A la penumbra de la noche, Seungmin caminaba de puntillas hasta llegar al baño. Sentía un calor horrible, odiaba cuando la casa elevaba la temperatura por culpa de la escasa ventilación.Cuando iba a salir del baño, oyó la voz ronca del rubio, parecía estar en llamada con alguien cuya voz desconocía.
"— Dile que la quiero mucho, ¿vale? Hannah, prométeme que si pasa algo me llamarás."
"— De acuerdo –se escuchó decir tras una respuesta– entonces, pasaré por ahí sobre las doce. Te quiero mocosa, trata de descansar."
La llamada fue finalizada después de aquel "te quiero mocosa" que sonó de manera repetitiva en la mente de Seungmin, quién salió del baño dispuesto a cotillear. Pero cuando vió la silueta de Bangchan alumbrada por la luz de la nevera, se le olvidó que iba a hacer. Simplemente admiró como los músculos se movían en cada movimiento que el rubio hacía, viendo cómo bebía agua y jurando que no tiraría esa botella por nada del mundo.
Se maldijo a si mismo por estar ciertamente atraído por él, pues sabía que no estaba bien aquello. Y menos después de haber sido despreciado durante largos días por parte del rubio.
Miró su reloj, eran las ocho y veinte. Dentro de poco debía irse a trabajar, así que se acercó donde Bangchan impidiendo que cerrará la nevera y asustandole en el proceso.
— Oye, Seungmin, ¿Tienes algo para el dolor de cabeza? Me va a explotar.
— Cajón tercero a la derecha, la caja blanca y lila. – murmuró mientras tomaba una manzana y la lavaba para empezar a comerla.
El rubio siguió la instrucción que le encomendó el menor, se tomó una pastilla y se apoyó en la barra, que separaba el salón de la cocina, frente a él.
— Oye, será mejor que olvidemos lo que pasó ayer.
— Más que olvidado.
— Ya veo, supongo que lo de ser olvidadizo se aplica a tu día a día.
El pelinegro le miró confuso.
— ¿A que te refieres?
— A que te has dejado el grifo del baño abierto y llevo escuchado que estabas ahí desde que abriste la puerta. –sonrió satisfecho por la reacción del menor, el cual, se puso rojo.
— ¡Hey! Es mi casa, tengo el derecho de pasearme por ella como me plazca.
Chan sonrió pícaro ante el comentario.
— Así que como te plazca... A ver, que por mi ningún problema de que vayas como quieras. Soy una estatua.
— ¿Podrías dejar de malpensar? No me refería a la ropa. Y ya arreglate esos pelos canosos de viejo, llegarás tarde a tu propio trabajo.
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Seungmin llegó al trabajo a las nueve y cincuenta y siete justas, pasando antes a por unos cafés y galletas.
Saludó a la muchacha del mostrador con una sonrisa sincera, por lo poco que se conocían, le había agradado mucho hablar con ella y chismear juntos.
— Hola Yeji. – saludó amablemente el alto – te traje un café y galletas. ¿Nuevos chismes?
— Uy, gracias Seungminnie. – sonrió agradecida la muchacha, quién ya había comenzado a comer las galletas. – ¿Sabes del combate de ayer? Dicen que el hombre con el que peleó Bangchan está muy enfadado.
— Se llevó buenos golpes, pero no entiendo su enojo. Es decir, es su trabajo, ¿No? Pelear para ganar y mejorar continuamente.
— Sí, pero al parecer tiene algo personal con Chan.
Seungmin asintió, escuchando como la puerta se abría tras ellos. Minho entro con una tranquilidad asustante, como siempre. Ya había asociado esa tranquilidad, cuando Minho estaba de buen humor su semblante era tranquilo. Así que supuso que hoy era buen día para todos.
— Buenos días. ¿Qué hacen cotilleando en vez de trabajar? – murmuró el recién llegado robando una galleta y haciendo que Yeji soltará un chillido ahogado.
— Yeji me comentaba que el chico con el que peleó Bangchan no estaba muy contento.
— Ah, sí. –sonrió con descaro– Ellos dos se conocen muy bien.
— ¿Y...?
— Y poneros a trabajar. –siseó mientras se marchaba, sabiendo que dejaba con un mar de dudas a ambos– Muy buenas las galletas, por cierto.
— Pero será....
Seungmin río ante la notoria molestia de su compañera, parecía un bebé, al cual, le habían quitado su peluche favorito.
Se despidió de ella minutos más tarde y se encaminó a su zona de trabajo sin mucha gana. Realmente estaba agotado por el sueño, pues no había dormido apenas en la noche, sus pensamientos le habían quitado el sueño por completo.
Al sentarse, divisó una pequeña pila de papeles a su lado con una nota encima de ellos.
" Por favor, terminar de ordenarlos, leerlos y contestarlos antes de la noche. Es urgente. "
Al leer el primer papel, vio que eran currículums de combates, con sus respectivos contrincante y información necesaria.
Bueno, al menos se enteraría de chisme y podría joderle un poco a su mayor. ¿Que tal si le ponía contrincante que fueran más difíciles para él?
Sería bastante divertido de ver aquello, estaba seguro de que a la gente le agradaría.
Sonrió. Verdaderamente le había agradado presenciar como el rubio se batía en duelo, sin embargo, lo hacía con tanta facilidad que hizo que el menor quisiera ver cuánto potencial tenía.
De pronto, vio por la ventana de al lado de su escritorio como el chico del que estaba pensando entraba con una chica de pelo castaño al lugar.
Parecían estar concentrados en la conversación que mantenían, pues ni siquiera saludaron a Yeji ni a otros presentes. Se sentaron en la zona de descanso, viéndose desde allí, como Bangchan tomaba entre sus manos la pequeña mano temblorosa de la chica junto a él; acariciando el dorso con pequeños círculos de manera reconfortante.
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Hola, holaaa <3
Pequeño capitulo, mañana subiré algunos mucho más largos.
Les quiero <33
Besitos sabor a coco 🩶🥥
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*・。゚Cúrame - Chanmin *・。゚
FanfictionTras terminar su carrera estudiantil, Kim Seungmin recibe una noticia por parte de su amigo Han Jisung, quién le ofrece un trabajo de buen pagar con el que seungmin podrá poner en práctica todos sus años estudiando medicina. No obstante, su trabajo...