Capítulo XVII.

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Sí tuviera que describir esa noche, podría decir que fue la peor de su vida porque no pudo conciliar el sueño a ningún momento. No solo por la culpa que crecía cada vez más al recordar las lágrimas que resbalaban por las mejillas de Barcode sino también por las múltiples pesadillas recordando todo lo que había vivido en el pasado y que aún no podía olvidar.

Sus sueños parecían no querer dejarlo en paz a ningún momento.

—Mamá...

Esa era la única palabra que salía desde sus labios como un susurro mientras su cabeza se movía de un lado al otro buscando despertarse.

—No perdonas el error de un amigo.

La voz era tan lejana que parecía ser escuchada solo a través de un eco que resonaba dentro de su mente, no había nadie más a parte de él dentro de lo que parecía ser un bosque completamente oscuro, su imagen perdida buscando la salida mientras esa voz seguía alcanzándolo.

—Deja ese juego, haces mal las cosas.

Y entonces sintió como sus pies se tropezaban en sí mismos queriendo que su cuerpo cayera al suelo y tuviera contacto con el césped, hasta que lo hizo y sintió como sus manos comenzaban a arder al igual que sus piernas.

—Mamá...

—Jeff, ya no eres un niño. Sabes lo que sientes, arréglalo de una vez por todas.

Sus ojos se abrieron en un solo golpe volviendo a la realidad de su oscura habitación, regreso la mirada a la ventana observando el rastro de agua que caía del cielo. Estaba lloviendo, nada lo acompañaba en ese momento porque hasta el clima se mostraba en su contra por sus actos, aunque también estaba de acuerdo con lo que decía su madre en el sueño.

No podía perdonar el error que Ta había cometido, tampoco necesitaba porque pedir perdón. Nunca hablaron de forma sería sobre lo que cada uno sentía por Barcode y tampoco estaban en una relación como para que pudiera decir que se aprovecho en un momento de debilidad. Su mejor amigo actuó como otra persona hubiera actuado en su lugar y eso precisamente era lo que le molestaba.

Recordar que él lo beso antes simplemente le hería el ego, aunque sonara ridículo, era lo que le ocurría porque después de escuchar las palabras de Barcode podía comprender la sinceridad que había en sus sentimientos y lo mucho que era correspondido. Aun con todo eso, seguía siendo difícil perdonar y seguía sin comprender por qué.

Tomo su celular observando la hora, faltaba poco tiempo para llegar a su oficina, así que se levantó para tomar un baño y retirarse todo ese sudor a causa de la pesadilla, tomaría una decisión, pero aun necesitaba un poco más de tiempo. Sentía que en algún momento mostraba valentía y en otro simplemente se comportaba como un cobarde al no poder encarar a Ta.

Barcode llegó a su oficina con casi dos abrigos sobre su cuerpo, una gorra color blanco que cubría hasta el borde de sus cejas y unos guantes anaranjados en sus manos. Estar durante tres horas enteras esperándolo fuera de su departamento con el frío entrando por cada uno de sus costados hizo que su cuerpo se congelara durante toda la noche. Nada había servido, ni siquiera el chocolate caliente que tanto repitió Build que lo tomara.

Parecía un pequeño niño en época de invierno.

—¿Te sientes bien?

La voz de Ta apareció de repente en su oficina al verlo soplar sus manos intento que se transmita un poco de calor.

—Lo estoy, solo que tengo frío, pero se me pasará.

—Te traeré un café caliente, espera.

No le dio tiempo de responder cuando salió corriendo hasta la cafetería, ahora no solo su corazón estaba sintiéndose lastimado sino que su cuerpo temblaba de frío como si amenazara con enfermarse, era lo último que faltaba. Odiaba la medicina y los hospitales, no quería estar internado nuevamente en uno.

Something in the rain│JeffCodeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora