Capítulo 28: Billy...

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STRANGER THINGS

SEASON 4

Varios minutos después de tratar que Max volviera en si, ella salió de su trance asustada

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Varios minutos después de tratar que Max volviera en si, ella salió de su trance asustada. Nos miró confundida, sin saber bien lo que acababa de pasar. Estaba alterada y nerviosa.

Salió de la sala y nosotros la seguimos, encontrándonos con Robin y Nancy en el pasillo. Terminamos en un pasillo sin salida, donde Max empezó a inspeccionar la pared confundida.

— Estaba aquí. Un reloj — explicó ella tan confusa como nosotros por su comportamiento — Justo aquí — se le quebró la voz.

— ¿Un reloj cómo? ¿De aguja? — preguntó Robin y Max asintió.

En ese momento se me vino a la mente un reloj que siempre aprecia en mis pesadillas. Cuando Billy y mi abuela hablaban conmigo y me decían que todo era mi culpa, detrás suyo siempre había un reloj de aguja.

— Era muy real — habló Max — Pero, al acercarme, de repente, me desperté — dijo y nos miró.

— Era como si estuviera en un trance o algo. Lo que dice Eddie que le pasó a Chrissy — explicó Dustin mientras volvíamos a la sala.

— Eso no es lo peor — dijo Max y jadeo, asustada.

Cuando llegamos al aula, empezó a releer los dos expedientes de las dos ultimas víctimas de Vecna. Los dos tenían migrañas, pesadillas, no podían dormir y se despertaban con sudor frío. Todo eso le pasaba a Max.

— También empezaron a ver cosas — añadió Max a lo que estaba leyendo — Cosas malas. De su pasado — comentó y tragué saliva — Las visiones no pararon de empeorar hasta que al final todo terminó — añadió y vi como le caía una lagrima por la mejilla.

— La maldición de Vecna — dije y ella me miró.

— Las migrañas de Chrissy empezaron hace una semana. Las de Fred hace seis días. Las mías, hace cinco — explicó Max y suspiré — No sé cuanto tiempo me queda. Pero si sé, por Fred y Chrissy que los dos murieron en menos de un día después de su primera visión — habló ella asustada — Y yo acabo de ver el puto reloj — respiró temblorosa.

— Vamos a encontrar una manera Max — dije y me miró — No vas a morir — añadí y ella bufó — Max. No vas a morir —

— Pues solo tenemos unas horas para impedirlo — añadió ella irónica.

— Lo vamos a hacer. Lo vamos a impedir — comenté y los miré — No voy a perder a nadie más. Ni yo ni nadie de acá. Ya pasamos por mucho — dije y me miraron — Tenemos que encontrar una manera —

[...]

Rato después llegamos al sótano de la casa de los Wheeler. Allí íbamos a pasar la noche, para poder vigilar mejor a Max y no separarnos.

𝐒𝐓𝐑𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒/ 𝐒𝐓𝐄𝐕𝐄 𝐇𝐀𝐑𝐑𝐈𝐍𝐆𝐓𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora