Sueño contigo. (MIMATO)

Accidente.

JAPÓN...

Sora se encontraba fuera de la casa de Yamato, golpeando la puerta suavemente y más porque sabía que estaba Hikari ahí. Natsuko fue la primera en abrir la puerta y vio en la expresión de Sora que no había pasado nada bueno.

- ¿Cómo está Mimi-chan? Lo sé todo, estoy igual de preocupada que ustedes. -Confesó Natsuko apenas.-

- Mal, abortó y eso la destruyó. -Dijo Sora entre lágrimas.-

- Adelante, hablemos dentro. -Mencionó Natsuko sintiendo un nudo.-

Sora se adentró a la casa de los Ishida y se acomodó a un lado de Hikari. Natsuko no demoró en llegar con una taza de café para Sora, quién le agradecía realizando una reverencia.

- Mimi-san no está bien de ánimos, ella iba decidida para ir a tener el bebé y realizar su tratamiento para el embarazo. Pero el mirar su móvil, provocó que se retractara en mal momento y Mime dijo que ella estaba sufriendo, pero el disfrutando sin saber el dolor que tenía...Mirando el móvil, encontré una foto de Yamato-san y Zoe, confirmando que son novios...Esa fue la razón principal, no quería salir del baño una vez que abortó, solo lloraba y tanto Koichi como Mime andaban preocupados. Creo que se agravó, escuché vómitos y no logré escuchar más. – Suspiró Sora.-

- No puedo creer que haya criado a un hijo tan idiota. -Suspiró Natsuko sin poder creer lo que pasaba.- Yo quería apoyarla en todo en su embarazo.

- Lo otro no se lo cuenten a nadie, quizás Mimi-chan vaya a encararlo y a ella le corresponde decirle la verdad.

- Tienes razón, así que ninguna palabra a mi hijo sobre esto.

Yamato por su lado iba camino a ver a Zoe, andaba en su motocicleta conduciendo, pero sintió una presión en el pecho que no lo dejaba conducir y así sufrió un desmayo en la misma motocicleta, chocando con un árbol que estaba cerca, que para su suerte fue su salvación.

En su inconciencia Yamato sentía demasiada tristeza, era como si los sentimientos de la castaña traspasasen a su corazón y verla a través de su inconciencia, era algo que lo desesperaba.

Yamato veía a Mimi llorar demasiado, nunca la había visto tan triste en su vida, por lo que trató de acercarse para abrazarla pero una barrera lo expulsaba.

- ¡Aléjate de mí!

- Pero estás llorando, no puedo dejarte sola.

- ¡Me dejaste sola en mi peor momento!

- ¿Qué pasó?

- ¿Y ahora te importa lo que me sucede?

Yamato no entendía, pero insistía en acercarse a la castaña, siendo expulsado muchas veces y así vio todo negro.

Yamato despertaba poco a poco, notando que estaba en una ambulancia, por lo que se sentó de golpe y sintió un horrible dolor de cabeza.

- Recuéstate, ¿Tienes algún número de algún familiar? -Cuestionó el paramédico.-

- D-De mi mamá, ¿Qué pasó? -Cuestionó apenas el rubio, entregándole su teléfono.-

- Tuviste un accidente, ¿Recuerdas?

- S-Sólo recuerdo que vi todo oscuro de la nada y que sentí un dolor en el pecho.

- Entiendo, lesiones graves no tienes, pero debemos chequear que todo esté bien.