Tensión sexual

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El rubio estaba encima de ella, besando su cuello con mucha dedicación, descendiendo por su blanquecina piel para llegar a su abultado busto, lo cual se detuvo ahí un momento para repartir besos tras besos hasta posicionar sus labios en su pezón y así lamer como si estuviese hambriento de ella. Al sentir sus labios, la castaña emitió un suave gemido, mientras sentía como su piel se erizaba con cada acción de su mayor, aquel chico la enloquecía completamente y cada acción de él provocaba una gran excitación.

Mimi posaba su diestra en los cabellos rubios de su amante, enredando sus falanges entre su pelo, lo que hacía que Yamato succionara su pezón, mientras que su mano inquieta bajaba a la intimidad de Mimi y tocaba con delicadeza. En esos momentos Mimi agradecía que Yamato tocara con esa intensidad, notaba que el tocar guitarra lo beneficiaba hasta en la cama y claramente ella necesitaba provocar una sensación similar, a lo que llevó su diestra a la hombría de su mayor, moviendo su mano con lentitud; provocando rápidamente una dura erección en el rubio.

- Y-Yamato-san, hazlo. -Dijo con voz agitada Mimi.-

- No te apures, aún no te saboreo completa.

Dijo con una sonrisa traviesa, descendiendo con besos y lamidas por todo su abdomen. Aquello enloquecía completamente a Mimi, ya que quería sentir a Yamato, estaba con hambre de hacerlo toda la noche con él.

El rubio no demoró en posar sus labios en la húmeda intimidad de la castaña, comenzando a lamer toda la zona, a lo que Mimi emitió un sonoro gemido el cual era música para los oídos de Yamato, que no dudó en aumentar sus lamidas sobre la zona íntima de Mimi y a su vez que sus manos se posaban en la cadera de Mimi, apretando estas mientras realizaba la felación.

Mimi despertó sudada completamente, provocando un susto en su amiga, que estaba durmiendo junto a ella, a lo que Mimi posó su diestra en su frente y negó con su cabeza.

- Otra vez... -Suspiró Mimi.-

- ¿Qué fue eso? Juré escuchar que estabas gimiendo. -Bromeó Sora quién encendía la luz de noche.-

- Me da vergüenza decirlo. -Mencionó una apenada Mimi, quién notaba que estaba toda sudada.- ¿Me das agua?

- Si me dices que acaba de pasar. -Dijo una sonriente Sora.-

- ¡Ese tonto apareciendo en mis sueños otra vez! -Dijo una dramática Mimi.-

- ¿Sueños mojados?

- Sí, no le digas a nadie ¿Sí?

- Será un secreto. -Mencionó Sora quién servía un vaso de agua a Mimi.-

- Llevo días soñando con Yamato-san, no sé por qué, es mi amigo y es un idiota. -Bufó Mimi quién extendía su brazo para recibir el vaso de agua que le entregaba Sora.-

- Pero, aclárame bien esto, ¿Sueñas que tienes sexo con él?

- Sí y lo hace delicioso...No sé necesito que se haga realidad, pero es tan idiota.

- Siempre supe que te gusta. -Dijo una victoriosa Sora quién se acomodaba en la cama.-

- ¡Es sólo atracción sexual! -Comentó una dramática Mimi.- Durmamos, mañana tenemos clases.

- Y la fiesta. -Agregó Sora.-

- ¿Irá Yamato-san?

- Taichi-san dijo que, si iría, ¿Vas a confesarle tu amor? -Bromeó Sora.-

Sueño contigo. (MIMATO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora