Capitulo 4

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EXTRAÑOS NÚMEROS

— ¿Te gustó? — Han asintió frenéticamente a la pregunta

— La comida es deliciosa — sonrío

De nuevo estaban frente a la estación de policía, Minho se detuvo y se puso una gorra y unos lentes de sol, también llevaba un cubrebocas que Han no se había fijado en qué momento se lo había puesto.

— Yo te estaré vigilando desde lejos — le sonrío — cuando el oficial te pregunte quien eres dile la verdad, que no lo recuerdas.

La sonrisa de Han había desaparecido

— ¿No vendrás conmigo?

— No puedo, lo siento. Si alguien me ve seré la noticia más hablada en todo Corea y Bangchan me matará.

Han bajó la mirada y sus labios hicieron un puchero.

— ¿Y te veré luego? — preguntó con voz apagada

Minho bajó la mirada también sin ser capaz de ver el rostro del chico.

¿Quería verlo de nuevo?
Claro que si quería, por Dios, ni siquiera estaba seguro de dejarlo en esa estación de policía.

¿Podía verlo de nuevo?
Allí estaba justamente el problema, su tiempo estaba simétricamente contado y medido, no tenía tiempo ni de visitar a sus padres.

¿Y su querido líder le dejaría verlo? Allí está otro pequeño problema, seguro no estaría muy de acuerdo.

Pero...

Minho corrió a su auto y lo abrió, Han lo miraba con curiosidad ¿que hacía?

Parecía escribir algo, luego llego a su lado y se acomodó la gorra.

Minho sonrío y estiró su mano, Han observo lo que le estaba brindado.

¿Una hoja de papel?

Han la agarró y la desdobló, vio en ella unos numero anotados y un nombre también.

Min

— Es mi número de celular — Han lo miro perplejo — puedes llamarme cuando quieras o enviar un mensaje.

— ¿Enviar un mensaje?

Estas eran palabras desconocidas para Han, en su mundo cuando necesitaba hablar con alguien simplemente se concentraba en el símbolo tatuado y de manera mental podrían hablar.

Tal vez aquí tenían esos números para contactarse.

— oh claro, supongo que no tienes un celular — Min se rasco la cabeza avergonzado — pero también puedes llamarme de un teléfono público, solo debes marcar ese número.

Han asintió y guardó el papel en su bolsillo.

La verdad no había entendido nada de lo dicho por Minho, pero le daba vergüenza admitirlo.

Minho sonrío y soltó un suspiro.

— Ok, entonces es hora de ir — le señalo la entrada a la comisaría — Buena suerte Han

El mencionado solo sintió y camino hacia la puerta de la comisaría, al entrar un hombre vestido con uniforme se le acercó.

— Buen día ¿en que puedo ayudarlo?

Han bajo la mirada y llenó sus pulmones de aire — Soy Han, dijeron que ustedes podrían ayudarme.

— Claro, cuéntame tu situación

STRANGER - |MINSUNG|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora