Capitulo 23

62 11 2
                                    

CASTIGO

Sus manos se tocaron suavemente, sus miradas se entrelazaron y sus sonrisa se pronunciaron de manera pura en el rostro de cada uno.

Han soltó un suave suspiro sobre el cuerpo del humano que lo había abrazado, se dejó llenar del calor que le transmitía.

Se sentía en paz, como si nada malo fuera a pasarle.

—¿No vendrás conmigo? —pregunto Minho, acariciando, sin ser conciente, el inicio de las alas del más bajo.

—Lo haré, pronto iré contigo —susurro Han manteniendo su cara aún pegada entre el espacio del cuello y hombro del castaño.

—Prometelo.

— Te lo juro.

Han se separó un poco de Minho y pegó su frente a la del castaño. No quería irse, no quería despedirse de él. No quería que volviera al mundo humano, no sin él.

Porque aunque Han jamás lo admitiría, estaba asustado de no volverlo a ver nunca más.

—Te voy a esperar ¿Ok? No olvides tu promesa. Vuelve.

Esas palabras hicieron que Han no pudiera mantenerse  fuerte y sin poder contener las lágrimas comenzó a llorar, sus lágrimas fueron limpiadas por los fríos dedos de Minho quien no dijo nada, no pregunto nada.

Solo lo consoló.

Sus brazos volvieron a colocarse alrededor del cuerpo del más pequeño dando suaves caricias a su cabello.

—Hare hasta lo imposible para volver a ti. Solo serán unos días ¿Vale? Solo tardare unos cuantos días.

Minho asintió, sintiendo como también sus mejillas empezaban a humedecer.
Sus rostros se encontraron una vez más y en medio de una despedida y una promesa sus labios se encontraron, besandose, sellando aquella palabras.

Ellos se encontrarian una vez más ¿Verdad?

。⁠*゚☆✧☆✧。⁠*゚

— Hogar dulce y hermoso hogar —Chanbing se tiró al verde césped en el que habían aparecido, acariciándolo con gran amor, como si lo hubiera extrañado mucho.

Todos tomaron una gran bocanada de aire, respirando el aire puro de la tierra.
Kut, quien con ayuda de los supremos pudo convertirse en una humana nuevamente fue la encargada de transportar nuevamente a los humanos a su lugar de origen.

— ¿Entonces fuiste un ángel? —pregunto muy curiosa al llegar junto a Chris, quien observaba la luz del sol.

—Lo fui, hace muchos años.

—¿Puedo saber que paso?

—Peque contra la corte celestial.

—¿Cómo?

—Me enamore. —sonrio —Y salve una vida que no debía ser salvada.

—¿La de quién?

— Eso es otra historia, en otro momento te la contaré —Kut arrugó el entrecejo al escuchar la evasiva respuesta.

—Sabes que no puedo volver, seré castigada por llevar humanos al Inframundo.

—Algun día el castigo terminará, y volveremos a vernos.

STRANGER - |MINSUNG|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora