanimada y sin alegrías para causar una nueva aventura en el hogar de pony, ¿y como no? Annie, Candy y yo fuimos criadas cómo hermanas en el hogar de pony, nos encontraron el mismo día, solo que con una o dos horas de diferencia.

Mientras Candy esperaba pacientemente al cartero en espera de una carta de Annie, yo ayudaba a la señorita pony a colgar de las sábanas de las camas que habían sido lavadas ese día. Mire de reojo a la rubia de coletas que miraba a ambos lados del camino y solo suspiré. Annie cada vez era más cortante en sus cartas y sospechaba de lo que se trataba; Finalmente la pequeña saludo de forma ansiosa al hombre de traje azul que le entregaba las cartas a la pequeña pecosa, quién antes de entrar, se despidió emocionada y se marchó al interior del hogar dejando al cartero seguir su camino.

Cuando por fin termine de tender las telas blancas, me acerque a la ventana en puntas de pie para observar si Candy estaba leyendo alguna carta. Lamentablemente entre las tres, siempre fui las más pequeña de estatura y en ese minuto deseaba tener la estatura de Candy para poder ver mejor lo que sucedía; Candy sujetaba una carta en sus manos mientras veía como sus ojos seguían la lectura muy atentamente, al parecer era algo bueno, porque formo una pequeña sonrisa que se esfumó en un par de segundos. Me preocupe. Jamás había visto a Candy con la piel tan pálida (más de lo normal)

Candy se caracteriza por se ansiosa, hiperactiva, valiente, de buen corazón y audaz, además de que era muy valiente. Siempre pensaba en ayudar en los demás y las aventuras eran su rutina de cada semana. A pesar de eso, era una pequeña muy bonita con esos ojos verde esmeralda, piel blanca, un rubio cabello con rizos atado en dos coletas y pecas por el rostro... Siempre pensaba en porque Candy jamás había sido adoptada, claro, ella tendía a hacer sus jugarretas cuando muchos adultos venían a elegir a un niño para darle un hogar, pero además de eso, nunca fue la atención de nadie más que los Brighton

La familia Brighton había elegido a Candy primero antes que a Annie, pero Candy no quería irse del hogar de pony a pesar de que muchas veces le dijimos que cumpliera su sueño de tener un hogar. Sin embargo, prefirió dejar la oportunidad para Annie e insistir en que aceptará la adopción; Annie a pesar de que se lamentaba el hecho de dejarnos, decidió cumplir su sueño, marchando así para transformarse en una dama elegante.

Pasado un tiempo de cartas con Annie, su forma de hablar ahora era tajante. Así que habíamos empezado a dudar sobre la actitud de Annie, sin saber que realmente ya no podríamos volver a hablar con ella nunca más.

¿Que pasa Candy? -me acerque dejando el cesto de ropa en una esquina del cuarto y me senté junto a ella. Miraba la carta con confusión y bajo su cabeza- ¿Annie te ha escrito?

Y será la última -su voz sonaba entrecortada- Ya no nos podrá hablar mas, si quiere convertirse en una señorita, debe olvidar de dónde viene

Eso es injusto de su parte, pero si lo ha querido así Candy, no hay nada que podamos hacer nosotras -Suspire. Candy rápidamente salió corriendo aferrando la carta en sus manos, y por más que intente seguirle el paso, era más rápida- Candy....

Pasamos días tristes, ambas recordando los momentos felices que vivimos las tres en la colina de pony. Pero pronto la vida nos cambiaría a ambas.

            ~Semanas despues~

Candy! Ven aquí! -La hermana María llamo a la chica que estaba sentada junto a mí alimentando a los animales- Hay alguien que quiere conocerte