Daños y venganza.

51 5 0
                                    


Yamato fue solo camino a la sala de música, Mimi estaba con mucha angustia producto que nunca lo había visto de aquella manera, que estuviera tan apartado e incluso evitaba hasta su propio mejor amigo. Caminó tranquilamente por los pasillos, hasta que llegó a la sala de música y dibujó una amplia sonrisa.

- ¿Qué ensayaremos primero?

- No sé...-Dijo un pensativo Yamato.-

- Podríamos ensayar la canción que escogiste tú, luego la que escogí yo y...

- Mimi-san. -Mencionó un serio Yamato.-

- Y la balada al final, ¿Qué te parece?

- Mimi-san, esto se acabó. -Dijo sin más rubio.-

- ¿Cómo? Si apenas ni hemos ensayado. -Dijo Mimi quién se posicionaba en el piano.-

- Lo nuestro se acabó, no iré al baile contigo...-Mencionó seriamente mientras guardaba sus cosas.- Iré con Zoe.

Mimi apenas podía digerir lo que le decía Yamato, no entendía porque hacía esto y más porque en la mañana había estado muy cariñoso.

- ¿C-Cómo que irás con Zoe? -Cuestionó sin creerlo.-

- Cómo escuchaste, iré al baile con ella, no quiero tener nada más contigo.

La castaña iba a responder, pero el teléfono sonaba y al revisar era su madre.

- Permiso...-Dijo Mimi quién se apartaba y secaba unas lágrimas que se había escapado.- M-Mamá.

- Hija, tuvimos que viajar de urgencia por el trabajo de tu padre, te dejamos la tarjeta de crédito y volveremos el lunes, puedes ir donde tu abuelo si no quieres estar sola. -Mencionó Satoe al teléfono.-

- Hablaré con Sora-san o Hikari-chan para que me acompañen, no te preocupes mamá...Cuídense mucho, estoy ensayando. -Dijo Mimi que aguantaba las ganas de llorar.- Nos vemos el lunes.

- Te llamaré más tarde hija, que les salga excelente el ensayo.

- Gracias, mamá.

Luego que colgó, Mimi se volteó a mirar seriamente a Yamato, estaba con una expresión tan seria que ni el rubio podía creer que ella podría reaccionar de aquella forma.

- Anda con ella, sé feliz con ella y hasta aquí quedó lo nuestro. -Dijo Mimi quién se sacaba el collar que antes le había obsequiado Yamato y así extendió su brazo para entregárselo.- Desde hoy no somos amigos, no somos nada, solo compañeros de clase de música y no necesito esto.

- E-Esto te lo di a ti, no me lo devuelvas. -Mencionó un impresionado Yamato.- Tú igual sé feliz.

- No lo necesito, no quiero nada que provenga de ti.

- Perdón, Zoe ha sufrido mucho por mi culpa y no puedo dañarla más.

- ¿Ahora te preocupa los sentimientos de alguien? -Cuestionó sarcásticamente.- Ensayaremos, no quiero que por nuestros sentimientos demos un mal show, así que prepara todo y yo mientras haré una llamada.

- Siempre me preocupan los sentimientos. -Dijo Yamato quién tomaba ahora la cadena y la apretaba con su mano.- Anda, yo instalaré las cosas.

Mimi salió del salón, tomando aire un momento y dejando escapar unas lágrimas, tratando de ser silenciosa. Rápidamente marcó el teléfono de Koichi, esperando que contestara este, más que sabía que se iría rápidamente a la casa porque tenían que ensayar más tarde.

Sueño contigo. (MIMATO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora