Con ella no.

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Hacía unos días que todo marchaba bien, jamás nadie se pidió disculpas y mucho menos se sentaron a hablar y a aclarar las cosas, simplemente se comenzaron a ignorar.

-. Mami, papá pasará hoy por mí?-. Annie alzo los hombros-. Es un si o un no?-. Hizo una cara rara.

-. No lo sé, no creo-.

-. Pregúntale -.

-. Hazlo-. Murmuró tendiendo su teléfono.

Pasaron minutos en los que Annie logro poder concentrarse en sus cosas para no olvidarse nada, cuando vio la hora y se dio cuenta que si no salían ya llegarían tarde. Suspiro al guardar todo, llamar dos veces a su hija y que está no apareciera, se acercó sigilosamente a la habitación creyendo que aún hablaba por teléfono, pero se sorprendió al verla sollozando en la cama.

-. Princesa, que paso? Que tienes?-. No hablo-. Sofi, que sucedió?-.

La niña lloraba desconsolada mientras le contaba a su madre lo sucedido, a pesar de que la sangre de Annie hervía intento mantener su mente tranquila pensando en cualquier otra cosa menos en lo ocurrido para que la niña no se sienta mal, intento en vano sacarle varias sonrisas, hablarle pero nada había funcionado, un suspiro de más triste se escapó de ella al salir del jardín y subirse al auto, aún no entendia como fregados le hacía para mantener la calma y la compostura, pero sabía a ciencia cierta que en segundos podría explotar como si se tratara de una bomba atómica.

Llego a su trabajo y al entrar busco a Alfonso con la mirada, lo encontró junto al profesor de primer grado, intento sonreír mientras se acercaba.

-. Buen día Annie -. Murmuraron los dos.

-. Buen día-. Suspiro-. Lamento ser tan inoportuna pero necesito reunirme contigo Alfonso y con Diana-. Vio que Alfonso no reaccionaba-. Ahora -.

-. Claro -.

Murmuró y acompaño a Annie hacía la oficina de Diana, aún no entendía nada de lo que estaba comenzando a ocurrir pero en su mente solo se cruzaba una posibilidad, Annie tenía problemas con alguno de sus alumnos.

-. Disculpa la molestia-. Sonrió

-. Sabes que tu jamás molestas-. Le guiño el ojo, pero cambio su semblante en cuanto entro también a la oficina Annie -. Que ocurre?-.

-. Tu dime-. Intento parecer tranquila, pero ante el silencio de ambos volvió a hablar -. Dime Alfonso-.

-. No sé de qué hablas Annie -.

-. Está mañana Sofía llamo desde mí teléfono para preguntarte si irías por ella al jardin-. Parecía que le iban a salir llamas de los ojos, hasta Alfonso sin entender nada estaba asustado-. Dime porque mí hija MI hija termino esa llamada llorando desconsoladamente y diciendo que no volverá a ir contigo?-.

-. No lo sé güera.. yo estuve en casa de mí madre toda la mañana-.

-. Entonces el teléfono lo dejaste anoche con Diana? O porque tu-. La señalo-. Te crees en el derecho de decirle a una niña de 5 años las pendejadas que le dijiste-.

-. Annie, deberías de sentarte y hablar con la niña de porque te manipula emocionalmente de esta manera-. Suspiro -. Mira, la neta es que me da flojera todo esto si? Ve y soluciona tus problemas-.

-. Tu eres mí problema!-. La interrumpió -. Desde el pinche momento en el que mí hija lloro por tus palabras desde ese momento tu eres mí problemas-. Suspiro -. Tanta bronca tienes de que Poncho se haya echo cargo de la niña que tienes que desquitarte con ella?! Que pasa Diana! Te desquitas con una niña de cinco años pero conmigo te quedas callada?-. Silencio, suspiro-. Mira morrita, lo único que te diré y conste que lo haré solo está vez es que, por favor Diana no te metas con Sofía ah? Te queda claro? Yo NO respondo de mí si tu te vuelves a meter con Mi hija entendido?-. La señaló con un dedo.

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