Una Vida Secreta - Juan Pablo Isaza

5. "No esta sola"

"No esta sola"

Navidad se acercaba cada vez más y la chica lo podía notar, por el olor a los pinos, en las calles y tiendas, que estaban adornadas, lo cuál le causaba alegría y tristeza. Sería su primera navidad en Bogotá, pero no estaría su familia con ella y aquello era lo triste.

Claro que tenía dinero por trabajar en GNRL, pero lo utilizaba para pagar la renta del pequeño departamento donde se quedaba y las cosas que necesitaba.

Martín y ella estaban terminando los últimos diseños que sacarían por la temporada navideña. Era divertido mezclar cosas, colores y sin duda, Martín la quería como una de sus modelos.

—Te cobrare cada vez más, Martín —le dijo cuando empezaron a guardar sus cosas.

—Te dije y no quiso —la regaló un poco.

Era verdad, Martín quiso aumentarle el suelo, cosa que ella se negó, en primera porque sabía que no llevaba tanto tiempo como los demás y no quería pelear con los demás.

—Soy feliz mientras los cuatros hagan mi despensa, así no muero de hambre —sonrió.

Los Morat solían ir a su departamento, a veces iban todos o luego por separado; así que últimamente el punto de reunión era ir con ella. Se habían vuelto cada vez más amigos de ella, quienes la apreciaban y cuidaban.

—Por cierto —dijo deteniéndola—. De pete de todos —le dio un regalo.

—¿Qué es? —preguntó entre divertida y emocionada.

—Bueno, lo sabrá cuando lo habrá —sonrió al verla feliz.

—Lo abriré llegando al departamento.

Al subir al auto de Martín, el silencio llegó, cosa que volvió a notar él, ya que últimamente en esos días su amiga no se veía con ánimas y cundo le preguntaba solo decía que nada, cuando sabía que había algo.

______________ dejó de mirar por la ventana cuando sintió la mirada de su amiga en ella, así que lo miro.

—Ya suéltalo, Vargas —dijo ella divertida—. No creo que sea algo malo y si lo es, será mejor que lo digas de una vez o me vas a preocupar.

—No, claro que no es malo —se rió y se detuvo en un alto—. Quería saber si quería pasar navidad conmigo y mi familia —sonrió algo tímido.

—Ah, yo... —evitó su mirada y pensó rápido que podía decir—. Isaza me invitó a pasarlo con él y su familia —habló rápido.

—¿En serio? —preguntó desconcertado al no oírla tan segura.

—Si... Me invitó hace dos días y dije que sí, sabes que a veces es muy insistente —soltó una risita algo nerviosa—. Tal vez en Año Nuevo.

—Claro —murmuró él, aunque notó que su amiga seguía sin mirarlo.

Siguió conduciendo hasta el edificio de su amiga, quien no habló para nada y solo iba jugando con el moño de su regalo.