Extra

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Esos ojos hermosos que lo observaron con una ladina sonrisa fueron los causantes de que su mundo se desboronara.

Las manos del demonio frente a él estaban atadas a dos rocas blanquecinas que irradiaba energía celestial.-la suficiente para retener cualquier entidad maligna- y está entidad era retenida por el líder de la guardia celestial del ángel supremo Samuel.

- Cristopher - murmuro aquel demonio con voz marcada, no tenía miedo, tal vez había aceptado su cruel destino. Pero el ángel que lo observaba con la espada iluminada en la mano no. No había aceptado ser el causante de la muerte de aquel ser del Inframundo.

- No puedo hacerlo - susurró, sus manos temblaban y no pudo levantar la espada contra el.

- Debes hacerlo, es tu deber. Yo lo entiendo, no te culpo.

El labio inferior del angel se llevó una leve mordida y su mano izquierda sobó su rubio cabello con frustración.
Sus alas se movieron elevando su cuerpo.

- Kim ¿Por qué tuviste que venir? - preguntó desde la altura - te dije que no debías venir - su voz estaba al borde del llanto. El demonio lo observó elevando el rostro y soltó una risa melancolía.

- Realmente lo arruine está vez ¿Verdad? Pero no tuve opción, mi amo me obligó. Yo...

Su voz cayó en un silencio triste, la actitud desafiante que había tenido hasta el momento para que Cristopher no se sintiera mal se había caído.

- ¿Tienes miedo? - preguntó el ángel descendiendo hacia el nuevamente

- Lo tengo, Pero si tengo que morir en manos de un ángel, prefiero que sea en tus manos - Kim volvió a sonreír, Pero está vez una lágrima descendió por sus mejillas - eso realmente valdría la pena.

Una corriente eléctrica recorrió cada parte del cuerpo del ángel, sus ojos empezaron a derramar una lágrima tras de otra, sus rodillas se aflojaron y cayó al suelo, arrodillado frente al demonio.

Sus sollozos se escucharon en el silencio de aquel lugar celestial.

- Te amo - confesó

- No puedes - respondió el demonio con la voz rota.

- Pero lo hago, no puedo evitarlo. No puedo acabar con tu vida porque si lo hago me estaría matando a mi mismo. Eres mi vida.

El demonio lo miro con el ceño fruncido, sus labios empezaron a temblar y observo al ángel ponerse de pie, tomo de nuevo la espalda y la levanto.
El metal se estrelló con la roca que tenía retenida su mano, la piedra tembló y la espada se iluminó nuevamente cuando está se estrelló de nuevo.

- ¿Que haces? - preguntó Kim sorprendido - No estarás pensando...

- Te sacaré de aquí.

La espada de nuevo se estrelló contra la roca y esta volvió a temblar.

- Cris, no.

El angel ignoró las suplicas del demonio y uso todo su poder para poder romper la dura y poderosa roca, hasta que al fin está estalló haciendo que las manos del demonio se soltaran.

- ¿Que hiciste? - Kim observó sus manos libres y luego observo al ángel frente a él, sudoroso y recuperando el aliento - rápido, mátame. ¡Hazlo Cristopher!

- No - la voz del angel salió cansada - Te sacaré de aquí.

- Cris - El demonio lo miro asustado.

Ahora no solo el estaría condenado, ahora también Christopher había sido arrastrado a eso.

STRANGER - |MINSUNG|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora