Fiesta sin ti

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TN miraba con pena como el barco se alejaba del puerto y los únicos que quedaban eran sus familiares, Tom estaba en el baño colocándose la dichosa peluca y solo quedaba ella cargando a su bebé en el barco. Tenía miedo, tenía ganas de que todo esto acabara.

Su pequeño hijo lloraba, no sabía que hacer para que dejara de llorar y solo pensaba en que estaba haciendo mal su trabajo como madre primeriza. Tom salió, se veía todo un galán con ese cabello rubio, pero le recordaba a Albert. Albert ¿Que estás haciendo? Se pregunto a si misma. De sus ojos cayeron lágrimas incontrolables, no podía siquiera pensar en que haría su familia y ella sin saber del mundo, de ser madre y de como salir adelante, tendría que enfrentarse con un hijo y su mejor amigo. Tom al verla tan mal, tomo su mano y la beso con ternura

TN, porque no vamos a la recámara, debes descansar -susurro con cariño. Debían aparentar ser una pareja común y corriente de la alta sociedad. Aunque el no supiera comportarse, tenía a la chica más linda, refinada y elegante a su lado- además, debes de enseñarme a como debo comportarme con esta gente...

Oh Tom! -dio una risilla mientras secaba sus lágrimas- claro que te ayudaré... Solo, estoy muy angustiada por todo... Anthony es solo un bebé

¿Anthony? -Tom miro al bebé que dormía en el pecho de su madre, oía los latidos de su corazon- tu hijo es una ternura, espero sea fuerte

Si, lo será... -dio una sonrisa cálida y volvió a suspirar-

¿Quien es el padre? -Esa pregunta nuevamente se hacía presente en el camino de TN, quién miro a tom-

Albert... -Los ojos de Tom se abrieron de golpe. ¿Era ese del que tanto le hablaba Candy?- Se lo que vas a decir, estuvo con Candy... Pero antes estuvo conmigo y, bueno, perdió la memoria y se olvidó de mí... Y ya sabes el resto

¿Por qué el? -confusa, TN se volteo a verlo- Digo... ¿Que tenía de atractivo si es tan misterioso?

No sé, me gustó -miro el mar- ¿Mí familia te dejo órdenes?

Pues, si.... La tía abuela me dio momentáneamente el apellido de ella

¿Cual es? -lo mire curiosa-

Es sorpresa, lo sabrás al llegar a Escocia... Y segundo, debemos fingir ser un matrimonio -me miro y vi su nerviosismo- ¿Tu puedes con eso?

Por supuesto, hoy en día creo que soy capaz hasta de saltar del barco -tom entendió la referencia y sujeto mí mano-

No, TN, Anthony te necesita... Nos necesita... -acaricio mí mejilla y beso mí frente- continuaré lo que George hizo... Protegerte

Tom... -susurre y lo abrace con fuerza mientras Anthony daba sonrisas. Mire una ventana a nuestro costado que nos reflejaba, no sería tan difícil disimular ser una pareja.



~Chicago~

Albert daba vueltas en una de sus oficinas. Había dejado a Candy en la residencia de magnolias sin despedirse, tenía miedo de dañarla, su autocontrol se estaba acabando.  Ya no sabía que hacer, su guardia personal no daba con la joven ni con el que decían que era su hijo y tenía (erróneamente) que su tía abuela hiciera algo en contra de la integridad física de ambos.

Tan pronto como se sentó y empezó a beber whisky sin control, la puerta de su oficina llamo su atención y de un solo golpe, hizo que los que lo buscaban, entrarán rápidamente

Jefe, ya está listo... La localizamos pero...

¿Pero? -se levantó serio- ¿Dijiste pero?

Mí señor, la señorita Cornwell se marchó en un barco junto a un joven... Rubio como usted -bajo la cabeza avergonzado- la familia la subió al barco, creo que saben la verdad

¿Ah sí? -salio de su asiento y se acercó a ellos- Están haciendo mal su trabajo, no importa que ella escape, ella llegara a mí...

Creo que...mí señor, está actuando apresurado... -uno de los hombres lo miro- La tía abuela debería ser con quién usted debe hablar

¿TU ME DIRAS LO QUE DEBO DE HACER? -dio un grito que asustó a los presentes- LARGATE DE AQUI

Si señor, lo siento -se retiraron mientras Albert, ya sin control, lanzaba su vaso lleno de whisky a la pared donde se reventó. George hizo algo muy noble, pero muy estupido. Su imaginación lo llevo a pensar que la tía abuela lo sabía todo y los ocultaba de el, el no era el malo de la historia... Pero, se lo haría saber a su familia


Vamos Tom! No puedes solo rendirte -tn estaba en su cuarto ayudando a Tom a practicar para el baile del barco. El quería asistir para animar a la chica, pero, el no sabía nada de bailes elegantes. La chica al enterarse de lo que el quería hacer, le agradeció enormemente, esto le ayudaría a despejarse y prometió enseñarle a como de lugar- Eres un vaquero! Y los vaqueros no se rinden!

Pero soy vaquero, TN! No un muchacho de la alta clase como Stear, Archie o ese tal Neil... -bajo su cabeza rendido. Anthony lo miraba desde la cuna- vamos! Apuesto que Anthony será mejor bailarín que yo

Para nada, tendremos que enseñarle ambos -tom la miro. TN ya sabía que pasarían juntos mucho tiempo y tendrían que acostumbrarse- Así que, vamos! Ponte de pie que debemos practicar

Nuevamente, Tom se puso de pie dispuesto a bailar bien para ser como los demás, así que de forma dedicada, puso atención a todo. Finalmente, luego de que la música dejara de sonar, nuevamente se dio por vencido y la chica lo miro confusa. El muchacho creía que había bailado mal, tenía miedo de haber pisado a la chica y a hacer las cosas al revés, pero solo recibió aplausos y una reverencia de la chica que le causo un sonrojo.

¿Que haces? -miro nervioso-

Te aplaudo! Lo has hecho de maravilla -sonrio contenta- Darás vueltas y bailaras como todos!

Estás loca! Apenas y me moví -se cruzó de brazos creyendo que la muchacha se burlaba de él- ¿Porque te ríes?

Porque crees que lo has hecho mal cuando es así como se baila... Vaya! Bailas mejor que Stear, pero no le digas que se pondrá celoso... -Ambos dieron una risa pequeña y se miraron. Había algo de química en ellos pero, había un grave problema


¿Que hace un hombre tan guapo como usted por estos lados? -Una muchacha de largo cabello castaño oscuro se acercó, se sentó en las piernas de su próxima víctima y jugo con su cabello- ¿Busca algo en especial?

Tal vez una botella de whisky, dos vasos y tu cuerpo... Querida -miro con esos hermosos ojos a la mujer que quedó plenamente hipnotizada por la belleza de ese hombre. Saco de su bolsillo un turro de billetes amarrados con un elastico- ¿Te ves suficiente?

Más que suficiente... Con esto hago lo que usted quiera por semanas -Dio una sonrisa- ¿Quien es usted? Un hombre con dinero como usted debería de estar casado y no por estos lados....

Pues, Venir aquí no es malo de vez en cuando -Beso el cuello de la muchacha y colocó una mano de forma ruda en el mismo- Puedes llamarme...

Albert...




La chica de los ojos grises (Albert x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora