Capítulo XXIII.

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Esa noche no fue diferentes a las anteriores que había vivido, lo extraño eran que sus pesadillas habían regresado mucho antes de lo que tenía previsto, siempre que se cumplía un aniversario más de la muerte de su madre, su cabeza recreaba aquella funesta tarde donde la perdió, la volvía a ver ensangrentada sobre el piso, respirando con poca profundidad y escuchaba tan de cerca el último suspiro que dio antes de morir.

Se veía a si mismo con las manos llenas de sangre y después aparecía aquel hombre atormentándolo a cada momento repitiendo que él la había matado, que siempre fue su culpa porque ella ya no soportaba tenerlo como hijo, le repetía que era un inútil y después se veía solo debajo de la lluvia con su hermana llorando.

Estaba cansado de soñar con lo mismo cada noche.

—¡Mamá!

Con el pecho agitado, el sudor cayendo por sus mejillas y sus labios temblando, logró despertarse de esa pesadilla, regreso la mirada hacía la persona que estaba a su lado durmiendo con profundidad sin ni siquiera haber sentido sus susurros o movimientos, observo como un rayo iluminaba toda su habitación mientras la fuerza de la lluvia se intensificaba.

Con cuidado retiro el brazo de Barcode que estaba aferrado a su pecho y se levantó de la cama, tomo la cajetilla de tabacos que estaban dentro del cajón en su mesita de noche y salió hasta la sala para poder tranquilizarse un poco, sirvió un vaso de whisky y encendió el primer cigarrillo recostándose en el sofá cama que estaba junto a la ventana.

Miraba a su alrededor, todo oscuro y vació, encontrándose solo nuevamente soportando como su mente apuñalaba su corazón causándole muchas más cicatrices de las que antes ya tenía, sus recuerdos eran como si cayera dentro de un poco el cual no encontraba la salida y a pesar de tener a Barcode junto a él, seguía sintiéndose como la peor persona, la que merece estar solo porque sus acciones nunca fueron ni serán las mejores.

Aunque intentara mejorar su comportamiento siempre había algo que lo atormenta, un error que ni siquiera había cometido.

—Mamá — susurro terminándose de un solo sorbo el licor dentro del vaso — ¿Por qué ahora? ¿Por qué justo en el momento donde todo parece mejorar? ¿Por qué justo ahora que Barcode está conmigo?

Su voz se perdía en medio de la sala, junto con el sonido de la lluvia, sus lágrimas caían por sus mejillas y al mismo tiempo se desvanecían junto con el humo del cigarrillo que salía de su boca. Ni siquiera podía reconocer su reflejo en la ventana, era solo una presencia rota dentro de toda la felicidad que Barcode transmitía con una pequeña sonrisa, era oscuridad ahí donde su novio era luz para los demás, temía que en algún momento llegara a lastimarlo nuevamente solo para protegerse, temía no ser todo lo que Barcode necesitaba.

A esas alturas ya no lograba comprender porque las imágenes dolorosas no desaparecían de su mente, era como si fuera una película la cual iba a repetirse con insistencia para asegurarse que nunca lo olvidaría y cuando se miraba al espejo, seguía viendo al mismo chico destruido y lastimado que había visto desde que tenía seis años. Ese que le suplicaba a la luna cada noche para poder dormir con tranquilidad, ese que tanto imagino crecer junto a su madre y él mismo que fue abandonado a su suerte con una niña pequeña en brazos.

Lyn, ella desconocía todo lo que había pasado, era obvio, tenía algunos meses cuando toda su vida se deshizo y nunca podría ser capaz de contarle toda la verdad, ella era una niña risueña y llena de felicidad, todo lo que él nunca puso ser.

—Jeff...

El menor se despertó de inmediato al no sentirlo junto a él, lo busco con su mirada por la habitación, pero no lo encontró, así que tomo sus pantuflas y camino hasta la sala reconociendo el horrible olor a cigarrillo emitir desde la sala, además que se mezclaba con un cierto olor cítrico que seguramente era licor.

Something in the rain│JeffCodeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora