❝ DANGEROUS AFFECTION ❞
our connection is unnatural.
the first book of affection saga, presents:
the love story of chiara and sam.
━ 𝐂hiara llega a Forks donde
encuentra a su pareja, don-
de tod...
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▃▃▃▃
—¿Qué haces aquí, monstruo? —gruñó Leah— No eres bienvenida aquí, no más, sanguijuela.
—Sam, por favor. No es lo que crees. —dice Chiara rodeando a Leah, mirándolo arrepentida. Sam ni siquiera la miraba, al igual que el resto de la manada, eso le rompía el corazón— Déjame explicarte, por favor, amor. No es como piensas. Victoria no dijo todo, yo...
—¿Entonces es cierto? —interrumpe Paul.
—Aún falta más. —afirma Embry decepcionado.
—No quiere saber nada de ti, mamá. —dice Jared bajando la cabeza al igual que el resto de los lobos— Y nosotros tampoco.
—¿Nos drogaste y todo para salvarte a ti? —dice Quil— Somos una manada y no se traiciona a la manada, mamá.
—Lo sé, Quil. Y lo siento, pero solo quiero explicarles, yo...
—¡Responde de una buena vez! —exige el alfa en voz alta— ¿Es cierto lo que ella dijo? —cuestiona Sam mirándola frívolamente, aunque por dentro estaba roto, al igual que Chiara.
—Sam, yo...
—¡Responde ya, Chiara! —dijo una vez más furioso.
Chiara amaba su nombre, pero amaba más cuando Sam lo decía. Pues la forma en la que lo pronunciaba y la hermosa manera en la que lo hacía sonar siempre era única, pero en ese momento, se sintió de la peor forma.
Sam nunca gritaba, de hecho cuando discutían y llegaban a los gritos era gracias a ella, pues su pareja tenía una enorme paciencia y era bastante pacífico si se lo proponía, aunque no en ese momento.
Estaba furioso, aunque más que eso, estaba dolido, y con justa razón.
—Responde.
—Sí.
El alfa deseó que aquella respuesta hubiera sido parte de la propuesta que le había hecho hace unas horas, pero la realidad es que se trataba de una situación totalmente diferente. Pues si bien es sabido que la traición de un ser querido es lo que más duele, para Sam y su lobo, la traición de su impronta era horrible, le ardía en el pecho como si de los siete infiernos se tratase.
—Sí, pero... Sam, déjame explicar.
No todo era color de rosa y en algún momento, debía sangrar para recordar que estaba vivo, para recordar que esa era la realidad, suya y de nadie más.