゚⁠.⁠*⁠・⁠。゚ 𝕷𝖆 𝖙𝖎𝖊𝖓𝖉𝖆 ゚⁠.⁠*⁠・⁠。゚

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Bangchan corrió a toda prisa por las calles de la ciudad. El hospital quedaba a menos de veinte minutos en coche, sin embargo, al rubio se le hizo eterno. Cuando llegó allí, subió a la tercera planta y buscó la habitación 143.

La enfermera estaba explicándole ciertas cosas a la madre de Bangchan cuando este apareció por la puerta a una gran velocidad sin siquiera llamar.

— Y recuerde que cualquier cosa, debe pulsar el botón al lado de la camilla.

Tras eso, la enfermera cerró la puerta dejando a un hijo preocupado acariciando la cara de su madre.

— No debí dejarte sola, perdoname mamá.

Su madre puso su mano encima de la de él, comprensiva. Pues a pesar de su estado no quería que fuese ella el motivo por el cual su hijo para su vida por cuidar una que no le quedaba mucho tiempo.

Ella siempre había deseado que su hijo hiciese lo que le gustará sin importar que fuera, es por eso que dejó que su hijo se aficionara tanto al boxeo, además de que le venía bien para los ataques de ira. Ahora, lo único que deseaba era volver a ver a su hijo feliz, enamorarse y formar una bonita familia que le diera tanto amor como se merecía.

Pasaron el resto de la mañana y tarde en el hospital. Había horas en las que Chan se quedaba solo porque se llevaban a su madre a hacerse pruebas o a calmar sus dolores. Otras veces leía sus novelas favoritas en voz alta para que ella también pudiera escucharlas, e incluso le contó planes que quería realizar en un futuro.

No obstante, sobre las ocho Bangchan recibió una llamada de su hermana Hannah. Estuvieron un buen rato debatiendo entre ellos pero al final Bangchan accedió de mala gana en dejar que su hermana pasará la noche con su mamá.

Su hermana trabajaba día y noche, pero los findes de semana siempre los pasaba junto a ellos, sin embargo, era un lujo que Bangchan no se podía ni quería dar. Pues trabajar había entrado en segundo plano cuando la salud de su madre se puso en juego.

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Las calles estaban demasiado silenciosas
cuando cayó la noche, el combate estaba a punto de empezar y Bangchan no tenía nada de ganas de hacerlo, pero era su deber.

El silencio le resultaba incómodo, no porque no le gustará el silencio, sino porque este era el que hacía que sus pensamientos se escucharán con fuerza por su cabeza. Dios, se iba a volver loco.

Tal vez fue por eso o por la necesidad de no sentirse solo en estos momentos, pero fuera cual fuere, decidió llamar a su amigo y darle una explicación por fin.

El rubio esperaba un millón de reproches cuando la llamada fue atendida, sin embargo, Minho solo mostró preocupación.

— Chris, por dios, ¿Donde estás? ¿Estás bien?

— Sí, estoy bien Minho. – susurró haciendo suspirar a su amigo.

— Tus mentiras no funcionan conmigo, Chan. ¿Pasó algo?

— Mi madre está hospitalizada, empeoró su salud.

— Joder, podrías haber empezado por ahí, voy a cancelar el combate ahora mismo.

— No, no lo hagas, me servirá para desahogar mi frustración.

— ¿Estás seguro? –preguntó dudosamente el pelinegro ceniza a su amigo.

— Lo estoy. – dijo no tan seguro el mayor.

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Seungmin había notado el ambiente pesado cuando Bangchan apareció donde estaban Jisung, Minho y él reunidos a su espera. Incluso creyó ver un atisbo de tristeza en su mirada. Sin embargo ni siquiera se paró a saludar a aquellos que le esperaban, simplemente fue directo a cambiarse para empezar a pelear. Minho fue tras él, en cambio Seungmin y Han se quedaron en el mismo lugar donde anteriormente les habían indicado; cercanos al ring pero no lo suficiente para no salir dañados.

El combate empezó a eso de las nueve y media, el cual se iba intensificando a medida que el tiempo se agotaba. Los dos primeros asaltos los hizo casi sin abrir los ojos, sin embargo, el último se complicó.

Había recibido un golpe en la espalda y eso incrementó su dolor. El público estaba interesado, pero Seungmin se asustó al ver la cara de dolor del mayor. Incluso quiso correr para ayudarle, pero meterse ahí sería ser él el próximo saco de boxeo.

Por eso buscó con la mirada a Minho para saber si necesitaba intervenir, sin embargo Chan aguantó el dolor y siguió peleando hasta el final.

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El combate dio a su fin con una victoria más para Bangchan, quién aún con espalda fracturada, terminó el combate y ni siquiera dio oportunidad de que nadie entablará una conversación con él.

Seungmin miró como bombardeaban al rubio con preguntas que nunca tuvieron respuesta, pues él no tardo en desaparecer por la multitud dejando miles de dudas a su paso.

Jisung hizo una mueca al lado del pelinegro.

— Ahora entiendo porque decías que su actitud era repelente. – murmuró ganando una mirada extraña por parte de Seungmin, no esperaba esa confesión tan repentina.

— Deberíamos irnos, esto ya acabó. – dijo intentando cambiar de opinión. – ¿Quieres hacer una fiesta de pijamas para ver Marvel? Seguro Fefi estará encantado de venir.

— Min, en cuanto a eso...Vas a querer matarme, pero Lee know me dijo que quería cenar conmigo hoy.

— Oh, está bien, entonces iré a casa. Pásenlo bien y usen protección. –musitó Seungmin marchándose haciendo que su amigo se pusiera rojo.

Al salir, el aire refrescante alivió su angustia, realmente se había sentido agobiado con toda la gente en un espacio no muy grande. Se colocó los auriculares y comenzó a escuchar su playlist preferida, era una de sus partes favoritas de caminar por la calle; amaba el silencio de la noche y el ruido que solo existía en él por aquellos auriculares.

El pelinegro aprovecho la ida a casa para comprarse su dulce favorito y darse un pequeño capricho, tenía muy claro que hoy comería ramen con huevo.

Su abuela se lo hacia siempre el día de su  cumpleaños, pero esta vez no tenía que ser un día especial para comer lo que tanto le gustaba.

Lo que no esperaba era encontrar a Bangchan en la tienda que estaba a una cuadra de su casa. Estaba sentado en uno de los bancos cabizbajo y con varias botellas a su alrededor, sus ojos estaban rojizos y su rostro mostraba angustia.

Seungmin dudó por un momento si era lo mejor dejarle su espacio, pero sabía lo que era estar mal y tener que estar solo, por eso se acercó poco a poco y se sentó a su lado sin hacer ruido.


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¡Hola, hola!

Disculpen la tardanza, se me complicó el día de hoy. El plan era escribir durante el viaje que tuve, pero quedé dormida después de escribir varios capítulos. Los iré subiendo ahora <3.

Besitos sabor a coco 🩶🥥

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Tiktok: moniimoonn_

*⁠・⁠。゚Cúrame - Chanmin *⁠・⁠。゚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora