Capítulo XXV.

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El dolor que emiten los recuerdos es algo bastante difícil de soportar, la mayoría de personas dicen que no siempre hay que cerrarse al sufrimiento y se debe encontrar una solución para que su vida no se arruine del todo, pero que ocurre cuando no se encuentra esa ansiada solución de la que tanto hablan, si simplemente se siente condenado a vivir con un recuerdo en su cabeza que cada vez que se presentaba, le hacía pedazos lo poco que quedaba de su corazón y cerraba más sus sentimientos hasta con las personas que demostraron estar siempre junto a él.

No podía definir con exactitud su estado de ánimo, lo único que tenía presente era la mezcla de sentimientos que hacían sus ojos llenarse de lágrimas, el dolor de recordar a su madre, los gritos de su padre retumbando dentro de su cabeza como un eco tan lejano, pero que nunca lo abandonada. Las frías gotas de lluvia que quemaban su piel y el temblor de sus labios que le impedía formar una palabra.

Ahora mismo se encontraba ahí, en su departamento, frente al plato de comida que le sirvió su novio como desayuno, pero aún no tenía las intensiones de hablar o decir lo que había pasado la tarde anterior. Su cuerpo le reclamaba el hecho de no buscar una persona que lo ayudará, que lo escuchara, pero su mente le decía que se quedará callado, que a nadie iba a interesarle su sufrimiento mucho menos encontraría una solución.

Entonces su pesadilla nuevamente regreso, su teléfono comenzó a vibrar por encima de la mesa y sus ojos de inmediato palidecieron ante el número desconocido, no era una persona de recibir llamadas a su número personal, casi todos sus clientes hablaban solo con su secretaría dejándole un recado cuando no podía atenderlos.

Pero ahora, no había nadie para reconocer y esa persona que llamaba solo podía ser el causante de su sufrimiento, dudo en contestar, pero aún así lo hizo encerrándose en su habitación dejando a Barcode completamente confundido y con miles de cosas por decir.

La noche había sido la peor de todas, no solo para Jeff, Barcode estuvo con él durante todo ese tiempo despertándolo a cada momento de las pesadillas que tenía, cuando lograba conciliar el sueño de inmediato se despertaba ante los temblores de su novio, los susurros que salían de sus labios y los cuales no alcanzaba a entender, no funcionaba nada, ni las caricias, las palabras de cariño o los besos que repartía por su cabeza. Jeff estaba sufriendo en su interior sin dar la oportunidad para que alguien pudiera rescatarlo.

—¿Qué quieres? — habló en voz baja para evitar que su novio escuchara su conversación.

—¿Pensaste en la propuesta que te hice?

—¡Ya te dije que no pienso darte ni una sola moneda! ¡Ese dinero es de mi padre y no puedo disponerlo como yo quiera!

—Por favor Jeff, eres un chico inteligente o al menos es lo que aparentas, tienes que encontrar una solución de otra manera vas a tener que atenerte a las consecuencias y no creo que te guste.

—¡Deja de amenazarme, juro que soy capaz de hundirte si llegas a lastimar a alguien de mi familia! ¡No pienso darte ni un solo Bath, deja de molestarme!

Colgó el teléfono para después ahogar un grito evitando que Barcode pudiera preocuparse más de lo que estaba, parecía que la vida no quería hacer una tregua con él porque, cuando intentaba ponerse de mejor ánimo para que nadie lo viera destruido, volvía un recuerdo o una llamada para arruinarlo, estaba cansado de no poder ser feliz.

Su teléfono volvió a timbrar y sus manos volvieron a temblar, ni si quiera se pregunto a sí mismo como ese hombre había conseguido su número de celular, pero esa era la menor de sus preocupaciones en ese momento. Dejó que sus labios soltaran un suspiro de alivio al ver el nombre de su madre en la pantalla, respiro tres veces seguidas antes de contestar, lo que menos quería era preocuparla.

Something in the rain│JeffCodeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora