4. "Los amigos se vuelven familia"

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"Los amigos se vuelven familia"

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"Los amigos se vuelven familia"

Martín entró al departamento de su amiga, era la una y media de la mañana, y ambos habían peleado por una tontería hace dos horas. Pelearse con ella era de lo más raro y no le gustaba estar así, no con ella; con los chicos cuando se peleaban, se tomaban su tiempo y su espacio, pero pelearse con ______________, sentía que tenía que arreglarlo rápido.

Cuando cerró la puerta la vio dormida, estaba sentada en una silla, mientras estaba recargada en los brazos y cabeza en la mesa.

Sonrió un poco, para luego soltar un suspiró y se acercó a ella. Se sentó a su lado y le acarició el cabello por unos segundos, hasta que empezó abrir los ojos lentamente y lo vio.

—Hola —saludó Martín con una pequeña sonrisa y dejó de acariciar su cabello—. ¿Mucha tarea? —preguntó al notar todos sus libros y libretas abiertas sobre la mesa.

—Si —respondió soñolienta—. Pensé que estabas disfrutando tu fin de semana.

—No vine a pelear —suspiró él y también acosto la cabeza en la mesa y la miró—. Sé que está cansada y bueno... Isaza hizo que me diera cuenta de eso —rodó los ojos divertido y ella le regaló una sonrisa pequeña.

—Adoro a mi mejor amigo, Juan Pablo Isaza —bromeó.

—Yo soy su mejor amigo aquí —se quejó, haciéndola reír—. Y como su mejor amigo te llevaré a la cama para que duermas.

Antes de que la chica dijera o hiciera algo, si amigo se levantó de su silla y tomó en sus brazos, la cargó llevándosela a su habitación, haciéndola reír. Se lanzó a la cama con ella en brazos y ambos empezaron a reír. Cuando dejaron de reír ambos se miraron con una pequeña sonrisa.

—Eres mi mejor amigo aquí, Marto —él la abrazó y le dio un beso en la frente—. Gracias por estar conmigo y lamento nuestra pelea.

—Yo también lo lamento. Es más. Ya lo olvide, estrellita —le volvió a sonreír—. Solo hay que descansar y olvidar ese mal rato. ¿De acuerdo? —ella asintió con la cabeza y una pequeña sonrisa—. Perfecto porque vine a descansar contigo.

—Tienes un departamento, Vargas —le dijo divertida.

—Pero su cama es muy cómoda —sonrió.

—Solo no ronques —bromeó ella.

—Yo no lo hago —hizo una mueca.

—Claro que si, cuando estas muy cansado lo haces y te tengo que mover.

—Ahora roncare en su oreja —la abrazo, haciéndola reír—. Espero que no duerma —le murmuró en su oído.

[ ... ]

« La pequeña Mía estaba inquieta, hace una hora que había salido de la habitación de su madre, donde Isaza se quedó con ella, mientras la niña se quedó con sus tíos, Villamil y Simón. No quería dormir o en realidad no podía, no estaban sus padres y amaba a sus tíos, pero para ella, ellos no eran los mejores en hacerla dormir.

Una Vida Secreta - Juan Pablo IsazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora