4: no quiero ser solo tu amigo.

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RIN

El arrebol que tiñe las mejillas de Isagi es tan lindo que tengo que contenerme para no echarme encima suyo y darle un beso

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El arrebol que tiñe las mejillas de Isagi es tan lindo que tengo que contenerme para no echarme encima suyo y darle un beso.

Está haciendo un sobre esfuerzo para que las pilas de libros no se le caigan encima mientras el cámara se toma su tiempo para hacer las tomas. Nuestras miradas se cruzan por un segundo aunque no puedo ver nada más que desprecio en sus ojos, los entorna y vuelve a su posición inicial, donde entra en personaje y se asegura de mostrar su mejor versión a la cámara.

Cualquiera diría que Isagi es perfecto, incluso yo. Pero Isagi dista de ser la persona perfecta que todos creen, al menos, no de la forma que los fans piensan. Isagi es, sin duda; la persona más imperfecta del planeta y eso lo hace jodidamente bueno a mis ojos.

No quiero caer en cursilerías y clichés donde lo pinto color de rosa, —que podría — pero prefiero reservarme lo que conozco de él para mí mismo.

Cuando éramos adolescentes, descubrió su pasión por las artes escénicas, dedicando la mayor parte del tiempo a obras de teatro de la escuela y servicios comunitarios donde tenía que actuar gratis para cientos de personas.

«no es actuar gratis si te llevas cosas aprendidas» me había dicho cuando sugerí que no regalara su trabajo. A su vez, se empeñaba en ayudar a los niños que lo veían con asombro y querían ser como él, les enseñaba lo que sabía y se desenvolvía tan bien, que pronto le llegaron ofertas para actuar de manera formal.
Yo no sabía qué haría con mi vida, no lo tenía claro aunque eso parecía. Siempre me encargaba de decirle que luchara por sus sueños, que yo iba a estar ahí para él.

«eres el mejor amigo» me dijo.

«pero yo no quiero ser tu amigo» pensé.

No sé en qué punto de nuestra amistad mis sentimientos hacia él fueron cambiando, tal vez nunca fueron sinceros desde que lo conocí, tal vez, y solo tal vez, desde que hablamos por primera vez, yo ya tenía claro que no quería ser solo su amigo.

Isagi me gusta, y es un gusto unilateral que he sabido sobrellevar con el tiempo, luego, por una u otra cosa nos fuimos alejando y la única forma de tenerlo cerca, fue volverme actor, así compartiría escena con él, y así fue, hemos trabajado juntos más de una vez y la química es innegable.

O era.

— ¡Isagi!

Cae de bruces contra el frío suelo, los libros caen sobre él, que se protege la cabeza con las manos, corro preocupado y le quito los libros que le han quedado en las piernas, tiene el ceño fruncido y las mejillas se le ponen más coloradas, supongo que por la vergüenza de haberse caído

Detrás de escena [Rinsagi +18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora