*Noah en imagen*
. . .
Existen fuerzas oscuras en este mundo con las que uno no debe jugar, porque aquellos que osan meterse con entidades que van más allá de su comprensión, están condenados a pagar un alto precio.
Y a veces... sólo a veces, morir es lo mejor que les puede pasar a aquellos cuyo sufrimiento se ha prolongado.
[ . . . ]
—Pedazo de mierda —otro golpe a mi cara termina por tumbarme adolorido en la tierra donde recibo una patada en el estómago por parte de mis agresores que me miran con desprecio.
Me abrazo a mí mismo tembloroso por el ardor de los golpes en todo mi cuerpo, incapaz de defenderme.
—Por tu puta culpa me expulsaron de la escuela.
Danny Mc'Clean, junto con Randal y Otto han sido mis agresores desde que entré a la secundaria. Desde el primer día, se han encargado de hacer de mi vida un infierno y no solamente a mí, sino a la mayoría de estudiantes que no les agradan.
Nunca dije nada por miedo a lo que podría pasarme, pero después de tres años de abusos e insultos, un día me cansé y hablé con el director, mostrándole los moretones y cortes de todos los golpes a lo largo y ancho de mi cuerpo.
Hablaron con los padres de los chicos y al único que expulsaron fue a Danny, ya que según varios testigos, él es quien había iniciado los problemas no solo conmigo, sino con varios compañeros de aula que testificaron en su contra y lo acusaron de agresión. La razón por la que todos le temían era que siempre llevaba una navaja en su bolsillo con la que nos amenazaba para hacer lo que él quisiera, alegando de tener un hermano que trabajaba en la mafia, al cuál podría pedirle que nos hiciera cosas horribles si nos atrevíamos a no obedecer, pero después de una corta investigación, se descubrió que esa historia en realidad era una mentira.
Después de la escuela, acudió a sus amigos para emboscarme cuando iba de regreso a casa, arrastrándome violentamente entre los tres al lado solitario de un parque .
Limpio la sangre de mi labio y hago un esfuerzo por levantarme, estirando el brazo hacia mis lentes con los vidrios quebrados y las patillas rotas.
Esos idiotas ríen por la lamentable imagen que seguramente estaba dando y un pie ejerce con fuerza sobre mi mano antes de poder alcanzar mis gafas, haciéndome emitir un gemido de dolor.
Miro hacia arriba con la imagen de Danny sosteniendo la navaja mientras sus ojos brillan intensamente con malicia.
Su cabello castaño está cortado de los lados, dejando solo la parte de enmedio, un look que le da una apariencia rebelde sumada al delineador negro bajo sus ojos que mas bien parecen unas ojeras de mapache.
—No creas que te vas a librar de mí tan fácil, no importa si ya no voy a la escuela, te estaré esperando afuera cada vez que salgas y más vale que no intentes huir porque si te encuentro... —se agachó para tomarme del cabello y levantar mi cara para encontrarme de frente con la suya—, te mato —. Me suelta bruscamente, dejando que me desplome en el suelo.
—Vámonos... Te veré mañana, Noah —se despide burlonamente de mí antes de darse la vuelta para irse, seguido de su par de amigos, dejándome tirado y sangrando sobre la tierra seca bajo un cielo triste.
En serio... Odio la secundaria.
—¿Noah? ¡Noah! —el sonido de aquella voz me despliega de quedarme dormido.
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Al acecho del mal
RandomJavier es un hombre que lo ha perdido todo, excepto su fortuna y Noah vive acechado por un mal que lo atormenta cada noche como consecuencia de su pecado. Ambos son un desastre y sus corazones han estado rotos por un largo tiempo, pero si se juntan...