Ahora que no estaba nublado por la lujuria del momento, Seungmin se encontraba dándose una pequeña ducha con el cuerpo aún temblando. El agua caía sobre él cuando posó sus manos en su cara sonrojada por el recuerdo.— Dios mío, Seungmin, ¿En qué te has metido? –murmuró avergonzado.
Si bien había disfrutado de aquello como nunca, se había prometido que, pese a que el rubio le atraía desde que supo de él, no debería mantener una relación más allá del trabajo. Y estaba claro que traspasó la línea por completo, pero ya estaba hecho y de nada serviría una queja. Y si le dieran la oportunidad, lo volvería a repetir aunque la culpabilidad le inundará de nuevo.
Seungmin se había sentido muy bien sobre él, escuchando algún que otro jadeo ronco del mayor y sintiendo sus fuertes manos en su débil cuerpo. En cierto modo, podría haberse apartado en cualquier momento, sin embargo no lo hizo. Y aunque no llegaron a tener sexo cómo tal, el mayor había provocado en él el mejor orgasmo que había tenido nunca.
A pesar de que el pelinegro había tenido una sola pareja, nunca había sentido esto por nadie; ni siquiera por su ex. Salió con Jake cuando ambos tenían solo trece y dieciséis años, y a pesar de que duró dos años de relación y que el mayor acabó convenciéndolo para hacerlo, no fue nada en comparación a esto.
Pero no estaba bien, nada bien.
Suspiró pesadamente pasándose una toalla alrededor de su parte baja, Jisung se iba a volver loco cuando se lo contará.
Pero ahora, ese no era el problema. El verdadero problema era aquella frase, esa estúpida frase que dijo con una gran sonrisa tras dejarlo temblando.
"Después del combate que tendremos al llegar, espérame en tu apartamento. Esto no es nada para lo que puedo hacerte."
La voz de Bangchan había sonado llena de lujuria, esa misma que hizo perder la cordura al menor. Porque aunque aquel rubio no era consciente de aquello, Seungmin era capaz de excitarse solo con verle enfadado. Realmente tenía un serio problema que cada vez era más difícil de ocultar.
Cuando se miró al espejo, quedó paralizado. Tenía marcas en su cuello y clavícula bastante grandes como para pasar desapercibido, sus muslos tenían alguna que otra marca de sus dientes y.. su culo aún conservaba la mano del mayor marcada en él.
Dios, iba a matar a ese viejo grandullón.
Tras vestirse de la manera más rápida que pudo, se encontró al salir a Bangchan sentado en el sofá donde hace una hora comenzó todo. No podía negar que se veía completamente sexy; su camisa desabrochada, su pelo enmarañado y las mangas de la camisa remangadas dejando ver sus antebrazos fornidos que hace nada estaban alrededor de su cuello.
Vale, la imagen mental del mayor no ayudaba para nada en la situación. No obstante, ni siquiera necesito mediar palabra para llamar su atención, pese a que se veía muy concentrado en su móvil, no tardó en levantarla cuando el menor paso en su campo de visión; posando su mirada en su parte trasera y siguiendo sus movimientos hasta que esté se sentó en el otro estremo del sofá, apartado de él.
Ninguno de los dos dijo nada aunque la notoria cara de disgusto de Bangchan por su acto seguía presente. Sí bien ambos querían hablar de lo sucedido, ninguno daba señales de ello, no hasta que el mayor dejó el ego a parte pasado un rato; cuando ambos veían una serie de crímenes.
— ¿Qué ocurre?
— ¿Eres consciente de la de marcas que dejaste en mí, Christopher Bangchan?
— Toda una obra de arte, ¿Verdad? – Bangchan le dió una sonrisa al menor, sintiendo su propio cuerpo calmarse al ver que solo era eso.
Seungmin lo miró mal, matándolo con la mirada, sin embargo, el mayor no le dejó responder. Pues agarró uno de sus tobillos y tiro de él hasta tenerlo cerca, con las piernas encima de él y con un pequeño pelinegro sorprendido por la repentina cercanía.
— Estás loco. –murmuró el menor sintiendo calidez en sus mejillas, golpeando el pecho del mayor. El rubio agarró la mano del menor y volvió a tirar de él con completa confianza, situándolo encima de él.
— Nunca estuve muy cuerdo. –admitió– Pero tampoco parecía importarte eso cuando gritabas mi nombre. Eres tan adictivo que creo odiarte.
— ¿No me odiabas ya, Barbie musculosa?–murmuró escondiendo su rostro entre el cuello de Bangchan.
— Mmh... Tal vez solo odiaba tu trabajo, pero también me molestaba que fueras terriblemente tentador.
— Chan –besó el cuello del nombrado– ¿Por qué odias mi trabajo?
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¡Hola, hola!
Aparezco de nuevo después de tres días, dejandoros un pequeño capitulo por falta de tiempo debido a los exámenes. Trataré de sacar algo de tiempo y daros más capítulos <3.Fue divertido leer los comentarios del capítulo anterior, verdaderamente me reí mucho. De hecho, hubo uno que decía: "nos soltaba esto y se iba a dormir como si nada" JJAKFKSLSK, realmente amo cada uno de vuestros comentarios.
Gracias por un día más a mi lado, por el apoyo en ambos Fanfics y porque ya superamos los 1k de votos en este fanfic. Ojalá poder hacer algo para devolveros todo lo que me dais.
¡Os quiero mucho!
No olviden que pueden escribirme en chat privado si un día necesitan deshaogarse, adoro escucharos.
¡No estáis solos!Besitos sabor a coco 🩶🥥.
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*・。゚Cúrame - Chanmin *・。゚
FanficTras terminar su carrera estudiantil, Kim Seungmin recibe una noticia por parte de su amigo Han Jisung, quién le ofrece un trabajo de buen pagar con el que seungmin podrá poner en práctica todos sus años estudiando medicina. No obstante, su trabajo...